Este artículo se publicó hace 16 años.
La salida de Romney allana el camino de McCain para la candidatura presidencial republicana
La retirada hoy de Mitt Romney de la carrera por la Casa Blanca allana el camino a John McCain para hacerse con la candidatura presidencial republicana, con Mike Huckabee y Ron Paul en un distante tercer y cuarto lugar.
A falta todavía de los resultados definitivos del "supermartes", McCain cuenta ya con unos 714 delegados de los 1.191 que necesita para hacerse con la nominación de su partido, muy por encima de los 181 de Huckabee o los 16 de Paul.
Romney había acumulado unos 286 delegados en el proceso de primarias todavía abierto en el que invirtió más de 40 millones de dólares de su fortuna personal.
El diario "The New York Times" señala hoy que el ex gobernador de Massachusetts se gastó 654.000 dólares por delegado -del dinero recaudado y propio- frente a los sólo 45.000 que desembolsó Huckabee.
Con esos datos sobre la mesa y los malos resultados el martes en las primarias en 24 estados del país, Romney optó hoy por "echarse a un lado" por el bien, dijo, del país y el partido.
"No es una decisión fácil para mí. Odio perder", explicó ante los miles de conservadores que hoy se dieron cita en la Conferencia de Acción Política Conservadora en Washington.
Muchos republicanos ansían el fin del proceso de nominación para inaugurar la que se espera sea una difícil lucha contra el candidato demócrata que se alce ganador. En liza ahora están la senadora por Nueva York, Hillary Clinton, y el senador por Illinois, Barack Obama.
La decisión de Romney podría ejercer presión sobre Huckabee para retirarse de la contienda. El ex pastor baptista reconvertido en político es el favorito de la derecha evangélica.
"Si sigo peleando por mi campaña hasta la convención, impediría el lanzamiento de una campaña nacional y aumentaría las probabilidades de una victoria (en noviembre) de Clinton o Obama", dijo Romney al anunciar su decisión.
Pese a esa renuncia en pro del bien del partido, el ex gobernador no fue tan lejos como para dar su apoyo a McCain, con quien en las últimas semanas ha mantenido un amargo intercambio dialéctico.
"Discrepo con McCain en un número de cosas, como ya saben", indicó, aunque precisó que está de acuerdo con el senador de Arizona "en hacer lo que sea necesario para tener éxito en Irak, encontrar y ejecutar a Osama bin Laden, y eliminar a Al Qaeda y el terrorismo".
McCain se alzó en claro favorito tras las elecciones del "supermartes", al hacerse con importantes estados como California, Illinois y Nueva York.
El ex militar de 71 años deberá ahora concentrar sus esfuerzos en las primarias de Kansas, Luisiana y el estado Washington que se celebran el sábado, así como en la cita con las urnas del 4 de marzo, cuando habrá elecciones en Ohio y Texas.
Pese a su incuestionable ventaja, el veterano de la guerra de Vietnam afronta la resistencia del ala más derechista del partido, que lo acusa de ser un traidor a las causas del verdadero conservadurismo.
Rush Limbaugh, un conocido comentarista radiofónico, lanzó una dura ofensiva contra el senador poco después del cierre de las urnas el martes.
En su programa, que se retransmite en 612 estaciones de radio de todo el país, acusó a McCain de tener posturas anti-conservadoras en temas como inmigración y política fiscal.
El locutor llegó a insinuar que, de ganar McCain, consideraría votar al candidato demócrata en noviembre.
El senador tratará hoy de limar esas asperezas ante los alrededor de 6.000 asistentes que participan en la Conferencia de Acción Política Conservadora, a los que quiere convencer de sus profundas creencias conservadoras.
Romney insistió en que ese conservadurismo es el único que permitirá que EEUU mantenga su estatus de "superpotencia".
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