Este artículo se publicó hace 15 años.
La crisis deja a 30 millones de obreros chinos en el paro
La cifra aumentó en diez millones desde enero. Aún así, Pekín cree que su economía crecerá un 8% este año
El número de obreros inmigrantes que han perdido su trabajo en China en los últimos meses debido a la crisis alcanzó en marzo los 30 millones, según datos de una agencia gubernamental.
China cuenta con una masa de obreros inmigrantes de 225 millones, o un 28 por ciento de su población, que se han trasladado desde las zonas rurales pobres del país a las urbes desarrolladas orientales en las últimas décadas para encontrar trabajo, según las cifras actualizadas en marzo del Buró de Estadísticas.
Diez millones más desde eneroEn enero, académicos del Gobierno desvelaron que 20 millones de esos obreros habían regresado a sus hogares sin empleo, una cifra que el mes pasado alcanzó los 30 millones, según un estudio realizado por el Instituto de Investigación de la Economía de Mercado, del Centro de Investigación del Desarrollo del Ejecutivo.
El subdirector de este instituto, Cheng Guoqiang, quien desveló la cifra, señaló ayer en una conferencia en Pekín que "la crisis financiera global está produciendo muchas pérdidas de empleo en China".
El aumento del desempleo responde al cierre de miles de manufacturas en el sur y este de China orientadas a la exportación, motor del crecimiento chino durante décadas, debido a la contracción de los principales mercados de destino: Estados Unidos, Europa y Japón.
Sin embargo, el Gobierno no incluye a esta masa migratoria, que en las pasados dos décadas contribuyó a un 16 por ciento del crecimiento del PIB chino, en su cifra de desempleo, que según datos del Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social publicados hoy se situó en el 4,3 por ciento en las zonas urbanas hasta marzo.
Pero el Centro de Estudios de la Escuela Central del Partido Comunista está haciendo sus propios cálculos y ha desvelado que este año el número de personas en busca de empleo en China alcanzará los 50 millones. El subdirector del centro, Zhou Tianyong, desglosó este cálculo en unas declaraciones que recoge el diario cantonés Southern Metropolis Daily: a los inmigrantes que han perdido su empleo hay que añadir los 6,11 millones de graduados universitarios de este año y los 3 millones de años anteriores.
Además, 11 millones de inmigrantes que regresaron a las ciudades tras el Año Nuevo Lunar, celebrado a finales de enero, todavía no han encontrado trabajo.
Conflictos laboralesEn caso de que la tercera economía mundial logre su objetivo de crecimiento este año, de un 8 por ciento, podría crear en torno a 10 millones de nuevos puestos de trabajo, todavía insuficientes para satisfacer la demanda de empleo.
En el primer trimestre del año se generaron 2,68 millones de empleos en las zonas urbanas, según datos del Ministerio de Recursos Humanos. Zhou cree que esta masa representa "una gran presión social" que puede afectar la estabilidad del país. De hecho, según datos del Buró de Estadísticas, un 5,8 por ciento de los 225 millones de inmigrantes estaba sufriendo el retraso o impago de sus salarios a finales de marzo.
Estos impagos han sido el principal motivo para que los casos de conflictos laborales se dispararan el 93 por ciento en los tribunales en 2008, hasta los 286.221, un dato que aumentó un 59 por ciento en el primer trimestre de este año hasta 98.568 casos.
En este contexto, la inestabilidad social continúa su tendencia al alza, con más de 80.000 protestas de masas registradas en China el año pasado, mientras el mundo desarrollado mira a la tercera potencia económica como una vía de salvación en la actual crisis global, ya que sigue creciendo por encima de la media mundial.
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