Este artículo se publicó hace 12 años.
La pista muerta de Jesús Gil no conducirá ya hasta la mafia rusa
Los procesos judiciales aún abiertos contra el alcalde marbellí apenas rozarán ya a su entorno y delitos urbanísticos por decenas de millones de euros quedarán impunes
Juan José Téllez
Veintiún años después de que el Grupo Independiente Liberal (GIL) llegara al Ayuntamiento de Marbella, la pista que supuestamente debiera conducir hasta la mafia rusa parece definitivamente perdida: "Eso se queda ya para las películas", bromea la abogada Inmaculada Gálvez, una de las principales opositoras a Jesús Gil y Gil cuando era concejal de su ayuntamiento.
A su juicio, los procedimientos judiciales que siguen abiertos apenas rozarán ya el entorno del tipo que abofeteó a Benny Hill y que llegó a presentar un programa de televisión desde un jacuzzi. Hasta ahora, la persecución judicial de todos los actos ilícitos cometidos por el populista alcalde marbellí se ha reducido a requerimientos económicos que incluso va a suponer ahora el embargo de sus herederos directos, pero nada parece indicar que vaya a poder sustanciarse algo más relacionado directamente con el finado: de hecho, diversos delitos urbanísticos cometidos durante su mandato duermen el sueño de los justos y tras la sentencia del llamado Caso Saqueo 1, por malversación de 24 millones de euros de caudales públicos marbellíes entre 1991 y 1995, sólo quedaría por resolver el sumario del Caso Saqueo 2, por valor de 74,8 millones de euros y por el que se procesa a 35 personas, entre quienes figura el propio Juan Antonio Roca: "El juez Miguel Angel Torres fue el único que se atrevió a abrir diligencias, pero en gran medida ya era tarde", afirma Inmaculada Gálvez, quien en una ocasión fue expulsada del pleno municipal en volandas por los policías locales, a instancias de Gil, que no toleraba sus críticas.
La persecución judicial de todos los delitos cometidos por el populista alcalde marbellí se ha reducido a requerimientos económicos
A finales del mes de julio concluía el proceso del Caso Malaya, cuya sentencia probablemente se conocerá en octubre: "Se dice que antes de que comience el juicio a Isabel Pantoja por el caso Guadalpin". De hecho, hasta ahora, se ha cuidado en extremo que el curso de la compleja pesquisa de la primera de dichas operaciones no se solapara con la comparecencia de la tonadillera. Esta misma semana, Angeles Muñoz, alcaldesa del PP de Marbella, se felicitaba por la confirmación del embargo de 106 millones de euros a los herederos de Jesús Gil y Gil, como medida preventiva tras la condena por dicha misma cantidad promulgada en abril de 2011. Así que, de momento, los hijos del alcalde tendrán que afrontar el pago al consistorio de 66,5 millones de euros de embargo principal, a los que se suman otros 39,1 millones en concepto de intereses.
Sus cuatro hijos, Jesús, Miguel Ángel, Fernando y Myriam Gil Marín, tendrán que pagar el pato. El Tribunal de Cuentas ha aceptado el requerimiento del consistorio que saquearon para que se ejecute preventivamente una parte del embargo, lo que incluye 3.999 acciones de Vegángeles S.A; 449 de Montajes Incor S.A.; 1.560 títulos de Compañía Internacional de Bienes Reales; 3.600 de Abastecimientos El Carrascal S.L.; 9.000 de la entidad Club Financiero Inmobiliario S.A -donde comenzó su imperio marbellí.; 9.999 de Promotora Inmobiliaria La Alcazaba S.A.; 9.000 acciones de la entidad Promociones Futbolísticas S.A.; 55.000 de la empresa Amz S.A.; 499 de Presidencia del Club Atlético de Madrid S.L.; y 8.298 de Myramco S.L. Según fija la sentencia, "el demandado Don Gregorio Jesús Gil y Gil fue alcalde de Marbella en el momento de los hechos enjuiciados, y al haber fallecido esa defunción no extingue la responsabilidad civil ni la contable derivada del ejercicio de sus funciones como alcalde, sino que se transmite a sus causahabientes como responsables directos por sucesión".
La sentencia también afecta al exalcalde Julián Muñoz; al ex teniente de alcalde Pedro Román, y a los exconcejales del GIL Marisa Alcalá, Rafael González y Antonio Luque, por muy diversas cantidades. La resolución del Tribunal desestimó, sin embargo, que existiera responsabilidad contable sobre la exconcejala Dolores Zurdo, inicialmente encausada.
Miguel Ángel Gil insiste en que todo se debe a problemas contables, por pagos mal contabilizados
Ya en su día, Miguel Angel Gil, máximo accionista del Atlético de Madrid, aseguró que el 56 por ciento de las acciones del club le pertenecía plenamente, aunque suele pasar de puntillas sobre el hecho de que en 2004 fuera condenado a año y medio de prisión por estafar a esta misma entidad: "No tengo ni una acción de mi padre --aseguró--. Tanto mi 56 y pico por ciento como el porcentaje de mis hermanos son consecuencia de nuestro trabajo y nuestros negocios. Mi porcentaje lo adquirí en una ampliación de capital de 2004. Tan solo hay un porcentaje que corresponde a las acciones de mi padre, que es el 7% que tiene mi madre". Él viene insistiendo en que todo ello se debe a problemas contables, por pagos mal contabilizados.
A los hijos de Gil les interesa dejar claro que no se trata de una imputación directa contra ellos sino de una herencia envenenada: "Nosotros aceptamos la herencia de mi padre, pero nada más. Se aceptó a beneficio hereditario, como caudal hereditario. Nada más. No es sólo en contra de los hijos de Jesús Gil, también es para mucha gente del ayuntamiento de Marbella. El fallo es contra los herederos de Jesús Gil no contra las personas físicas", se ocupó en aclarar hace justo un año. Al aceptar su legado, se hicieron responsables como sucesores legales de todos los derechos y obligaciones del controvertido regidor de Marbella. Su testamento incluía sólo 854 euros en efectivo, pero también numerosas empresas valoradas en unos 600.000 euros.
Ahora se cumplen diez años dese que dejara el consistorio tras la contundente sentencia del Caso Camisetas, por el desvío de 450 millones de pesetas del Ayuntamiento de Marbella al Atlético de Madrid, lo que le supuso una condena por prevaricación, con la inhabilitación consecuente para el ejercicio de cargo público. Sus hijos siguen, sin embargo, la estela empresarial de su padre: el primogénito Jesús Gil Marín, que fuera alcalde de Estepona entre 1995 y 1999, preside la consultora inmobiliaria Gilmar, creada en 1983 y especializada en viviendas de lujo; mientras que Miguel Ángel Gil ejerce como consejero delegado del Atlético de Madrid, Myrian ocupa cargos en seis empresas y el menor, Oscar, dirige la urbanización segoviana Los Ángeles de San Rafael.
La Costa del Sol es una lavadora de dinero sucio llegado desde el otro lado del antiguo Telón de Acero
Sin embargo, el albur de la mafia rusa se diluye. Siempre se dijo que el gilismo era una formidable pantalla mediática para lavar dinero del crimen organizado que dominó Rusia tras la caída del Muro de Berlín. Tras sufrir una quiebra, el banquero Alexander Sigarev, en 1999, aseguró haber sido sobornado por Pedro Román, el segundo de a bordo de Gil, pero el asunto quedó en agua de borajas. Más pintoresca fue la erección en Puerto Banús de una escultura titulada La Victoria, obra del escultor Zubrab Tsereteli, cuyo origen es sumamente difuso. Se dice que se la regaló a Gil el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, allá por 1995.
En muchos casos, la implicación de las organizaciones rusas no ha podido sustanciarse plenamente. En otros sí. Las operaciones Avispa (1995, 2005 y 2006), Troika (2008) y Java (2010) se saldaron con más de 72 detenidos, por lo que no parece casual que España, y no sólo la Costa del Sol, sea una formidable lavadora del dinero sucio llegado del otro lado del antiguo Telón de Acero y no sólo de la Federación Rusa. De hecho, hoy por hoy, el alcalde de Casares, Juan Sánchez, se encuentra imputado por una operación similar, que no sólo se extendería sin embargo a su municipio sino a otros enclaves de la provincia malagueña, como Mijas.
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