Este artículo se publicó hace 14 años.
España recupera en pocos días la confianza perdida
Como ayer hiciera la agencia de calificación de riesgo Fitch, reconoce a España una solvencia garantizada
En menos de una semana, España ha pasado de tener una economía en entredicho a parecer un país sólido, aunque con serios problemas por solucionar. La economía que el jueves pasado parecía ir camino de la bancarrota, ayer era merecedora a juicio de la agencia de calificación de riesgos de Moodys de la máxima calificación crediticia. La institución aseguró, un día después de que lo hiciera Fitch, que "España, Portugal y Grecia puede que compartan la misma moneda, pero no muestran el mismo perfil de crédito". Según la agencia, no hay evidencias de que España no vaya a poder hacer frente a su déficit, por lo que asegura que su calificación actual está "bien anclada".
Tanto ha cambiado la visión internacional sobre España que Financial Times el diario británico que lleva meses criticando la economía española ayer publicó un editorial en el que desactivó la mayor parte de las alarmas puestas en marcha los días anteriores sobre la economía española.
La visita de Salgado funcionóEn primer lugar, y para alivio infinito de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, que el lunes se reunió con responsables del diario, FT afirmó que la situación de España es "claramente diferente" a la de Grecia. Si acaso, dijo, se parece más a la del Reino Unido e, incluso, es ligeramente mejor por el superávit disfrutado en años anteriores y la mejor salud de los bancos.
El diario fue tan condescentiente que hasta recomendó a Salgado que no haga un recorte demasiado drástico del déficit (la insistente petición de los días precedentes) porque pondría en peligro la salida de la recesión. La "terrible" pérdida de puestos de trabajo hace que nunca antes haya estado tan justificado un déficit en las cuentas públicas, aseguró.
Como todo no podían ser buenas palabras, FT advirtió del grave problema que atraviesa España con el paro: "El desempleo crónico a causa del rígido mercado laboral es un problema mayor que los altos déficit", afirmó. El editorial también se preguntó si el Gobierno tendrá la voluntad necesaria para ejecutar los ajustes que hacen falta, pese a la inevitable tormenta política.
También intentó echar un capote a la economía española el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, quien aseguró, tras reunirse con él en Bruselas, que Joaquín Almunia "cree en la solvencia de la economía española".
La vuelta de la confianza a la economía española se reflejó de forma clara en los mercados nacionales. La bolsa subió un 1,75% (ha ganado un 3,5% en tres días); la prima de riesgo entre la deuda española y la alemana descendió 0,12 puntos, hasta 0,786 puntos, y los CDS (que muestran el riesgo de que España caiga en bancarrota) mejoraron desde los 162,29 puntos a los 144,525 puntos.
España, epicentro de la crisisAunque no todo fueron parabienes. El Nobel de Economía Paul Krugman fue más duro que nunca. En su blog en The New York Times, aseveró que España es el "epicentro" y el "corazón" de la crisis de la eurozona. En un artículo titulado Anatomía de un Eurodesastre, Krugman auguró para España años de deflación y elevado desempleo por la asimetría de la región.
Las expectativas para la reputación de España en los mercados internacionales dependen en cualquier caso de decisiones como la que tiene pendiente de adoptar a corto plazo la agencia Standard & Poors, que ha situado bajo vigilancia con perspectiva negativa a la economía española.
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