Este artículo se publicó hace 17 años.
El colegio derrumbado en Madrid tenía defectos en su construcción
Los padres estudian actuar contra el centro concertado o la empresa responsable de las obras
"La estructura del edificio se ejecutó mal desde el principio y con el tiempo se ha venido abajo". La delegada de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Pilar Martínez, señaló ayer el origen del derrumbamiento parcial de uno de los edificios del colegio concertado del Sagrado Corazón. Lo más probable, según indicaron los técnicos, es que la construcción tenga que ser demolida por completo.
La cubierta de uno de los dos edificios del centro, situado en la avenida de Alfonso XIII, se desplomó a primera hora del martes y dejó a la vista de todos los curiosos un boquete de enormes dimensiones. Al
coincidir con el periodo de vacaciones, nadie estaba dentro del edificio. En esta zona, construida en 1982, es donde están las aulas de Educación Infantil y Primaria y el salón de actos, según indicó Guillermo Maylin, superior provincial de los Hermanos del Sagrado Corazón.
Desde septiembre, la azotea alberga, además, unas canchas de baloncesto y es la zona de recreo de los más pequeños. La delegada municipal apuntó precisamente a la nueva zona de recreo como el detonante del desplome. "La obra no estaba bien ejecutada en origen y a consecuencia del uso deportivo se ha desplomado", indicó Martínez.
La construcción se sustentaba en dos grandes vigas que no tenían el suficiente punto de apoyo, según comentó un asesor técnico del centro escolar. "El colapso tenía que llegar tarde o temprano", añadió.
Obras en el colegio
Para varios padres, que se acercaban intermitentemente al centro educativo para interesarse por lo ocurrido, las causas del accidente podrían estar en las obras de ampliación que realiza el colegio desde septiembre en lo que era el antiguo patio de recreo: la construcción de un polideportivo y un aparcamiento subterráneo. Por estas obras fue por lo que se habilitó la azotea del edificio desplomado como zona
de juegos.
A pesar del accidente los trabajos de construcción continuaban ayer en esta zona. Pilar Martínez afirmó que, según la inspección técnica, las obras del centro, que tienen su licencia correspondiente, no tuvieron nada que ver con el derrumbamiento.
La estructura afectada forma parte de un edificio de cuatro plantas, que da a la calle de Paraguay. La cubierta se desplomó sobre el salón de actos, que puede llegar a albergar a unas 600 personas. Forma una ele con el inmueble principal del centro, que acoge el 80% de las actividades del colegio. El centro, de momento, está clausurado y hasta la semana que viene no estará listo el informe definitivo para saber si el resto de estructuras han quedado afectadas. "Los técnicos están realizando catas para comprobar que el otro edificio es completamente seguro", señaló la delgada de Urbanismo.
Posible demolición
"Lo más urgente ahora es cumplir con la normativa de Urbanismo porque no queremos tentar a la suerte", comentó Guillermo Maylin a la puerta del colegio. Señaló que la cubierta derruida ha dejado "muy dañado el edificio desde la base, por lo que es muy probable que haya que tirarlo y volver a construirlo".
Los trabajos de desescombro comenzaron ayer. El edificio se irá demoliendo poco a poco hasta comprobar que su estructura es realmente segura, señalaron desde Urbanismo. El colegio no reabrirá sus puertas hasta que no haya un dictamen que garantice que no existe peligro.
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