Este artículo se publicó hace 14 años.
"Me gustaría que un día se debatiera en serio sobre laicidad"
Ministro de Educación. Llegó al Gobierno con la misión de cerrar un gran pacto educativo. Ahora le preocupa que intereses electoralistas echen por tierra toda la negociación
El pacto político y social por la educación llegará a su punto clave la próxima semana. El jueves se reunirán los consejeros de Educación para concretar sus posturas tras varios meses de discusiones. El ministro de Educación, Ángel Gabilondo (San Sebastián, 1949), asegura que la resolución "está muy cerca". Confiesa que sólo siente "inquietud por aspectos que no están relacionados con la enseñanza", sino con la guerra política. El jueves también discutirán el Gobierno y la oposición sobre la posibilidad de pactar medidas contra la crisis económica.
¿La apertura de un nuevo pacto ante la crisis beneficia o perjudica el acuerdo por la educación?
Antes que ministro de Educación soy miembro del Gobierno y creo que es muy positivo que se abra una negociación en ese sentido. Oigo la palabra pacto y me dinamizo. Para otros es un sinónimo de claudicación. Si queremos abordar el cambio hacia un modelo sostenible, la educación y la formación son determinantes. Podría ocurrir que pareciera interesante llegar a un acuerdo en educación si no se consigue el económico. Sin duda, hay efectos de uno sobre otro.
¿Cómo evalúa el último comunicado del PP?Parecían no haber avanzadonada en los últimos meses.
"Estamos elaborando un decreto sobre los derechos y obligaciones de la concertada"
Hablamos con todos los grupos. Buscaremos el máximo consenso posible. Primero con el PP, porque es el que puede dar estabilidad normativa, pero si no es con ellos, será con otros, y si no, será un pacto social. El PP respondió el otro día con los mismos argumentos de su posición anterior, pero seguimos trabajando y el jueves nos reunimos de nuevo. Estamos en el momento de apretar y se aprieta desde la izquierda y se aprieta desde la derecha.
¿Se ha acordado ya alguna medida concreta, como elegir en 4º de ESO entre FP o Bachillerato?
Lo dice la LOE, no el pacto. Lo que quiero es que lo que decida un alumno a los 16 años no sea irreversible. Vamos a crear más opciones. Con un sistema menos rígido, me atrevo más. Ante la propuesta del PP en este sentido, sobre un Bachillerato de tres años, creemos que la educación hasta los 16 años es irrenunciable. Es una conquista social. Hemos conseguido pasar a una escolarización obligatoria de seis a 14 años. Luego de seis a 16. Ahora de tres a 16. El objetivo es que los alumnos estén de cero a 18, sea en la FP o en el Bachillerato.
"Yo también tengo convicciones, y muy firmes, pero no estoy todo el día aireándolas"
¿Cuál es la principal amenazaal acuerdo?
El pacto está en manos de la voluntad política, que es muy voluble, mi inquietud es que alguien entienda que no es aconsejable firmar un pacto con el Gobierno. Las amenazas son tres: la idea de libertad de enseñanza, los conciertos educativos y ver cómo no hacemos un problema del deber de aprender el castellano y elderecho a usarlo.
¿Qué divergencias haycon la libertad de enseñanza?
"No vinculo mi futuro a este encargo. El presidente decidirá si lo he hecho bien o mal"
Nosotros la entendemos desde la libertad de cátedra, ideológica, de pensamiento o de oportunidades. Y otras lecturas hablan de elección de centro o del cheque escolar. Ahí tenemos una diferencia. De ahí deriva qué se entiende por centro concertado. Somos defensores de la escuela pública, el derecho a la educación es universal. En un momento dado se hicieron los conciertos para garantizar precisamente ese bien, porque el Gobierno no tenía estructura. Por tanto, nos parece interesante, que se diga cuáles son los derechos y obligaciones de la concertada. Ahora estamos elaborando un decreto sobre este asunto e incluso lo estamos negociando. Es uno de los puntos importantes.
¿No está ya zanjado en la Constitución el debate sobreel bilingüismo?
Teníamos esa sensación, ha habido políticas de inmersión lingüística que han dado buen resultado. Entendemos que el bilingüismo es un valor, no un problema. Yo no digo que la gente renuncie a sus convicciones ideológicas, yo las tengo, y muy firmes, pero no estoy todo el día aireándolas como bandera. Lo que pasa es que puedo convivir con otros de convicciones distintas. Eso es la Constitución, y este pacto cuelga de ella.
"Muchos hacen grandes discursos a favor de la escuela pública y luego llevan a sus hijos a otra"
El pacto fue un encargo del presidente del Gobierno. ¿Sería un fracaso no cerrarlo? ¿Lo vincula a su futuro político?
No, espero no tener mucho futuro político, no he venido a tener futuro ni a pasar a la historia, ni a fracasar o dejar de fracasar. El pacto es un procedimiento, se firme o no. Además, lo firmaré yo o el siguiente, pero tarde o temprano habrá que firmar un gran acuerdo. Yo no vinculo mi futuro a este encargo del presidente. Le corresponde a él decir si lo he hecho bien o mal.
¿En qué punto está el acuerdo sobre la promoción de la escuela pública?
"El pacto sólo tendrá credibilidad si va acompañado de un acuerdo de financiación"
Se diga lo que se diga, aquí también hay proximidad. Si el debate es que haya o no educación concertada, nosotros somos partidarios de que exista. Aquí hay unos acuerdos con la Santa Sede que son entre Estados, no entre el Gobierno y la Iglesia. Y eso no está en cuestión, asumido está. También digo que no se defiende la enseñanza pública combatiendo la concertada, ni viceversa. Hay que garantizar que la pública tenga mucha calidad. Y esa es la prioridad. Por ejemplo, la mayoría de inmigrantes y discapacitados están en la pública, por tanto hace falta inversiones en programas de mediación o de profesores especializados para garantizar la calidad. Es necesaria la apuesta para que los que crean en la enseñanza pública vayan a ella, porque he oído a muchos, y lo digo sin pudor, hacer grandes discursos a favor de la enseñanza pública y luego sus hijos van a otros sitios. Así que conviene que seamos coherentes.
¿Cuáles son los derechos y deberes de la concertada?
La pluralidad, la diversidad, la educación inclusiva y la interculturalidad. Nuestro horizonte no es que desaparezca la concertada por la pública. Tenemos que garantizar la pervivencia de la pública y que el dinero público que va a la concertada, aunque respete el ideario de esos centros, garantice la igualdad y la pluralidad.
"Que los extremistas estén tranquilos, podrán seguir siéndolo sin que el pacto les haga daño"
¿Habrá acuerdo de financiación?
El pacto sólo tendrá credibilidad si va acompañado de un acuerdo de financiación. Aunque sea con un horizonte puesto en 2020. Hay que hacer una memoria anual para que se haga un recuento de fondos para exponer en qué se va a gastar y para qué. El pacto habla de una memoria económica con una programación anual cuantificada económicamente.
¿Pagará el ministerio o lo harán las comunidades?
"El laicismo está basado en una idea de tolerancia y respeto a todas las convicciones"
Se habla mucho de que está todo transferido, pero cuando destinamos 600 millones para la implantación de la LOE, nadie lo ha visto como una interferencia en competencias ajenas. Y ese dinero sale del presupuesto del ministerio. No queremos recuperar competencias, sino impulsaras. Debemos hacer programas conjuntos. Hay consejerías de Educación que tienen el doble de presupuesto que el ministerio.
El Estado da a la Iglesia Católica 4.100 millones de euros al año para educación, una cantidad superior al presupuesto de su ministerio [3.400 millones].
Nosotros no pedimos a alguien que sea una iglesia o no a la hora de subvencionar un concierto, lo que pedimos es que preste un servicioeducativo.
Anunció en el Congreso que los 600 millones de euros anuales que financiaban hasta ahora la implantación de la LOE se dedicarían a propuestas salidas del pacto, ¿lo mantiene?
Si el Ministerio de Educación mantiene su presupuesto actual, me gustaría que la partida dedicada a la LOE se destinara al pacto, y si no hay pacto, a aspectos que tienen que ver con él. Pero no vamos a repartir el dinero antes de tenerlo.
¿Qué porcentaje del PIB debe destinarse a Educación?
En Europa se habla de llegar al 7%. Nosotros nos proponemos pasar del cerca del 4,9% actual al 5,3%, tenemos que aspirar a eso. Pero la inversión en Educación no es sólo cosa del Gobierno, sino de todas las instancias de la Administración y de toda la sociedad. Es razonable que quien más tenga, más pague. También en la Educación Superior. Cuando se habla de mercantilizar la universidad, yo pienso que la sociedad debe participar en ella, y quien más tiene, más.
¿Debe hacerse eco la enseñanza de las políticas sociales que promueve el Gobierno, como promover la igualdad o impartir educación sexual para prevenir embarazos no deseados?
Sí, por supuesto. Conocimiento, competencias y valores van juntos. Es necesario transmitir valores cívicos de libertad y justicia, de reconocimiento de la diversidad, de pluralismo y tolerancia. Hay que profundizar en la transmisión de los derechos civiles, es un logro de este país.
¿No es entonces una contradicción que se financie con dinero público a centros católicos que transmiten valores que entran en contradicción frontal con esos mismos principios?
Es un problema, si fuera así, es un problema. Espero que esos centros ofrezcan una educación abierta y plural, compatible con otros puntos de vista. No temo a formas distintas de ver las cosas, lo que no se puede ser es fundamentalista, impositivo y excluyente de otros modos de pensar. Me preocupan los fundamentalistas, de cualquier ámbito.
Separar a los alumnos por sexos, como se hace en colegios católicos, no parece una forma de fomentar la igualdad.
No soy partidario de separar a los alumnos, me parece un error, siempre hay teorías que dicen lo contrario, pero creo que educar en la diferencia, aprender a convivir con los que son distintos es un gran regalo y es lo que prepara para una sociedad plural. Así lo haré valer. Lo que digo es que a veces se logran conquistas sociales por un cambio de cultura, por un cambio de modelo, y no persiguiendo cosas. Son estrategias políticas. El pacto no será un encuentro de extremistas, lo digo para tranquilidad de los extremistas, que podrán seguir siéndolo sin que el pacto les haga mucho daño.
¿Reconocerá el pactoa las minorías?
El pacto no será bipartidista. Que algunos sean pocos no significa que no tengan un interés social, recibimos e integraremos propuestas de todos los grupos y partidos políticos. Pero hay propuestas de algunos sectores que si las pones en la mesa, se rompe el consenso.
¿Cómo debe afectar la Leyde Libertad Religiosa a la educación pública, igualando a las confesiones en derechoso limitando el protagonismo de la fe católica?
Tengo un horizonte personal. Es verdad que la confesionalidad es indiscutible, es un derecho constitucional, otra cosa es que a uno le gustaría que algún día se pensara en este país en serio qué significa el laicismo, sin utilizarlo como bandera arrojadiza, pero tenemos más tendencia a dividirnos en clericales o anticlericales. El laicismo está basado en una idea de tolerancia y respeto a todas las convicciones. Ahora, no veo que ese horizonte esté muy próximo. El debate está en decidir si hay pluralidad religiosa, y en que todas las confesiones tengan idéntico reconocimiento y visibilidad, o bien que todas las confesiones tengan idéntica invisibilidad. ¿Cómo se respeta más la libertad religiosa? Ese es el debate, yo no voy a dirimirlo porque eso no se gestiona en este ministerio, y añado ¡menos mal!
Su mayor apuesta para combatir el fracaso escolar es promover la Formación Profesional de grado medio. ¿Cómo se convence a las familias de que esa es una buena opción?
Venimos de un modelo de sociedad que aspiraba a que algún miembro de la familia llegase a la universidad. Es una conquista razonable, pero en España faltan unas 500.000 personas con FP. La FP se vincula con una sociedad industrial, pero esto se cura con información. Por ejemplo, este año hay 55.000 estudiantes más de FP y el 80% de los graduados encuentra trabajo rápidamente. La consideración social también está cambiando gracias a las remuneraciones. A mí me enseñaron que lo importante no es lo que uno hace, sino llegar a ser muy bueno y, a ser posible, el mejor en lo que haga. Yo tengo dos hijos, uno hace FP y el otro es máster en biomedicina, y ninguno de los dos es más listo o más rico que el otro.
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