Entrevista a Tomás Guitarte, diputado de Teruel Existe"Si nos proponemos acabar con la despoblación, en un par de décadas se puede conseguir"
Pilar Araque Conde
Madrid-
La llegada de Teruel Existe al Congreso, a través de su único diputado, Tomás Guitarte (Cutanda, 1961), ha contribuido a poner en el foco mediático un problema que se extiende a lo largo y ancho del país, la despoblación. El pasado martes, este turolense, que pertenece a la coordinadora de la España Vaciada, presentó un programa con el objetivo de afrontar el "necesario proceso de reequilibrio territorial de España". Sus 101 medidas, cuenta Guitarte a Público, "se puedan ejecutar de manera inmediata sin requerir grandes desarrollos teóricos previos". Si bien, insiste en que hay que aprovechar la oportunidad que otorga la concienciación social y política sobre la despoblación para acometer una reforma estructural que solucione este problema. "Uno, dos o tres años más tarde para muchos de estos pueblos es vida o muerte", advierte.
Teruel Existe llegó hace un año y medio al Congreso poniendo de relieve un problema del que se hablaba poco, la despoblación, representando así las reivindicaciones del movimiento social de la España Vaciada. Desde entonces hasta ahora, ¿está España más o menos vacía?
Habría que valorarlo. A menor ritmo que antes, el problema sigue existiendo y sigue habiendo un proceso de vaciado que afectan a los pueblos, y a las pequeñas y medianas ciudades. El proceso de concentración, como no se han hecho políticas para frenarlo, sigue su curso. Por otro lado, sí que se ha conseguido que haya una amplísima conciencia social sobre la gravedad de este problema. En el informe que el Banco de España sacó hace unos días, por primera vez, había un capítulo destinado a la despoblación en el que se comenta que en una evaluación del CIS de febrero del año pasado, el 88% de los españoles consideraban la despoblación como un problema grave o muy grave y que había que acometerlo con celeridad. Ese amplio consenso social, que también se traslada al espacio político, es lo que hemos avanzado. Lo que nos falta es empezar a aplicar soluciones. En primer lugar, frenar el proceso y luego, intentar revertirlo.
¿Cómo ha afectado la pandemia a la estrategia contra la despoblación?
En un primer momento fue un zarpazo porque apenas se iniciaba la legislatura, en la que se había establecido el objetivo de trabajar para intentar empezar a solucionar este problema, pues se vio sacudida por la pandemia. Obviamente, como no podía ser de otra manera, supuso un replanteamiento de las prioridades del país. Por otro lado, también ha sido una oportunidad porque ha puesto tristemente en evidencia las cosas que veníamos denunciando. Es decir, que el modelo de desarrollo general, de una manera consciente o inconsciente (estas cosas nunca suelen ser inconscientes) que había tenido España había llevado a unos problemas socioeconómicos cuya última consecuencia era la despoblación de amplísimos territorios y la concentración en unas pocas áreas provocando desequilibrios territoriales.
"La pandemia ha sido una oportunidad porque ha puesto tristemente en evidencia las cosas que veníamos" denunciando
Y eso, mezclado con la enfermedad, puso en evidencia que era más fácil la transmisión del coronavirus en los espacios más poblados que en los menos poblados. Eso era una ventaja para estos últimos, pero también puso en evidencia que esas áreas despobladas tenían un sistema sanitario muy débil, con apenas camas de UCI, por lo que mostraba que había un cierto abandono de los servicios sanitarios.
Desde la llegada de la pandemia, mucha gente se ha desplazado al campo y a pueblos más pequeños. ¿Cree que el teletrabajo podría ser una alternativa para combatir este problema?
Es una de las principales. Por ejemplo, lo que hemos visto es que se ha acelerado y hemos tenido que recurrir al teletrabajo. Aunque hay un problema adicional y es que gran parte de los territorios de la España vaciada no tiene una cobertura de fibra óptica o, incluso, de telefonía móvil, por lo que hay que remediarlo de forma urgente. Esa es una condición sine qua non para que puedan aplicarse otras cuestiones.
"En esa nueva ruralidad que defendemos hay opción para todo tipo de trabajo y diversificación de la actividad económica"
El teletrabajo, unido a la digitalización y a las telecomunicaciones, nos ha abierto los ojos y no podemos decir que esto no tiene futuro. Hace apenas 10 o 15 años nadie veía esta posibilidad. Ahora se abre esta posibilidad como una tremenda oportunidad para todas estas áreas para que, al final, paralelamente, podamos trabajar donde queramos vivir. Estos territorios ya no solo dependerían de los recursos directos del sector primario, sino que se abriría una sociedad de servicios terciarios como había sido siempre (nunca había un monocultivo sobre una actividad). En esa nueva ruralidad que defendemos hay opción para todo tipo de trabajo y diversificación de la actividad económica.
Además de la pandemia, la dificultad para pagar el alquiler de una vivienda, sobre todo en las grandes ciudades, ¿podría influir en ese traslado hacia esas zonas más despobladas?
El tema de la vivienda es un tema crucial porque, efectivamente, a priori, la vivienda es más asequible en un entorno rural que en las grandes ciudades. Lo que pasa es que en el mundo rural también hay un problema de falta de oferta de vivienda, sobre todo de vivienda en alquiler. Hemos visto que las familias que se trasladaban a un pueblo, una de las dificultades fundamentales que se encontraban era la de alguien que le alquilase una vivienda. Aunque hablamos de la España despoblada o abandonada, realmente los caseríos y las edificaciones no están abandonados en general. Sus antiguos pobladores siguen manteniendo el vínculo y acuden normalmente. Esas casas están arregladas, pero no están ofertadas, como mucho para periodos vacacionales.
"Si queremos llevar este proceso de repoblación, hay que ofertar una vivienda en condiciones dignas y de alquiler"
Hay muy poco stock [existencias] de vivienda disponible y una de nuestras principales demandas incluidas en el plan que presentamos el martes [Modelo de desarrollo] es que el tema de la vivienda se ha de solucionar también en este entorno porque hay que conseguir que, si queremos llevar este proceso de repoblación, hay que ofertar una vivienda en condiciones dignas y de alquiler. Para eso, proponemos un parque público de vivienda en alquiler que oferte soluciones de este tipo.
En todo caso, ¿este desplazamiento podría ser algo pasajero fruto del confinamiento severo del año pasado y de las restricciones de movilidad o podría ir a más?
De momento, este traslado es testimonial. No podemos decir que estadísticamente es significativo, pero sí que pone en evidencia una circunstancia que si se apoya, es muy factible que se mantenga o que progresivamente vaya en incremento. Para ello, lo que es imprescindible es la calidad de los servicios. En este entorno ha de haber unos servicios sanitarios, docentes, de seguridad y de cuidado de mayores equiparables en calidad a los de una ciudad. Estamos convencidos de que estos territorios tienen un atractivo porque ofertan una mejor calidad de vida, ya que no hay ese grado de contaminación ni esa necesidad de movilidad mecanizada y excesiva. La clave está en que los colegios, el centro de salud, los centros de mayores, la seguridad... que todo eso esté próximo y tenga un nivel de calidad similar al de las ciudades.
En este año y medio de legislatura, el Gobierno alega que no ha impulsado muchas de las medidas que estaban previstas en la agenda porque tenía que atender a las prioridades derivadas de la pandemia. Ahora que se habla de una nueva etapa, de una nueva legislatura, con la previsión de la llegada de los fondos de la UE, ¿qué espera de este Ejecutivo a partir de ahora?
Esperamos que se cumpla todo lo programado. Vemos que a nivel de disposición teórica y de planteamientos sí que se ha hecho eco de la mayoría de nuestras demandas. En el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, una de las políticas tractoras es la lucha contra la despoblación y contra los desequilibrios territoriales, y eso está contemplado en un plan de 130 medidas con 10.000 millones de euros. Hay un plan y parece que hay una consignación presupuestaria, pero lo que decimos es que se ha de pasar a la realidad. No puede ser un nuevo plan más, sino que ha de ser el momento en el que España empiece a solucionar este gravísimo problema que lleva arrastrando durante décadas y que nos hace tan desfavorablemente singulares en Europa. Este problema y con esta intensidad solo pasa en España. Ninguno de los países de nuestro entorno tiene esta gravedad en los problemas de despoblación y desequilibrios territoriales.
"Exigimos que se pase ya de las cuestiones teóricas, que había que hacerlas, a la ejecución con inversión ordinaria"
Es el momento de solucionarlo porque han confluido muchas cosas: la concienciación del problema entre la opinión pública española y la clase política, la disponibilidad de fondos que, de otra manera, habrían sido más difíciles de encontrar, y el momento de hacerlo, porque no se puede demorar la solución mucho más, ya que hay muchos pueblos y pequeñas ciudades que si este problema no se ataja, se sigue produciendo. Uno, dos o tres años más tarde para muchos de estos pueblos es vida o muerte. Hay que actuar rápido. Exigimos que se pase ya de las cuestiones teóricas, que había que hacerlas, a la ejecución con inversión ordinaria.
Y que sea de verdad, que afecte a las cuestiones estructurales del Estado. Entendemos que ante un problema serio, la solución no requiere medidas superficiales que no cambien cuestiones como la accesibilidad del territorio (la implantación del 5G). Si de verdad queremos romper la brecha digital, que todos sabemos que existe entre el medio urbano y rural, pues habrá que hacerlo empezando por los que ahora están peor. Lo mismo pasa con la accesibilidad física: venimos denunciando que hay territorios en los que no se ha llegado a construir la red proyectada de vías de accesibilidad de carreteras, pues habrá que empezar a solucionar déficits históricos antes de hacer otras nuevas. Y así como muchas cosas.
¿Y esos 10.000 millones de euros anunciados por el Gobierno son suficientes para hacer frente a este problema?
Ese plan es la solución de muchas de nuestras reivindicaciones que hemos trasladado al Gobierno. No obstante, obviamente, no es suficiente. Es un buen recurso para empezar. Hay que aplicarlo bien, pero lo que hay que ir diseñando de cara al futuro es un mecanismo estable de financiación, que no solo dependa de que haya fondos europeos, que pueda extenderse durante una década o dos (las que hagan falta para solucionar el problema) y que esté protegido de los vaivenes que puedan suponer los cambios en el Gobierno y los ciclos de la actividad política. Es importante que este plan se articulase entorno a un pacto de Estado entre todas las fuerzas políticas para que quede protegido a esos vaivenes y que tenga un mecanismo de financiación estable.
¿Qué opina del 'Erasmus rural' que prepara el Gobierno?
Es una propuesta que trasladamos a la Administración. Si hay una cuestión que nos parece muy relevante es la Educación y la Universidad. Conocemos y sabemos, porque muchos de nosotros lo hemos vivido, es que la educación que había hasta ahora en la España vaciada era abandonar. Había una expresión muy dramática que nuestros padres nos decían 'Hijo, estudia y vete'. Parecía que la formación estaba destinada para ejercer tu profesión fuera de allí, vaciando el territorio de gente joven, emprendedora y con más capacidad de preparación. Eso es lo que hemos de evitar. La formación tiene que transmitir que desde tu mismo territorio puedes tener un proyecto de vida interesante, igual que en otro sitio. Para que muchos que no son originarios de estos rurales conozcan esa realidad y poder interesante por eso, el Erasmus rural está muy bien porque pone al estudiante universitario en contacto con una realidad que a veces desconoce porque viene de un medio urbano.
En la primera ley de cambio climático estatal aprobada recientemente en la Cámara Baja, ¿cómo se aborda la problemática de la despoblación y el mundo rural?
Hemos trabajado con mucha intensidad. Apostamos por la transición de los combustibles fósiles a las renovables, pero sobre todo queremos que se haga bien y con respeto al patrimonio natural y cultural que tiene el medio rural. Lo que no puede ser es que el medio rural se convierta en el patio trasero de esas ciudades donde se ubica sin orden ni concierto todo lo que no quiere una gran ciudad. Conseguimos introducir una enmienda que dice que el desarrollo deberá hacerse con respeto al medio natural y también, y muy importante, deberá contribuir el desarrollo del territorio donde se ubiquen las energías renovables.
"Habrá una implicación territorial de las energías renovables"
Esa contribución al desarrollo es justa porque está aprovechándose de un recurso público (el medio ambiente) y nos parece lógico que contribuya, pero sobre todo porque hará recibir a las energías renovables como un elemento vinculado a su desarrollo, no como una operación empresarial que va sin más y coloca sus instalaciones, y se desentiende del sitio donde las ha colocado. Habrá una implicación territorial de las energías renovables. El proceso ha de ser justo con los territorios que soportan esta actividad porque, si se hace bien, para estos territorios es una oportunidad, pero si se hace mal, incluso será perjudicial porque enfatizará la despoblación y hará que el turismo rural o de naturaleza se vean perjudicados.
En cuanto al plan que ha presentado esta semana en el Congreso, denominado 'Modelo de desarrollo', proponen 101 medidas con el objetivo de afrontar el "necesario proceso de reequilibrio territorial de España". De todas ellas, ¿cuáles son las que más urgen?
Una de las cuestiones más precisas que tiene el plan es la voluntad de que las medidas se puedan ejecutar a muy corto plazo o de manera inmediata sin requerir grandes desarrollos teóricos previos. Podríamos destacar la reclamación de una fiscalidad diferenciada en el sentido positivo, que estimule la inversión y la actividad en todos estos territorios en situación de infradesarrollo. Los incentivos fiscales siempre han sido una herramienta histórica en la repoblación. También, porque es una labor de justicia, la tabla de IRPF o de impuestos sociales es la misma en cualquier sitio de España, aunque reciban unos territorios menos servicios por parte del Estado, por lo que estos deberían pagar menos hasta que no se igualen los servicios. Es un instrumento muy importante para repoblar.
"Hay que dar unas condiciones mínimas que permitan competir para que la gente emprenda"
Por otro lado está el Plan 100/30/30, que asegura la conectividad a internet en 100 megas simétricos en todo el territorio; garantiza el acceso a servicios básicos como la educación o sanidad en desplazamientos de no más de 30 minutos y una autovía a un máximo de 30 km de distancia de cualquier localidad. Combina la accesibilidad física a los servicios, la flexibilidad física al territorio y la accesibilidad de telecomunicaciones para poder trabajar.
Otra medida es la de intentar implementar industria nueva en territorios despoblados. Al final, se trata de ir hacia un modelo de desarrollo que permita reequilibrar tanto territorialmente los espacios como dar oportunidades más o menos equiparables a todos los lugares. En la situación actual, aunque quisieran, no podrían competir ya que no tienes ni fibra óptica ni Internet. Hay que dar unas condiciones mínimas que permitan competir para que la gente emprenda. Todo ello bajo una premisa constitucional, la igualdad de oportunidades.
A colación de este plan, se ha vuelto a poner sobre la mesa un pacto de Estado contra la despoblación. ¿Cree que este asunto encontraría un amplio consenso entre las diferentes fuerzas del arco parlamentario?
Por supuesto que sí. Tramitamos una moción para el plan de actuación de medidas urgentes, que salió aprobada sin ningún voto en contra. Tuvo un apoyo mayoritario (solo se abstuvo Vox). Hace poco se aprobó una proposición no de ley (PNL) por la que se instaba al Gobierno a crear un mecanismo de garantía rural y salió también adelante con un amplio consenso. Estamos convencidos de que hay un consenso social para acometerlo. Y porque pocas veces concurrirán esa conciencia social, la voluntad del Gobierno y del arco parlamentario para empezar a solucionarlo y los recursos económicos. Es una oportunidad que no se puede desaprovechar porque quizás sea la última.
En cuanto a su llegada al Congreso, ¿cree que otras organizaciones locales, como Soria Ya o Jaén Merece Más, deberían seguir el mismo ejemplo y presentarse a las próximas elecciones?
Es una reflexión que debe hacer cada uno en su territorio. Aunque estamos muy en contacto con ellos, al final las decisiones las toma cada uno. Nosotros, en su día, tomamos la decisión de hacerlo porque pensamos que es imprescindible estar donde se toman las decisiones. Habíamos seguido durante 20 años el otro modelo, que es el del movimiento social, que ha de influir sobre las decisiones, pero que al final se quedan al aire de que le hagan caso. Lo que sí detectamos todas las plataformas es que hay una reflexión muy profunda de no dejar pasar esta oportunidad de acabar con la despoblación. El movimiento, que es muy general y transversal ideológicamente (entendemos que es una cuestión que nos afecta a todos, sea cual sea nuestra manera de posicionarnos políticamente) espera que se acometa una solución desde los sucesivos gobiernos que pueda haber.
En cualquier caso, ¿existe la posibilidad de que haya un macroespacio político que aglutine a diferentes plataformas locales unidas por el mismo objetivo?
Es una reflexión que le corresponde a cada una de las plataformas. Yo puedo hablar por Teruel Existe. Aunque nos llamamos así, transmitimos una idea de país que camina hacia la repoblación y el equilibrio entre los territorios. Nos presentemos como nos presentemos, será nuestra filosofía. Denunciamos el problema local como reflejo de un problema global que se extiende por todo el país. Por eso pensamos que hay que actuar en la raíz para poder solucionar los problemas locales. A lo mejor nos falta accesibilidad física y telecomunicaciones, pero también les faltan a otros, por lo que tiene que haber un replanteamiento de políticas de Estado.
"Denunciamos el problema local como reflejo de un problema global que se extiende por todo el país"
Hay que cambiar determinadas sinergias que hay en muchos ministerios todavía, que no acaban de asumir que hay una voluntad política de caminar en el sentido de los reequilibrios territoriales. Si nos ponemos como objetivo acabar este problema, en un par de décadas y poco a poco se puede acabar. En España hay un país muy desarrollado, competitivo a nivel mundial y de la UE, y otro país que está en infradesarrollo porque precisamente se puso al servicio del que tiraba del carro, unos territorios se pusieron al servicio de otros, y eso es corregible.
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