Este artículo se publicó hace 15 años.
Pekín recibe a Obama
El mandatario estadounidense asegura que el diálogo entre China y EEUU es beneficioso para todo el mundo
Barack Obama ya está en Pekín. El mandatario estadounidense ha llegado a la capital china para afrontar retos globales, como el cambio climático, Afganistán o la desnuclearización de Irán y Corea del Norte y para tratar de convencer a su homólogo chino, Hu Jintao, de fortalecer las relaciones bilaterales en aras de encontrar una salida a la crisis económica.
Para Obama, su cita con Hu Jintao es de tal importancia que a su llegada al Gran Salón del Pueblo en Pekín, durante la ceremonia de bienvenida, aseguró que "un diálogo robusto es importante no sólo para EEUU y China sino también para el resto del mundo", justo después de los pertinentes agradecimientos a su anfitrión.
Ambos líderes ya mantuvieron anoche una cena de carácter privado en la que abordaron los desafíos económicos de sus respectivos países. Según indicó el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, James Jones, durante la cena, la conversación se centró en la evolución y las historias de los dos países.
Durante su visita, se espera que Obama inste a China a fomentar más el consumo interno y a permitir que la cotización del yuan (moneda china) fluctúe de acuerdo con la demanda del mercado, asuntos en los que Pekín se ha mostrado hasta el momento poco receptivo.
Corea del Norte e IránLa próxima reunión sobre el clima en Copenhague copará buena parte de la reunión. En concreto, el presidente estadounidense intentará persuadir al líder chino para llegar a un acuerdo, según la agencia EFE.
"No buscamos imponer ninguna forma de Gobierno a ningún país"
Asimismo, Obama también buscará recabar el apoyo del presidente chino a posibles medidas más duras contra Irán y Corea del Norte si esos países continúan incumpliendo sus obligaciones internacionales en sus programas atómicos.
El mandatario estadounidense, que permanecerá en Pekín hasta mañana, llegó a la capital china procedente de Shanghai, donde conversó con universitarios chinos en una sesión de preguntas y respuestas durante la cual se cuidó mucho de evitar criticar a China en relación a la violación de derechos humanos.
"La libertad de expresión, de religión, de acceso a la información y de la participación política son, creemos, derechos universales. Deberían aplicarse a todos los pueblos, incluidas las minorías étnicas y religiosas, sea en EEUU, en China o en cualquier otro país", subrayó.
Sin embargo, rápidamente añadió "no buscamos imponer ninguna forma de Gobierno a ningún país. Pero no creemos que nuestros valores sean únicos a nuestro país", para no caer en ninguna polémica con sus anfitriones de cara a una reunión tan relevante para los intereses estadounidenses.
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