Este artículo se publicó hace 15 años.
EEUU avisa a Lobo de que su victoria no basta
El líder conservador hondureño gana las elecciones con un 56%
"¡Sí, se pudo!" El lema de Barack Obama está tan de moda que hasta el conservador y nacionalista Porfirio Pepe Lobo, triunfador de las elecciones, abrió su primer discurso como presidente in pectore de Honduras con la tan repetida frase. Un sí se pudo con el que el político de Olancho, la misma tierra que Mel Zelaya, quería festejar el 55,90% de votos que recibió su propuesta de cambio, ya, según los datos aportados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Tuvo que ser precisamente el presidente que le prestó la frase por un día quien frenara la euforia de la victoria, en boca de su subsecretario para América Latina, Arturo Valenzuela. "Las controvertidas elecciones fueron un paso significativo, pero no suficiente", tras el golpe de Estado militar de hace cinco meses. "Los comicios fueron pacíficos y cumplieron los estándares internacionales". De esta forma EEUU vuelve a situar en primer plano el Acuerdo Tegucigalpa/San José, cuyo punto más importante, la restitución de Zelaya, comenzará mañana a ser analizada por el Congreso.
El seguro sucesor de Micheletti trata de apropiarse del lema de Obama
Euforias de ida y de vuelta que tampoco se vivieron en la calle. Las famosas algarabías poselectorales no ocuparon Tegucigalpa de madrugada. Calles solitarias frente a la marea humana tras la clasificación de Honduras para el Mundial. Sólo reinaba la pasión en el cuartel general del Partido Nacionalista, en donde Lobo repitió las consignas que le han llevado al triunfo. "Anuncio un Gobierno de unidad nacional, de reconciliación, ya no hay tiempo de más divisiones, vamos adelante por Honduras", destacó Lobo en un discurso que no pasará a la historia del país. "El cambio es ya, los buenos somos más", enfatizó el futuro presidente.
Lobo anunció a bombo y platillo la derrota de Zelaya, que había apostado por no acudir a las urnas. El confuso recuento del TSE cifraba la participación en un 61,3%, un varapalo para las posiciones de Zelaya y de la resistencia. En las pasadas elecciones de 2005, el presidente derrocado triunfó con 999.006 votos, el 49,9%, con un índice de abstención del 44,6%. Lobo se llevó ayer la victoria con casi medio millón de votos más y con sólo un 38,7% de abstención, por debajo del 50% anunciado por Zelaya.
Quejas sobre la abstención"Esta elección es una mentira para los hondureños", protesta Zelaya
Pero desde la embajada de Brasil insisten en que la abstención real supera el 60%. "Estamos sumamente sorprendidos de cómo se ha inflado esta elección para convertirla en una mentira para los hondureños", clamó Zelaya. La resistencia ya ha rechazado el diálogo con Lobo y ha llamado a sus integrantes a mantener las acciones en la calle hasta que Zelaya sea restituido.
Pero los buenos de Lobo no sólo derrotaron a los opositores, sino también arrasaron a Elvin Santos, el candidato de un Partido Liberal, el de Roberto Micheletti y Zelaya, resquebrajado por el golpe de Estado. Santos no se conformó con el 38% que le otorgaba el Supremo.
Durante tres horas, según ha sabido Público, se ofreció un esperpéntico espectáculo en el TSE. Mientras cientos de periodistas expectantes compartían espacio con los observadores (muchos de ellos simpatizantes de los golpistas y algunos tan hooligans que increparon y amenazaron a una analista, quien entrevistada por Al Jazeera, se atrevía a contravenir las teorías oficiales), Enrique Ortez, secretario del Tribunal, se negaba a reconocer la abultada derrota de su amigo Elvin. Incluso llegó a abandonar las instalaciones, mientras sus compañeros del tribunal alegaban problemas técnicos. Al final, según las mismas fuentes, la Embajada de Estados Unidos terció y aconsejó a los liberales asumir su descalabro electoral.
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