Este artículo se publicó hace 15 años.
El escándalo por las compensaciones a diputados británicos salpica a los tories
El escándalo por las compensaciones económicas que disfrutan los diputados británicos salpica hoy al Partido Conservador, primero de la oposición, señala hoy "The Daily Telegraph", el periódico que ha desvelado prácticas irregulares.
Por cuarto día consecutivo, el matutino conservador publica los detalles de la cantidad de dinero público reclamado por los parlamentarios, en algunos casos aportaciones absurdas que ponen en entredicho la integridad de los diputados.
Después de revelar las compensaciones de los laboristas y del Sinn Fein, brazo político del Ejército Republicano Irlandés (IRA), el diario ataca hoy a algunos diputados "tories", entre ellos el portavoz conservador de la Cámara de los Comunes, Alan Duncan, que reclamó 4.000 libras (unos 4.480 euros) por trabajos de jardinería.
Duncan, que es millonario y trabajó en el sector del petróleo, gastó esa suma durante un periodo de tres años, si bien las autoridades parlamentarias le advirtieron de que la petición podría ser considerada "excesiva" de acuerdo con las reglas parlamentarias.
Las reglas establecen que los diputados deben asegurarse de que el dinero solicitado está directamente relacionado con sus actividades parlamentarias y que no debe haber un "mal uso del dinero público".
Además, el portavoz conservador de Sanidad, Andrew Lansley, renovó su casa con dinero del contribuyente antes de ponerla a la venta, mientras que la responsable tory para Gales, Cheryl Gillan, se vio obligada a pedir hoy disculpas tras reclamar el pago por la compra de comida para perros.
El portavoz conservador para las Universidades, David Willetts, reclamó más de 112 euros para que unos trabajadores cambiaran 25 bombillas en su casa, en tanto que el responsable del Política del partido, Oliver Letwin, pidió el pago de más de 2.000 libras (unos 2.240 euros) para reparar una tubería estropeada debajo de una pista de tenis.
El diputado Michael Gove, estrecho colaborador del líder conservador, David Cameron, reclamó 7.000 libras (unos 7.840 euros) para la compra de mobiliario.
Pero los escándalos que salpican a los "tories" no alcanzan a las figuras principales de la formación política, como Cameron; el portavoz de Asuntos Exteriores, William Hague, o el responsable de Economía, George Osborne, según el periódico.
Cameron admitió que hoy es otro día malo para el Parlamento y, además, para su partido.
"Hay que decir que el sistema que tenemos y usamos está equivocado y que lo lamentamos", dijo el líder tory.
El ex arzobispo de Canterbury, Lord Carey, ha señalado que estos gastos, que calificó de "cultura del abuso", afectan la confianza que la población pueda tener en la política.
Los comentaristas resaltan que estos abusos afectan la integridad del Palacio de Westminster, sede del Parlamento, visto siempre como un buen modelo de representación del pueblo.
Estas revelaciones salen publicadas en momentos en que el apoyo del electorado al Gobierno del primer ministro británico laborista, Gordon Brown, cae cada vez más a tan sólo un año de la convocatoria de elecciones generales.
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