Este artículo se publicó hace 13 años.
Se mantiene la alarma de tsunami en la mayor parte del litoral de Chile
El Gobierno de Chile mantiene la alarma de tsunami en la mayor parte de las localidades del litoral del país a causa del devastador terremoto ocurrido este viernes en Japón, que dejó más de 1.200 muertos.
Las autoridades chilenas, que han permanecido toda la madrugada del sábado en alerta debido a la situación, ya permitieron volver a sus casas a los habitantes de Isla de Pascua, la Antártica, Puerto Williams y Puerto Paraíso.
Sin embargo, en la mayor parte del borde costero del territorio continental chileno se mantiene la medida para evitar riesgos, por lo que el Gobierno pidió a la población que permanezca en las zonas de seguridad, situadas en puntos altos.
"Es mejor prevenir que lamentar", manifestó el presidente, Sebastián Piñera, al explicar en Televisión Nacional de Chile por qué decretó la alarma en las costas chilenas.
"Algo hemos aprendido del 27 de febrero". Si en esa ocasión las alertas se hubieran activado "se habrían salvado muchas vidas", declaró el mandatario, en alusión al terremoto y el tsunami que devastó el país hace poco más de un año y en el que murieron 524 personas.
"No hay información de hechos desafortunados que lamentar. Lo hicimos muy bien al evacuar, hagámoslo muy bien cuando volvamos a nuestros hogares", declaró el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, desde la sede de la Oficina Nacional de Emergencia.
Aunque el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada consideró que se está llegando a "las etapas finales" y la situación está empezando a normalizarse, el Gobierno prefirió mantener la cautela.
"Todavía no es posible declarar que se levanta la alarma de tsunami", recalcó Hinzpeter.
Mientras en varias zonas de la costa los militares realizan patrullajes para mantener la seguridad, el paso fronterizo Chacalluta, que une a Chile con Perú, permanece cerrado.
En la isla de Chiloé, en el sur del país, se produjeron variaciones del nivel del mar de hasta ocho metros. Diez naves resultaron dañadas y una veintena permanece a la deriva.
Las autoridades confirmaron que en el balneario de Dichato, bautizado como la "zona cero" cuando ocurrió el terremoto de hace un año, el agua del mar inundó esta noche varias calles.
La situación provocó el nerviosismo de los pobladores de esta localidad, situada a unos 500 kilómetros al sur de Santiago, lo que obligó a las autoridades a redoblar la vigilancia para mantener desalojada la zona.
También a Constitución, un pueblo pesquero ubicado en la desembocadura del río Maule, el nivel del agua subió un metro.
Mientras tanto, en Bucalemu, Pichilemu, Talcahuano, Peluhue, Valparaíso, San Antonio y Algarrobo se produjeron subidas y bajadas de marea de hasta tres metros, y el mar llegó a penetrar hasta cien metros tierra adentro.
A lo largo de la madrugada, las autoridades reiteraron el llamamiento a la población a permanecer en las zonas altas y alejarse de los bordes costeros.
"Necesitamos que la ciudadanía nos acompañe en la espera. Es mejor ser prudente que imprudentes", aconsejó el ministro del Interior.
A las 4:00 hora local (7:00 GMT) el oleaje provocado por el cataclismo de Japón ya había alcanzado las costas de todo el territorio continental chileno.
"Se han producido un conjunto de episodios de cierta significación que de haber tenido población habrían provocado resultados que estaríamos lamentando", advirtió el ministro Hinzpeter.
En las últimas horas muchos chilenos recordaron la tragedia vivida un año atrás.
Cuando a media tarde las autoridades fueron informadas de que las olas se dirigían hacia las costas chilenas a una velocidad superior a los 700 kilómetros por hora ordenaron la evacuación de las zonas costeras inundables de Isla de Pascua y de todo el territorio continental.
El Gobierno elevó entonces de alerta preventiva a alarma el nivel de aviso ante un eventual tsunami en todo el litoral chileno, con una franja costera de más de 4.000 kilómetros.
El presidente Sebastián Piñera -que precisamente este viernes cumplió un año de su llegada al poder- ha querido evitar así los efectos de un tsunami como el ocurrido tras el fuerte temblor que hace un año devastó la zona del centro y sur del país.
Aquella vez, la descoordinación entre el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada y la Oficina Nacional de Emergencia provocó centenares de muertos y severas críticas de la oposición hacia la administración de Michelle Bachelet, que por entonces apuraba los últimos días de su presidencia.
Si en esa ocasión las alertas se hubieran activado "se habrían salvado muchas vidas", afirmó Piñera, quien junto con varios de sus ministros permaneció durante toda la jornada del viernes y la madrugada de hoy en la Oficina Nacional de Emergencia analizando el desarrollo de la situación y supervisando el dispositivo de emergencia.
Más de 500.000 chilenos, casi toda la población de las zonas costeras potencialmente inundables, fueron evacuados en apenas dos horas. Los enfermos de trece hospitales fueron trasladados a otros recintos asistenciales.
Policías, bomberos y hasta militares salieron a las calles para guiar a la población hacia las zonas seguras.
Aunque la televisión mostró imágenes de soldados patrullando las zonas desalojadas para evitar saqueos y actos de pillaje, como los ocurridos en días posteriores al terremoto de hace un año, el ministro del Interior aseguró que la seguridad pública estaba a cargo de la policía.
El gobierno sopesó la posibilidad de decretar el estado de excepción y recurrir a las fuerzas armadas para salvaguardar la seguridad pública, pero la medida finalmente fue desestimada.
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