Este artículo se publicó hace 12 años.
El objetivo era cortar el tráfico para denunciar los recortes en las aulas
La iniciativa partió de una asamblea de alumnos indignados por la mala gestión
"Como Grecia, arderá Valencia". La frase, repetida ayer por los cientos de estudiantes que corrían detrás de la Policía, refleja el descontento social que va creciendo en el País Valencià. La propia delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, reconoció que en los últimos meses se han "duplicado e, incluso, triplicado, las manifestaciones respecto a la media" en esta comunidad autónoma. Los impagos, la presunta corrupción y los recortes están detrás de esta creciente conflictividad social. De todos los sectores afectados, es el de la educación uno de los más beligerantes contra la mala gestión de la Generalitat Valenciana.
Son precisamente los recortes en la enseñanza el motivo de la manifestación que ayer tuvo lugar en Valencia, y que derivó en un enfrentamiento con la Policía que se prolongó durante horas. La concentración comenzó de forma pacífica a las tres menos cuarto de la tarde en la puerta del Instituto Lluís Vives, situado en el centro de la ciudad. Este centro se ha distinguido por sus movilizaciones a favor de la enseñanza pública: ya fue uno de los más destacados en la lucha contra el anuncio del entonces presidente Francisco Camps de imponer la asignatura de Educación para la Ciudadanía en inglés en el año 2008.
La iniciativa partió de una asamblea de alumnos indignados por la mala gestión
La de ayer fue la sexta jornada consecutiva (a excepción del fin de semana) en la que los alumnos de este centro de Secundaria se concentraron a la salida de clase. El objetivo había sido consensuado entre los estudiantes: cortar el tráfico durante diez minutos en protesta por "la falta de profesores, la falta de material escolar, la falta de los medios básicos para estudiar, folios, agua, luz, calefacción... ", según un comunicado emitido ayer por la Coordinadora de Asambleas de Estudiantes del País Valenciano.
Fue en enero cuando los estudiantes decidieron organizarse en la asamblea "SOS Educació", formada por alumnos de varios centros. Los escolares del Lluís Vives fueron los primeros en pasar a la acción. Según Lucas Pérez, uno de los alumnos promotores, la brutalidad policial provocó que cada vez más personas acudieran a apoyarlos. El miércoles, cuenta, los agentes obligaron a los estudiantes a abandonar la calzada arrastrándolos del pelo por el suelo.
La dirección del centro ha aclarado que los docentes no han promovido la acción estudiantil. No obstante, las cargas policiales sí han provocado la solidaridad de los profesores, que expresaron el pasado domingo en un comunicado en el que tacharon la actuación policial de "violentísima y desproporcionada [] y fuera de cualquier lógica democrática". Los docentes enmarcaron las agresiones de las fuerzas del orden "en los reiterados intentos de nuestras autoridades para desprestigiar la enseñanza pública y criminalizar" a quienes la defienden.
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