Este artículo se publicó hace 16 años.
Oraciones y flores en la reapertura del hotel Trident de Mumbai
Por Rina Chandran
Una ceremonia de oraciones de diversas religiones marcó el domingo la reapertura del hotel Trident de Mumbai, uno de los sitios de los ataques terroristas del mes pasado, con huéspedes que recibían rosas y al mismo tiempo eran revisados por un escáner en el reluciente vestíbulo.
Las 550 habitaciones, tres restaurantes y el bar del hotel fueron abiertos tras oraciones hindúes, cristianas, musulmanas, judías y budistas en el vestíbulo que tres semanas atrás estaba lleno de vidrios rotos y charcos de sangre.
Los huéspedes sostuvieron rosas rosadas y los miembros del personal se mantuvieron de pie juntando las manos en las escaleras que llevaban al adyacente hotel Oberoi, que permanece cerrado, mientras ese cantaban versos religiosos.
"Nos sentimos tristes cuando se nos recuerdan los eventos, pero también estamos felices de que el hotel haya vuelto a abrir", dijo Rashmi Mehra, un cliente habitual del restaurante Frangipani que perdió a un amigo en los ataques del 26 al 29 de noviembre en los que murieron 32 clientes y miembros del personal.
"Vamos a ver si logramos encontrar una mesa para almorzar, nos dijeron que está completamente reservado", agregó.
No ha habido escasez de consultas por habitaciones y reservas para el restaurante, aunque autoridades del hotel dijeron el sábado que los índices de cancelaciones han sido de entre 30 y 35 por ciento tras los ataques de integristas islámicos que causaron la muerte a al menos 179 personas.
El cercano e histórico hotel Taj Mahal, donde hubo un asedio de 60 horas, abrirá sus puertas más tarde el domingo a más de 1.000 clientes y huéspedes para una recepción de gala.
BIENVENIDOS
Los periódicos del domingo llevaban un gran aviso que mostraba la impresionante cúpula del Taj Mahal y un titular que decía: "Bienvenidos a casa de nuevo".
Las autoridades en el Trident dijeron que al menos 100 habitaciones serían ocupadas en el hotel, un favorito de los ejecutivos de negocios extranjeros, y se esperaba que los restaurantes estuvieran llenos.
"Un huésped que entre no encontrará rastros de lo que ocurrió", dijo Rattan Keswani, presidente de los Hoteles Trident.
"Creemos que ha llegado el momento de mirar hacia adelante al futuro. Ahora, los temores de los turistas y los Gobiernos que han emitido advertencias deben disiparse para que la gente regrese a Mumbai", agregó.
Los daños en el Oberoi siguen calculándose, y aún podría tardar seis o siete meses en abrir, dijo Keswani.
En el café Leopold, otro de los 10 lugares atacados, los habituales y los curiosos siguen acudiendo, a pesar de que aún se ven los agujeros de las balas en las paredes y ventanas.
"Hay todo tipo de elementos disuasivos en pie, pero ¿puede alguien evitar un asalto armado de ese tipo? Probablemente no", dijo Keswani.
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