Este artículo se publicó hace 15 años.
Los fundadores de "La Taberna del Alabardero" reciben la Orden de Isabel la Católica
Los fundadores del restaurante "La Taberna del Alabardero", el sacerdote Luis de Lezama y su mano derecha Paco Pena, recibieron de manos del embajador en Washington, Jorge Dezcallar, la Orden de Isabel la Católica, por su trabajo como promotores de la gastronomía y la cultura española en EE.UU..
Dezcallar hizo entrega de la condecoración, en nombre del Rey Juan Carlos, en el acto de celebración de los 20 años en Washington de La Taberna, que nació en Madrid en los años 70.
Además del embajador español ante la Casa Blanca, se dieron cita en la Taberna el representante de España ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Javier Sancho, así como el nuncio de Su Santidad Pietro Sambi, y otras personalidades y amigos de los homenajeados.
La cena estuvo amenizada por la música de Virginia Luque, una intérprete de guitarra gaditana afincada en Nueva York, y de la concertista de castañuelas Carmen de Vicente, quien interpretó también unas danzas goyescas acompañadas por este instrumento de percusión para el que pidió mayor atención porque, dijo "de lo contrario desaparecerá".
Como parte de las celebraciones de este vigésimo aniversario, que se extenderán a lo largo de todo el año, el restaurante, que se ha convertido en uno de los "clásicos" de la capital de EE.UU., ofrecerá este mes una rebaja en los vinos más caros de su carta.
"Es una oportunidad única para degustar vinos excelentes a precio de tienda", dijo hoy a Efe Javier Velázquez, gerente de la Taberna en Washington.
Durante el acto, el padre Luis de Lezama, que en la actualidad es el párroco de Nuestra Señora de La Blanca, en Madrid, recordó los difíciles inicios de su aventura americana y agradeció a todos aquellos que la hicieron posible.
Lezama abrió la Taberna en Washington 15 años después de fundar en Madrid el primer Alabardero, que nació como "disculpa" para dar trabajo a los jóvenes sin formación que acogía, desde hacía doce años, en los bajos de su parroquia de Chinchón y en su apartamento de Vallecas.
El éxito de los restaurantes de Madrid y Washington ha llevado a Pena y Lezama a trasladar la fórmula a la costa oeste del país, concretamente a Seattle, donde inauguraron en diciembre una nueva Taberna, dirigida a un público más joven.
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