Este artículo se publicó hace 15 años.
"Juego para mi familia"
La guerra de los Balcanes empujó a Medunjanin, bosnio del Valladolid, a exiliarse en Holanda
La vida de Haris Medunjanin, futbolista del Valladolid, está marcada por la guerra de Bosnia. Nacido en Sarajevo (1985), a los 7 años se vio obligado a huir junto con su madre y su hermana de una guerra a la que su padre no pudo sobrevivir. "Si mi madre no nos coge y nos mete en un autobús, no sé lo que hubiera pasado. Por eso juego para ella, para toda mi familia". Se instalaron en Amsterdam, lejos de sus allegados, en busca de la tranquilidad. Y hoy puede hacer realidad uno de sus sueños: vestir la camiseta de Bosnia. La selección balcánica se juega medio billete para el Mundial en el partido de ida de la repesca frente a Portugal en Lisboa (21.30 h., Gol TV).
En el vestuario de Zorrilla, Medunjanin tiene fama de ser sosegado, callado y modesto. Lleva año y medio en España, pero su carácter tímido le impide dominar el idioma con soltura y ser explícito en las contestaciones. Eso sí, en el campo su zurda deslumbra. Llegó a las filas del Valladolid procedente del AZ Alkmaar holandés, club en el que coincidió con el ex técnico barcelonista Louis van Gaal, del que no guarda un buen recuerdo. "Tenía una oferta para jugar en Qatar, pero no quería ir", relata. Su calidad técnica se ve lastrada por ciertas lagunas tácticas y por su mejorable compromiso. Cada vez que marca en Pucela casi siempre goles espectaculares, los altavoces del Zorrilla bailan al pegadizo ritmo de Daddy cool, discotequera canción de Boney M. El público tararea el estribillo versionándolo con el nombre de pila del jugador: Haris cool.
Internacionales por enchufeMedunjanin puede cerrar esta noche en el estadio de la Luz un exilio que dura 17 años. El centrocampista fue convocado por primera vez por el seleccionador Blazevic para la trascendental cita ante Portugal. Y no ha sido llamado antes porque, según él, "hay que tener muchos amigos y contactos en la Federación para poder jugar con la selección".
El futbolista blanquivioleta posee doble nacionalidad, bosnia y holandesa, pero su corazón no tenía dudas: "Sólo quería jugar con Bosnia. Allí está mi familia".
El reto de enfrentarse a Portugal no amilana al centrocampista: "Llegados a la repesca, cualquier equipo hubiera sido difícil, ya nos daba lo mismo". Pero tampoco esconde que es positivo que el rival no pueda contar con su principal estrellas. "Es muy bueno que Cristiano no pueda jugar contra nosotros, porque es un futbolista que tiene mucha calidad", confiesa.
Hace una semana, voló con destino a Sarajevo. Arregló unos papeles de su pasaporte y se concentró con sus compañeros en Zagreb (Croa-cia). "No sé si voy a jugar [todo indica que será suplente], pero no puedo pedir más que estar con la selección". Medunjanin sólo espera que su último viaje termine con la clasificación de Bosnia para un Mundial por primera vez en la historia. "Sería muy importante para mi país. Algo que mucha gente está esperando", dice ilusionado.
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