Este artículo se publicó hace 17 años.
Diecisiete empleados de la CNMV comenzarán a declarar como testigos a partir de hoy
Diecisiete empleados o antiguos trabajadores de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) comenzarán a declarar como testigos en el juicio oral por el escándalo financiero de Gescartera, que comienza hoy la fase de prueba y testificales después del interrogatorio a los 14 imputados.
Los interventores Carlos Sánchez-Vilar y Carlos Bucero, además de la secretaria del Consejo de la CNMV, Sol Bourgon Camacho, actual directora de la asesoría jurídica, iniciarán las comparecencias ante el tribunal de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, antes de que lo hagan, entre otros, la ex presidenta de la CNMV, Pilar Valiente, y el vicepresidente Luis Ramallo.
Pilar Valiente dimitió de su cargo al frente de la CNMV a raíz del caso Gescartera, entidad que precisamente fue intervenida mientras ella era presidenta del organismo supervisor, que otorgó en el año 2000 la transformación de Gescartera Dinero de una Sociedad Gestora de Carteras (SGC) a una Agencia de Valores (AV).
El fiscal mantiene, en su escrito de acusación, que los acusados Antonio Camacho y José María Ruiz de la Serna, para quienes pide once años de cárcel, tuvieron que sortear las inspecciones realizadas por la CNMV, a la que "confundieron" respecto al patrimonio gestionado de los clientes como respecto al uso de estos fondos, "mediante entrega de información inveraz".
La CNMV, según el ministerio público, detectó una "operativa de clientes con saldo cero o por importes superiores a los de su cartera" y pidió "en numerosas ocasiones" datos sobre los fondos de los clientes para evitar un desfase patrimonial que llegaría a los 50,2 millones de euros en el año 2001.
Los acusados llegaron a utilizar certificados de Bankinter (en 1998) y La Caixa (1999), confeccionar cartas de respuesta de los clientes a la CNMV (1997), o buscar excusas como la constitución de una Sociedad de Inversión de Capital Variable (Sicav) para "tratar de engañar" a los inspectores e interventores del organismo regulador.
Sin embargo, las acusaciones particulares han reclamado, sin conseguir un dictamen judicial favorable por el momento, la imputación de altos cargos de la CNMV como Pilar Valiente y Luis Ramallo, al considerar que tuvieron una actuación decisiva a la hora de paralizar o flexibilizar -a su juicio- varias inspecciones.
Además de los interventores Sánchez-Vilar y Bucero y Sol Bourgon, los ex presidentes Pilar Valiente y Juan Fernández Armesto y el vicepresidente Luis Ramalló, declararán como testigos ante la Audiencia Nacional otros antiguos empleados de la CNMV como Salvador Alcaraz, que pasó a Gescartera junto a Ruiz de la Serna, los antiguos consejeros del regulador, Antonio Alonso Ureba, José Manuel Barberán López y Juan Carlos Basallote Ureba.
A ellos, se sumarán en días posteriores, los inspectores Luis Marino Peigneux Via, Antonio Bernardo Botella Dorta, David Vives Llor, José Sanz de Gracia, Francisco Javier González Pueyo, Francisco Javier Jiménez Fernández y el antiguo director de supervisión Ramiro Martínez Pardo del Valle.
El lunes, además de los tres miembros de la CNMV, comparecerán también como testigos Salvador Bartolomé Codina, asesor mercantilista y responsable de crear sociedades para Camacho desde 1992; Jaime García-Morey, padre de Laura García-Morey -actual mujer de Camacho, y José Manuel Pichel, ex director de la Fundación Once, que tenía el 10 por ciento del accionariado de Gescartera.
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