Este artículo se publicó hace 14 años.
Munilla quiere enviar al destierro a un franciscano
El religioso denunció que el obispo redactó una "lista negra" de curas vascos
Dicen que la venganza se sirve fría. Seis meses después de su nombramiento, el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha exigido al provincial de los franciscanos de Arantzazu que "destierre" a las misiones al religioso José Arregi. Este fraile denunció, a finales del año pasado, que durante su época de párroco en Zumárraga, Munillatenía en su ordenador una "lista negra" de curas vascos. La denuncia, que posteriormente fue reconocida por el prelado ante sus sacerdotes, le valió a Arregi la condena al silencio. Un castigo que no ha parecido suficiente.
Según ha denunciado el propio franciscano, Munillase dirigió a sus superiores, instándoles a "callar del todo a José Arregi". "Yo no puedo, hasta dentro de dos años [hasta que haya tomado las riendas de la diócesis], adoptar directamente esta medida contra él. Pero ahora debéis actuar vosotros. Os exijo que lo hagáis", afirmó el obispo según el relato de Arregi. No sólo eso. "Como medida de gracia", Munilla dio la posibilidad de enviar a América al religioso, a quien calificó de "agua sucia que contamina a todos, a los de fuera de la Iglesia al igual que a los de dentro". Arregi ha anunciado que no admitirá su destierro.
Tras revelarse la información, el Obispado de San Sebastián emitió una breve nota en la que confirma que Munilla ha mantenido varios encuentros con Arregi. Aunque el escrito dice que el obispo "no responderá" a las acusaciones, en el punto siguiente insiste en que la acusación del religioso "contiene graves falsedades", sin decir cuáles y, sobre todo, sin negar que haya reclamado el castigo para el franciscano.
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