Este artículo se publicó hace 14 años.
Israel suaviza el bloqueo a Gaza
El Consejo de Ministros de Israel acuerda permitir el paso de nuevos productos al territorio controlado por Hamás. Supone sustituir la actual lista de productos por otra de lo que estará prohibido.
El Consejo de Ministros israelí ha decidido por votación suavizar el bloqueo sobre Gaza. Cede por fin a la presión internacional ejercida desde que el 31 de mayo asaltara la Flotilla de la Libertad, dejando un saldo de nueve muertos y decenas de heridos. Acepta así la sugerencia hecha por el enviado del "Cuarteto Internacional" (Naciones Unidas, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea) para Oriente Próximo, Tony Blair.
La medida prevé la entrada por tierra de nuevos productos en territorio controlado por Hamás, pero no hace mención al bloqueo marítimo. Supone sustituir la actual lista de bienes permitidos por otra de lo que estará prohibido, aunque todavía no se ha específicado qué artículos figurarán en el nuevo inventario. El pasado día diez, el ejecutivo hebreo ya había permitido el paso de galletas, zumos, refrescos y patatas fritas, algo que los palestinos consideraron a todas luces insuficiente.
El Gobierno israelí ha anunciado en un comunicado que "se ha acordado liberalizar el sistema de entrada de bienes que los civiles entran a Gaza y que sirven de material en los proyectos bajo supervisión internacional". Previsiblemente, permitirá la entrada de materiales de construcción, imprescindibles para la reconstrucción de las infraestructuras que resultaron dañadas durante los bombardeos israelíes entre diciembre de 2008 y enero de 2009. El comunicado añade que el flujo de materiales tiene como objetivo "proyectos civiles que estén bajo supervisión internacional", pero continuarán "los procedimientos de seguridad existentes para impedir la entrada de armas y material de guerra".
Este lunes Catherine Asthon, alta representante de la Unión Europea para asuntos exteriores, reclamó a Israel un cambio urgente en su política sobre Gaza e insistió en la necesidad de poner fin al bloqueo. Para Ashton, el sitio de la población "perjudica a las personas normales, impide la reconstrucción, alimenta el radicalismo y refuerza a Hamás".
La presión internacional no se ha limitado a la clase política. Distintas asociaciones civiles han ido anunciando en las dos últimas semanas acciones contra el estado israelí. Desde boicots a actos protagonizados por entidades hebreas hasta la organización de nuevas flotillas solidarias, alguna de origen judío.
El gobierno de Netanyahu ha confirmado que decidirá en los próximos días los "pasos adicionales" que se deben tomar para hacer efectiva la decisión.
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