Este artículo se publicó hace 15 años.
Obama podrá designar un juez en el Supremo
El presidente asegura que buscará un candidato "listo e independiente"
Isabel Piquer
La renuncia de uno de los jueces del Tribunal Supremo de Estados Unidos, David Souter, dará al presidente, Barack Obama, una primera oportunidad de influir en el máximo órgano judicial del país, al designar a su sucesor, aunque no alterará fundamentalmente el delicado equilibrio político de la corte puesto que Souter es considerado progresista.
El presidente aseguró este viernes que buscará a un candidato "independiente, listo, con una amplia experiencia y que no considere la justicia como una cosa abstracta, sino como algo que afecta la vida diaria" de los estadounidenses. Alguien, añadió, que "sienta empatía, entienda y se identifique" con las preocupaciones y luchas del ciudadano.
Pese a haber sido designado por el primer presidente George Bush en 1990, Souter, de 69 años, se convirtió rápidamente en una de las voces más moderadas del Tribunal. La prensa estadounidense, citando fuentes cercanas al magistrado, aseguró que éste, cansado de Washington tras casi 20 años en el puesto, quería retirarse en junio a su estado de New Hampshire.
Souter fue uno de los cuatro jueces que votaron contra el fallo que otorgó la victoria de George Bush sobre Al Gore tras las elecciones de 2000.
La noticia es un regalo envenenado para Obama. Por una parte, le permite convertirse en el primer presidente demócrata en 15 años en nombrar a uno de los jueces del Tribunal; pero, por otra, amenaza con abrir un debate sobre la elección de su sucesor, no tanto con los republicanos, sino en el seno de su propio partido.
Tras la noticia, los lobbys empezaron a prepararse. "Esperamos que el presidente Obama seleccione a un candidato eminentemente cualificado que esté dedicado a los valores constitucionales, a la justicia para todos y no solamente para unos pocos", dijo Nan Aron, presidenta de la organización liberal Alianza por la Justicia.
La jubilación de Souter no alterará el equilibrio político en este momento, hay cuatro progresistas y cinco conservadores pero sí podría cambiar el equilibrio de género.
Sólo hay una mujer en el Tribunal, la jueza Ruth Bader Ginsburg, de 76 años, que ha sido sometida a una operación de cáncer de páncreas, y el Gobierno de Obama podría aprovechar la ocasión para aumentar el cupo femenino.
Entre los nombres que más suenan, figuran los de la procuradora general, Elena Kagan; las juezas federales Sonya Sotomayor, Kim McLane Wardlaw, Sandra Lea Lynch y Diane Pamela Wood, y la presidenta del Tribunal Supremo de Georgia, Leah Ward Sears,
El Supremo está compuesto por nueve magistrados con cargo vitalicio.
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