Este artículo se publicó hace 13 años.
El giro a la derecha sacude todo el país
El repunte de IU apenas compensa el desplome del PSOE y las izquierdas sólo se aproximan a los resultados de 2007 en Navarra y el País Valencià
El corrimiento de tierras hacia la derecha del 22-M ha sido general y sin apenas excepciones. No es sólo el PSOE el que se desploma, sino que la izquierda en su conjunto sumando IU, nacionalistas progresistas o ensayos de nueva izquierda retrocede en todos lados y nadie recoge de forma significativa las caídas socialistas. Y simultáneamente, la suma del centroderecha avanza más de lo que sube el PP, porque el nacionalismo y el regionalismo conservador aguantan CiU y el PNV incluso suben levemente, y nuevas fuerzas en este campo irrumpen con fuerza, ya sea a nivel regional desde el FAC de Francisco Álvarez Cascos en Asturias a la xenófoba Plataforma en Catalunya o nacional, si se incluye a Unión Progreso y Democracia (UPyD).
En 2007, el conjunto de las izquierdas con acceso a las instituciones superaba a las derechas por al menos dos puntos (45,2% frente al 43,1%), pese a que el PP superó al PSOE en siete décimas (ver recuadro). Ahora, en cambio, el espacio conservador ha ganado con gran claridad en el conjunto de España, por ocho puntos de diferencia (47,7% frente al 39,7%), a pesar de que el crecimiento del PP no llega a los dos puntos. Ello indica que el problema de la izquierda va más allá del PSOE, que se deja en el camino siete puntos tras su giro a la derecha en política económica: ningún otro partido progresista parece haber recogido a sus descontentos de forma significativa.
Izquierda Unida sólo crece ocho décimas pese a que los socialistas caen 7,13 puntos
Pese a que la agrupación de determinados partidos en el clásico eje de derecha e izquierda está en ocasiones abierta al debate, Público ha situado en la izquierda a los partidos nacionalistas o regionalistas que se definen como tal y en el centroderecha a los que así se proclaman y también a los que evitan definirse al respecto al considerar caduca la distinción. Por ese último motivo ha colocado a UPyD en el campo del centroderecha, donde encajaría también tanto si se realza su componente liberal una familia política que en la UE va ahora casi siempre adosada a gobiernos de derecha como si se subraya su perfil nacionalista-populista.
El hundimiento de la izquierda es general, pero especialmente agudo en su feudo de Asturias, donde el PSOE e IU gobernaban y juntos se dejan 11,66 puntos. Combinado con el aumento de 9,35 puntos de la derecha en su conjunto, gracias a la irrupción del Foro Asturias de Francisco Álvarez Cascos, dibuja un vuelco de más de 20 puntos en favor de las derechas en el Principado.
El mayor vuelco se da no obstante en Canarias -24 puntos-, donde las izquierdas retroceden 11,9 puntos por el desplome del PSOE y las derechas ganan 13,19. Y tras Canarias y Asturias, las mayores caídas de la izquierda se dan en Aragón (9,9 puntos), La Rioja (9,48) y Extremadura, donde la suma del PSOE e IU cae 8,46 puntos, aunque la izquierda salve el Gobierno. El descenso prosigue incluso en comunidades donde la izquierda había ya caído tan bajo que parecía difícil seguir cuesta abajo, como la Comunidad de Madrid (6,59 puntos menos), Murcia (6,56), Castilla y León (6,3) y Cantabria (6,8), la única plaza donde la suma progresista no llega ni al 20%.
El éxito de Compromís alimenta la expectativa de un tercer espacio progresista
En las autonómicas, las únicas excepciones al desplome se dan en Navarra y el País Valencià y responden a fenómenos específicos: en Navarra las izquierdas se mantienen y las derechas bajan, pero ello exige contabilizar a Bildu y tener en cuenta que hace cuatro años la izquierda abertzale llamó al voto nulo en las autonómicas y en muchos municipios. En el País Valencià se explica, paradójicamente, por la división en IU, de la que han surgido dos espacios (Compromís y la propia IU), cuya suma casi compensa la caída socialista.
El resultado de Compromís y, en menor medida, de Iniciativa en Balears alienta ahora las expectativas abiertas por el exdirector de Greenpeace Juantxo López de Uralde de construir un tercer espacio progresista siguiendo la estela de Los Verdes en Alemania y Francia. Los magros resultados de la izquierda el domingo parecen confirmar su hipótesis de que falta esta tercera pata que lleve a las urnas a los desencantados con el PSOE que tampoco les convence IU.
Aumento raquíticoLas derechas pasan del 43,1% al 47,7%, mientras las izquierdas caen del 45,2% al 39,7%
La federación de izquierdas ha crecido, pero apenas ocho décimas en un momento en que los socialistas se han dejado 7,13 puntos. Y donde gobernaba, en general también ha sido castigada, salvo excepciones como la de Rivas (Madrid). Tampoco ICV capitaliza la caída socialista en Catalunya incluso retrocede, muy levemente ni el BNG en Galicia ni la Chunta en Aragón ni NaBai en Navarra. Además, ERC prosigue su caída libre que ya la noqueó en las pasadas autonómicas, acelerada ahora por el avance a su izquierda de la CUP, inspirada en la izquierda abertzale.
En el campo del centroderecha, el PP sube poco -no llega a dos puntos- pero lo hace sin apenas comerse a su competencia en este espacio: los regionalistas conservadores retroceden levemente, mientras que CiU y PNV suben, aunque sea poco, en Catalunya y en Euskadi, donde el domingo sólo hubo municipales. Además, UPN aguanta bien en Navarra y el nuevo partido de Cascos logra un gran resultado en Asturias que, aunque sea en buena parte a costa del PP, le ayuda a desplazar a la izquierda de las instituciones.
UPyD, que aún no existía cuando se celebraron los comicios hace cuatro años, logra más de 450.000 votos, casi tantos como sube el PP (558.000). El fenómeno está muy concentrado en la Comunidad de Madrid: en las elecciones autonómicas de la región, UPyD capturó 188.000 votos, mientras que el PP perdió 47.500.
A la derecha del PP también ha crecido en Catalunya, simultáneamente, la xenófoba Plataforma per Catalunya, que ha ganado 53.458 votos en un contexto en que CiU ganó 54.700 y el PP catalán, otros 80.000.El viento huracanado contra los socialistas ha soplado a favor de todas las derechas, desde la más extrema hasta la más centrista.
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