Este artículo se publicó hace 16 años.
La petrolera Total es condenada por el naufragio del "Erika"
La petrolera Total, el armador y el gestor del petrolero "Erika" y la sociedad italiana de certificación Rina fueron condenados hoy a pagar colectivamente 192 millones de euros en indemnizaciones a las víctimas de la marea negra que provocó el hundimiento del barco frente a las costas francesas en 1999.
Paralelamente, por primera vez en Francia un tribunal reconoce la existencia de un perjuicio ecológico causado por daños al medio ambiente, por lo que los condenados deberán indemnizar a asociaciones ecologistas y otros afectados por la contaminación.
El "Erika", de pabellón maltés, naufragó a causa de una tempestad el 12 de diciembre de 1999 ante la costa bretona y vertió al mar 20.000 toneladas de fuel. La marea negra afectó a 400 kilómetros de costas y provocó la muerte de 150.000 pájaros.
La sentencia del Tribunal Correccional de París, dictada ocho años después de la catástrofe y siete meses después del inicio de la vista oral, ha caído como un jarro de agua fría en los abogados de la petrolera Total, que recomendarán a la multinacional que apele para parar el pago de las multas y las indemnizaciones.
Además de la petrolera, el tribunal condenó al armador del "Erika", el italiano Giuseppe Savarese, al gestor del mismo, el también transalpino Antonio Pollara, y a la empresa encargada de la certificación del barco, Rina.
El monto de las indemnizaciones está muy lejos de los mil millones de euros que habían reclamado las 101 partes civiles personadas, muchas de cuyas demandas fueron rechazadas.
El principal beneficiario de las indemnizaciones será el Estado francés, al que corresponderán casi 154 millones de euros.
El departamento de Loire-Atlantique, con 4,3 millones, la región de Bretaña con 2,57 millones y el departamento de Morbihan, con 2,1 millones, le siguen como principales damnificados, por delante de otras regiones, departamentos y municipios cuyas costas fueron manchadas por la marea negra.
La Corte también ha reconocido el derecho a ser indemnizado a asociaciones ecologistas, sobre todo la Liga de Protección de los Pájaros, que recibirá casi 800.000 euros y cuyo presidente, Allain Bougrain-Dubourg, consideró la sentencia como "histórica".
Además de la parte civil, el Tribunal dictó multas máximas para los condenados, iguales a las solicitadas por la Fiscalía.
Total y Rina fueron condenados a 375.000 euros cada una, el máximo para un sujeto jurídico por contaminación marítima, mientras que el armador y el gestor deberán pagar 75.000 euros cada uno. La Corte no dictó prisión para ellos, contrariamente a lo pedido por la Fiscalía.
La sentencia absuelve a dos filiales de Total, al capitán indio del petrolero, Karun Mathur, a otros empleados encausados y a tres militares de la Prefectura marítima de Brest que comparecían acusados de negligencia.
Como solicitaba la Fiscalía, el tribunal ha considerado a Total, dueña del petróleo, culpable de "imprudencia" al no haber tenido en cuenta la vetustez del "Erika", pese a que tenía casi 25 años, ni su historial de mantenimiento, factores que para la Corte tuvieron "un papel causal en el naufragio".
La defensa de la petrolera había asegurado que su cliente se limitó a alquilar el barco, que tenía en regla las inspecciones, por lo que no se considera responsable de la corrosión de su casco.
El armador y el gestor del "Erika" fueron negligentes en su mantenimiento, según la sentencia, que indica que debían conocer el estado del barco y el riesgo que se corría al utilizarlo.
Rina, que certificó la navegabilidad del barco, actuó con precipitación y sin verificar su estado, indica la sentencia.
El veredicto del tribunal ha provocado euforia entre los defensores del medio ambiente en Francia, que consideran que sienta un precedente al reconocer el prejuicio ecológico.
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