Este artículo se publicó hace 15 años.
Más cornadas da ser un sin papeles
La Policía detiene a un empresario taurino y a un banderillero por introducir inmigrantes de modo ilegal en España
La oferta era atractiva: abandonar la pobreza de Colombia para venir a España con un puesto de trabajo asegurado como integrante de la cuadrilla de un torero. El precio, 4.000 euros. La Policía ha detenido en Madrid al empresario taurino Domingo Herradón Borrella y al banderillero Carlos Alberto Velaza Díaz, El Beto, acusados de realizar ofertas de trabajo fraudulentas a ciudadanos colombianos para que pudieran entrar de modo irregular en Europa.
Las investigaciones se iniciaron el 27 de abril, después de que una joven colombiana acudiera a la Policía para denunciar que había venido a España gracias a un contrato firmado por Domingo Herradón, dueño de Taurogestión S.L., para trabajar como mozo de espada a pesar de que su oficio era el de peluquera. Tras pagar y desplazarse a Madrid, la empresa no le facilitó el trabajo prometido.
No fue la única víctima de esta falsa oferta laboral. La Policía tiene constancia de al menos otro caso una joven informática aunque sospecha que hay muchos más afectados por la estafa. Según las investigaciones, el supuesto encargado de captar a los aspirantes para integrar esta cuadrilla fantasma era el banderillero colombiano Alberto Velaza, El Beto.
La versión del empresario implicado en la trama es muy diferente. En conversación telefónica con Público, Herradón admitió ayer haber firmado contratos a mujeres para actuar de mozos de espada en España ante sus planes de traer "una torera colombiana", aunque niega haber cobrado "ni un euro" por ello.
El empresario reconoció que, tras su detención, la Policía y el juez le mostraron dos "fotocopias de contratos" en los que aparecía su firma, pero insiste en que son falsos. "A veces firmo contratos en los que la otra parte se compromete a ponerse a mi disposición cuando llegue a España, por si preciso de alguien para completar un cuadrilla. Si luego se pone a trabajar de otra cosa, no es culpa mía", se defiende. El dueño de Taurogestión admite que hace un año ya fue acusado del mismo delito. Entonces, como ahora, se declaró inocente.
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