Este artículo se publicó hace 12 años.
La Feria del Libro de Madrid factura 6,5 millones, un 19 por ciento menos que en 2011
La crisis ha afectado de lleno este año a la Feria del Libro de Madrid, que hoy cierra sus puertas con una facturación de casi 6,5 millones de euros, un millón y medio menos que el año pasado, lo que supone un descenso del 19 por ciento.
Estas cifras se han obtenido gracias a la colaboración de los expositores que han acudido este año a la Feria, y a los que la Comisión Organizadora ha solicitado datos sobre las ventas que han efectuado a lo largo de los diecisiete días de la feria.
El desánimo generalizado que ayer constató Efe al hablar con libreros y editores tenía motivo de ser, y las previsiones de descenso de las ventas que daban hoy se han confirmado de manera oficial con los datos facilitados por los organizadores.
En declaraciones a Efe, Teodoro Sacristán, director de la feria, ha afirmado hoy que "es evidente que la crisis ha hecho daño" en esta edición, aunque no hay que olvidar que este gran encuentro cultural "ayuda, y mucho, a todos los expositores con unos ingresos que le hacen llegar al mes de septiembre, en especial a los libreros, que son el último eslabón de la cadena".
El mes de septiembre, añade Sacristán, "va a marcar un antes y un después. Hoy no somos ajenos a la intervención de España, o como quieran llamarlo, pero el público está 'reservón' a la hora de gastar dinero, y vienen a la feria a comprar 'el libro', y no como hacían estos años atrás, que se llevaban varios, bien porque les apetecía o porque les convencía el expositor".
"Esa compra de impulso ha caído", a pesar de que "el público ha respondido un año más y ha venido a la feria", un dato a destacar porque en los primeros meses del año "la bajada de compradores en las librerías ha sido importantísima y ha experimentado un descenso notable", aunque ha habido picos favorables como el de "la noche de los libros", el pasado 23 de abril, señala el director.
"Las librerías están en un momento de UVI", aseguró Sacristán, que reclamaría al público que "esa fidelidad que han tenido con la feria del libro la mantuvieran durante el resto del año y acudieran a las librerías". "Eso sería importante", subrayó.
Aunque en años anteriores parecía que el sector del libro "estaba permaneciendo ajeno a la crisis" y la Feria del Libro de Madrid también, este año "no ha sido así", y más cuando el público que viene a la feria, "eminentemente familiar" se desayuna cada día "con noticias terribles".
Estas familias, añade Sacristán, saben que "no van a tener becas para el comedor de los colegios" ni para la compra de manuales de texto y eso hace que "el consumo de libros baje, como está descendiendo el consumo en general".
Sacristán no tiene la impresión de que este año haya venido menos gente a la feria, al contrario de lo que le decían ayer a Efe varios expositores. Lo que sucede, afirma, es que "ha habido cuatro pabellones de actividades menos y se circula de otra manera por la feria", aunque "puede ser que haya bajado algo la afluencia", admite.
Eso sí, "ha habido mucha gente paseando y poca comprando", comenta Sacristán al transmitir la impresión generalizada de los expositores.
El director supone que los resultados de la feria de Madrid "incidirán en el sector del libro" y obligarán "a replantearse la edición". "Esto va a ser un revulsivo para muchas cosas", subraya.
"La Feria del Libro arroja unos datos que confirman la tendencia que durante este año ha seguido el sector, con una bajada importante en las ventas", destaca Pilar Gallego, presidenta de la Feria del Libro.
El buen tiempo ha sido sin duda otro de los grandes protagonistas de esta edición. "Hacía por lo menos cinco años que no teníamos una feria sin lluvias, y eso ha favorecido a que el público acuda", comenta Teodoro Sacristán.
Según Sacristán, el éxito de la cita literaria radica en su ubicación, en el encuentro con los autores, en la gran oferta que se expone y en el haber sabido mezclar lo festivo y popular con la cultura.
"Para mí -añade Teodoro Sacristán- lo más importante de esta Feria ha sido haber conseguido hacerla, porque ante la situación reinante ha sido muy complicado".
Uno de los grandes atractivos de esta edición ha sido tener a Italia como país invitado. La presencia de escritores italianos ha sido constante a lo largo de los diecisiete días de la feria, cuyas actividades culturales fueron inauguradas por Claudio Magris, Premio Príncipe de Asturias de las Letras, y esta tarde serán clausuradas por Roberto Calasso, director de la editorial Adelphi.
Por Ana Mendoza.
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