Este artículo se publicó hace 15 años.
"Al Ministerio de Cultura no le importa la danza realmente", asegura Nacho Duato
El director de la Compañía Nacional de Danza de España, Nacho Duato, afirmó hoy en una entrevista con Efe en Chile que "al Ministerio de Cultura no le importa la danza realmente, no apuesta por ella".
"Se cree todavía que la danza es elitista, que se puede prescindir de ella y que no es tan importante, que da mucho más dinero el teatro", afirmó Duato, que anoche debutó en Chile con un gran éxito.
A punto de cumplir dos décadas como director artístico de la Compañía Nacional de Danza, Duato (Valencia, 1957), criticó la "falta de cultura" de los gestores públicos en España.
"El teatro tiene su sede, la ópera tiene su sede, la música también, al circo le acaban de abrir una, y la danza siempre estamos de prestado".
Duato, cuyas creaciones se caracterizan por una excelente calidad técnica y artística y forman parte del repertorio de las compañías más prestigiosas del mundo, opina que "en España no ha habido nunca tradición de danza".
"Es muy difícil que te reconozcan, te reconocen mucho más fuera (de España) que dentro", y la responsabilidad es de las autoridades, no del público, "porque el público responde cuando le das cosas buenas", como demuestra el hecho que los espectáculos de la compañía tengan una afluencia superior al 90 por ciento durante todo el año.
Nacho Duato comenzó su formación en la Rambert School de Londres, amplió sus estudios en la escuela de Maurice Béjart en Bruselas y posteriormente en Nueva York. En 1981 ingresó en el Nederlands Dans Theater, donde conoció a su maestro, Jirí Kylián.
Su incorporación al frente de la Compañía Nacional de Danza en 1990 representó un profundo cambio. Duato aportó su trabajo como coreógrafo e introdujo un estilo contemporáneo sin dejar de lado los preceptos clásicos.
"Este ballet nunca ha sido clásico", precisa al recordar su llegada a lo que entonces era un grupo de danza tradicional sin demasiada notoriedad y por el que habían pasado cuatro directores artísticos en once años.
"El primer espectáculo lo hice con Víctor Ullate", que en 1979 acababa de ser nombrado director artístico y bailaba "Pájaro de fuego", de Maurice Béjart.
A los dos años Ullate fue sustituido por María de Ávila, "que hizo un poquito de neoclásico", y luego llegó Maya Plisetskaya, "que pretendió montar un pequeño Bolshoi en Madrid".
Ese proyecto "no funcionó, porque a los dos años se habían gastado todo el dinero y no tenían giras en ningún sitio".
"No es que yo saque los trapos sucios de estos años, es que realmente no ha habido clásico", puntualiza Duato, que a 10.000 kilómetros de Madrid dice sentirse "más libre" para hablar de la trayectoria de la compañía.
Como el ballet carecía de un perfil definido, a Duato no le resultó difícil consolidar su proyecto.
"Si yo me hubiese ido a Moscú o a la Ópera de París me habría resultado imposible, pero me fui a una compañía en la que no había una dirección fija y todo estaba tambaleándose".
"Fue muy fácil, desde el principio la gente se entusiasmó y de un 30 por ciento de taquilla subimos a un 90 por ciento".
Al asumir la dirección artística de la Compañía Nacional de Danza Duato fue dejando poco a poco de bailar, aunque todavía lo hace de forma esporádica "porque los empresarios lo exigen".
"Si no hubiese dirigido esta compañía habría bailado mucho más, pero prefiero seguir haciendo coreografías, ahora ya no me apetece tanto el escenario", confiesa.
Aunque no le gustan demasiado "las reuniones con el Ministerio, los presupuestos y los temas gerenciales", lo asume como parte de sus obligaciones.
"En mi corazón yo me siento primero bailarín, luego coreógrafo y al final, director; pero en mi vida real primero soy director, luego coreógrafo y al final, bailarín".
Lleva veinte años dirigiendo la compañía "contra viento y marea" gracias a "la fuerza que da ir por todo el mundo y que te reconozcan, y al apoyo del los bailarines, que es muy fuerte, mucho más fuerte que (el hecho de que) el Ministerio (de Cultura) esté en un momento dado en tu contra o que no te apoye como debería".
Con un programa repleto de giras internacionales y actuaciones en España hasta el año 2013, Duato confiesa que a veces se cansa de "estar todo el día de un lado para otro", pero lleva así desde los 17 años "y no sabría vivir de otra manera".
"Si supiese hacer algo mejor que las coreografías y viajar con mi compañía, lo haría, pero realmente no sé hacer otra cosa; me levanto por la mañana y lo que me apetece es ir al teatro. Un ballet me da pie para empezar otro".
La Compañía Nacional de Danza de España se presenta estos días en Chile con cuatro funciones seguidas en el Teatro Municipal de Santiago en las que interpreta los ballets "Castrati", "Por Vos Muero", "White Darkness", "Gnawa" y "O Domina Nostra".
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