Daniel Brühl y David Kross protagonizan la historia "fantástica" de "Krabat"

El cineasta Marco Kreuzpaintner dirige a Daniel Brühl y David Kross en "Krabat y el molino del diablo", un filme basado en la novela homónima de Otfried Preussler, un fenómeno editorial en Alemania, en donde todos los niños la leen en los colegios y la han convertido también en un éxito de taquilla.

Incluso, a cuatro días de su estreno en España, el director Marco Kreuzpaintner, no ha dudado en calificarla como "el Harry Potter de los años 70" en su país.

Ambientada en la Guerra de los 30 Años, que padeció Europa Central en la primera mitad del siglo XVII, la película muestra la muerte y la destrucción que persiguen a Krabat, un adolescente huérfano que mendiga de pueblo en pueblo hasta que una voz le aconseja dirigirse a un viejo molino.

Pero, el misterioso molino dirigido por el Maestro (Christian Redl) es en realidad una escuela de magia negra en la que la subordinación y la muerte están presentes diariamente. Apadrinado por su amigo Tonda (Daniel Brühl), Krabat intentará por todos los medios recuperar su libertad.

Kreuzpaintner, que ha dirigido anteriormente "Trade", ha intentado en todo momento centrarse en "puntos concretos del libro" porque al tratarse de un "éxito" en Alemania, "millones de personas tienen su propia película en la cabeza".

Por esta razón los efectos especiales son escasos, así el director germano busca alejarse del predominio de éstos en Hollywood, porque cree que "la gente anhela lo real" y sobre todo porque le parece "aburrido" abusar de esta técnica.

Para el protagonista, no ha sido un problema porque "no sabía que el libro era tan famoso" hasta la primera rueda de prensa en Alemania hace aproximadamente dos años. Una situación que cree que le dio ventaja para "no sentir la presión durante el rodaje", ha explicado.

Tras el éxito de la película en el país germano, fue el propio Kreuzpaintner quien propuso a Kross para el papel de Michael en la oscarizada "The Reader". El director descubrió al protagonista con su papel en "Tough enough" en la que vio a un actor muy joven, de quince años, capaz de transmitir "intensidad y pureza".

"Es una suerte tener grandes proyectos", ha admitido el actor aunque sabe que es muy difícil superar el protagonismo de "Krabat y el molino del diablo" y por ello piensa que debe seguir su propio camino sin fijarse en la fama.

Para el director, este rodaje ha supuesto un esfuerzo muy grande "tanto temáticamente como técnicamente" durante los 82 días que pasaron en Rumanía.

Por esta razón, su próximo proyecto es menos ambicioso y ya tiene forma: una comedia titulada "Coming in", que narra la historia de un joven gay que se enamora de una mujer.