Este artículo se publicó hace 16 años.
Carteles y planfletos que alertan del riesgo sanitario
Alejandro López de Miguel
Faltan algunos minutos para la medianoche. A escasos 300 metros de la calle Larios, centro neurálgico de Málaga, las prostitutas empiezan su jornada laboral. Lo hacen entre grandes edificios de oficinas y viviendas que de día respiran el bullicio de una gran ciudad, pero que de noche se convierten en un emplazamiento frecuentado por aquéllos que buscan los servicios sexuales de estas mujeres. El ayuntamiento también intenta poner coto a esta situación mediante una ordenanza que implica sanciones para quienes contraten a una prostituta en plena vía pública.
Actuación provisional
Mientras llega la ordenanza, probablemente después del verano, el consistorio pone en marcha soluciones provisionales. Los servicios sociales, en colaboración con los dueños e inquilinos de los pisos de la zona, han comenzado una campaña para informar a los clientes, los grandes perjudicados de las medidas que prepara el Gobierno municipal (PP).
Los panfletos y carteles, que desde la semana pasada se distribuyen en los lugares más afectados, alertan del riesgo sanitario que esta actividad supone para sus usuarios yde los problemas secundarios que acarrea su práctica para los ciudadanos que vivenen el entorno.
El ayuntamiento también trabaja en una fórmula para dar protección a las prostitutas. La concejal de Bienestar Social, María Victoria Romero, salió una noche junto a vecinos para trasladar información a estas mujeres y ofrecerles ayudas para que abandonaran esta práctica. El objetivo final es que las mujeres que opten por esta fórmula de trabajo lo hagan conlas medidas sanitarias y sociales necesarias en cualquier empleo.
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