Móstoles echa leña al pulso entre sectores

La decisión de que participen en la elección de los delegados para el 38º Congreso los 273 militantes de la agrupación de Móstoles (Madrid), que está disuelta desde octubre de 2008, ha echado leña al fuego del enfrentamiento entre los sectores que encabezan Rubalcaba y Chacón.

"No se pueden cambiar las reglas de juego cuando a uno no le salen las cuentas o no le gusta lo que han opinado los militantes", dijo el secretario general de Madrid, Tomás Gómez. A su juicio, la decisión "vulnera la neutralidad" y, según su equipo, pretende favorecer a Alfredo Pérez Rubalcaba. En esta línea, Carme Chacón pidió que se apliquen los estatutos "con máxima neutralidad".

No lo ven así los partidarios de Rubalcaba. Jaime Lissavetzky apeló al "cuantos más voten, mejor", y recordó que ya se les permitió votar en las primarias que enfrentaron a Gómez y Trinidad Jiménez, en 2010. Entonces se integró en el equipo de la exministra David Lucas, quien posteriormente fue desterrado por Gómez a Móstoles, donde ahora ejerce de portavoz municipal.

La Secretaría Federal de Organización ha optado por mantenerse al margen, alegando que la Comisión de Garantías, que adoptó el acuerdo, es "un órgano autónomo" que no rinde cuentas ante la Ejecutiva, por lo que "respeta y no discute sus decisiones".