Este artículo se publicó hace 16 años.
Beltza, Kadyr y Niska, tres joyas del Instituto Armado
La heroína del atentado de Barajas
‘Beltza' ronda los once años de edad, pero no lo parece. No se está quieta, es puro nervio. Salta, corre, se desliza por debajo de las alcantarillas, está muy atenta a las órdenes y a las instrucciones de Isidro, su guía. El currículum de esta perra, especializada en seguridad y rescate de personas desaparecidas, es espectacular. Fue ella quien localizó el cadáver de uno de los dos fallecidos en el atentado de ETA, en la terminal T4 del aeropuerto de Barajas. Aquella explosión, el 30 de diciembre de 2006, reventó el proceso de paz. Tras días de intensa búsqueda entre toneladas de escombros, el olfato afilado de ‘Beltza' y sus ladridos guiaron a la Guardia Civil hasta el cuerpo de una de las víctimas. Esta pastor belga también ayudó a esclarecer un crimen de unos ciudadanos alemanes en Palma de Mallorca. La clave estaba en un colchón que la perra no cesaba de olisquear y marcar. Las pesquisas policiales confirmaron que Beltza no se equivocaba: el colchón estaba impregnado del olor de quien resultó ser el asesino. Las autoridades alemanas le felicitaron por ello. Estas habilidades llevaron a la perra a los terremotos que sacudieron Argelia en 2003. Hubo 2.300 muertos. Allí ‘Beltza' colaboró en la búsqueda de cadáveres junto a su guía. En la actualidad, el animal reside en las instalaciones de la UCICE (Unidad Cinológica Central) de la Guardia Civil. ‘Beltza' se lo pasa en grande cuando su preparador le lanza el rodillo de tela para jugar y divertirse. Otro de sus vicios son las salchichas, su comida favorita. El mejor premio a la misión cumplida.
Un azote de narcotraficantes de hachís
‘Kadyr' es un precioso pastor alemán de perro largo. Su aspecto es corpulento, fuerte, imponente. Todo un azote para los narcotraficantes, sobre todo para los que intentan colar hachís en España. Su olfato ha dado a la Guardia Civil excelentes resultados. El año pasado, en la ‘Operación Paso del Estrecho', el animal halló 25 kilos de droga oculta en el doble fondo del depósito de gasolina de un vehículo. "Fue un servicio complicado porque la droga estaba muy bien escondida y dar con ella era dificilísimo", recuerda el agente Andrés, su guía. A pesar del olor a gasolina y del escondite imposible, ‘Kadyr' fijó su mirada en los bajos del coche y los comenzó a arañar con intensidad. Era una señal inequívoca de que allí había algo raro. Y no se equivocó. Este perro también ha puesto al descubierto a más de un ‘mulero', persona que transporta bolas de droga en el interior de su cuerpo. En estos correos, el hachís desprende una serie de efluvios que pasan desapercibidos a cualquiera, excepto para los perros. Su último servicio fue muy reciente. La semana pasada, ‘Kadyr' estuvo junto a Andrés en los tornos de entrada al festival Rock in Rio, que estos días se celebra en Arganda del Rey (Madrid). A más de uno, el olfato infalible de ‘Kadyr' le aguó la fiesta. Además del rodillo de tela que no suelta de su boca, este pastor alemán se lo pasa en grande con las pelotas de goma que le lanza su guía. Devora la carne envasada, su predilección culinaria. Por eso, sus cuidadores le dan de vez en cuando un capricho.
Una garantía en las cumbres de Estado
‘Niska' es una estrella en la escuela de adiestramiento canino del Instituto Armado. Allí es feliz. Graciosa, de carácter fuerte, divertida y simpática, esta schnauzer miniatura olfatea, desde 1998, cualquier explosivo que se le ponga por delante. Su tamaño es menudo y por eso, a simple vista, pasa desapercibida. Ese motivo la ha llevado a participar en numerosas cumbres de Estado y en visitas de altas personalidades celebradas en Madrid, donde su presencia genera menor inquietud que la de perros de mayor tamaño, como los pastores alemanes. Acompañó, por ejemplo, al Papa Juan Pablo II en su último viaje a España, en 2003. ‘Niska' olisquea salas y salones en busca de posibles artefactos, y participa en multitud de exhibiciones caninas de la Guardia Civil. También ha desfilado por multitud de platós de televisión para mostrar sus impresionantes habilidades. Sorprende su capacidad para localizar artefactos. Cuando esta perrita encuentra una bomba, se acerca a ella con precaución y se sienta junto al objetivo sin tocarlo para evitar que explote, mientras mira con fijación a su guía Juan para que le lance el juguete. Y siempre obedece. ‘Niska' ha participado por casi toda España en numerosas simulaciones con explosivos reales junto a los TEDAX, los técnicos especialistas en desactivación. Aunque la debilidad de este animal tiene poco que ver con las bombas: como a los niños, le apasionan las golosinas. Y el agente Juan, quien mejor la conoce, debe controlarla para evitar que pille sobrepeso.
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