Este artículo se publicó hace 13 años.
Tiene un móvil como quien tiene un Simca 1000
Antonio Avendaño
Es duro hacerse mayor y tener que pasarse el día simulando que eres más joven de lo que en realidad eres y que te interesa más lo que pasa en Twitter que lo que pasa en la última novela canalla de James Ellroy. No es que Rubalcaba, nacido en 1951, haya llegado tarde a las nuevas tecnologías, es que las nuevas tecnologías han llegado tarde a él.
Al candidato socialista se le da bien la comunicación, sí, pero la comunicación a la antigua, de tú a tú, mirando a los ojos de la gente, justo al revés de lo que decía la legendaria canción de Golpes Bajos, cuyo talentoso letrista parecía estar haciendo toda una premonición de lo que luego sería internet: "No mires a los ojos de la gente, me dan miedo, siempre mienten".
Es casi seguro que el líder socialista no sufrirá adicción a las nuevas tecnologías
Es seguro que el líder socialista no sufrirá jamás la adicción a las nuevas tecnologías que padece alguna gente joven y muy joven. A Rubalcaba le ocurre con los móviles, los ordenadores, los iPad, los iPhone y demás aparatos lo que a tantas prudentes mujeres con los coches: que no les interesan. Oyen hablar de caballos, de cubicaje, de tracción y no digamos de cilindros y ponen cara de que les están hablando en chino: no sólo no lo entienden sino que además están firmemente decididas a no aprenderlo jamás. Por fortuna para los fabricantes de automóviles, el mundo está lleno de hombres. Por fortuna para los fabricantes de móviles, el mundo está lleno de gente que no se parece a Rubalcaba. Al candidato del PSOE le hablas de un móvil de diseño ultrafino, supercompacto, acabado en aluminio, con wifi, Google Navigation y cámara de ¡¡¡10 megapíxeles!!! y pone cara de que le estás hablando en chino: ni lo entiende ni piensa ponerse a estudiarlo.
Un móvil "superantiguo"Es conocido que Rubalcaba tiene un móvil cuyo equivalente automovilístico sería un Gordini o un Simca 1000. El candidato estuvo en agosto con jóvenes de la Menéndez Pelayo y los chavales lo calaron rápido. Cuando los periodistas les preguntaron, lo primero que dijeron es que Rubalcaba tenía un "móvil superantiguo" que además no debía de tener "ni cámara de fotos". Rubalcaba no sabe que un móvil sin cámara ni es móvil ni es nada. Bueno, sí, vale, podemos aceptarlo como móvil, pero de igual modo que aceptaríamos pulpo como animal de compañía o Seat 124 como último grito en turismos guays. De su teléfono se sabe que es un Nokia y poco más, aunque parece que no hay mucho más que saber porque de prestaciones anda más bien cortito.
Rubalcaba tiene más de 70.000 seguidores en Twitter
El candidato tiene cuenta en Twitter desde hace algún tiempo y la cosa va como un cañón: más 70.000 seguidores, más de 1.000 tuits a la hora, más de 5.000 de media en 24 horas Grandes cifras cuyo pequeño problema es que son de mentira: los mensajes no los ha escrito Rubalcaba con estas manitas, sino su equipo de campaña con las suyas. En realidad, cuando Twitter cae en manos de un candidato deja de ser una red social donde la gente intercambia ideas, chistes, paridas, insultos y demás, o sea, lo normal, y se convierte en una red propagandística donde el equipo de campaña envía a sus seguidores eslóganes, eslóganes y eslóganes. O sea, lo normal.
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