Este artículo se publicó hace 13 años.
Barcelona inicia su campaña de advertencias contra el nudismo
Varias entidades anuncian recursos contra la ordenanza municipal
El Ayuntamiento de Barcelona habla de "actuaciones poco significativas" para referirse al balance de los dos primeros días de entrada en vigor de la nueva Ordenanza de Convivencia que castiga el nudismo o el seminudismo. Esas "actuaciones" implican que se han aplicado las primeras multas, pero los portavoces municipales se niegan a ofrecer datos concretos.
El domingo hubo pocas actuaciones porque los efectivos de la Guardia Urbana estaban ocupados con el desfile del Barça y ayer el cielo estaba cubierto e invitaba poco a quitarse ropa. Los agentes tienen instrucciones de advertir a las personas que estén desnudas o que lleven el torso descubierto antes de aplicar sanciones. Se les invita a cubrirse y, en caso de negativa, aplican la sanción, que oscila entre los 120 y los 500 euros. La única excepción son las zonas y calles próximas a la playa.
Los agentes avisan a los infractores y, si no se cubren, les imponen una multa
Entidades naturistas y otros colectivos han criticado la nueva norma y su ambigüedad, que deja en manos de los agentes la valoración sobre lo que se considera seminudismo. Estas entidades han anunciado que presentarán recursos contra la ordenanza, como ha hecho la Candidatura d'Unitat Popular, que ha planteado un contencioso administrativo contra el Ayuntamiento ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) por considerar que la norma puede vulnerar los derechos de las personas.
A lo largo de junio se presentarán dos denuncias más, firmadas por la Associació per a la Defensa del Dret a la Nuesa (ADDA) y por el Club Català del Naturisme, a través de la Federación Española de Naturismo.
"La ordenanza va en contra de algunas instancias superiores. El Código Penal no considera ir desnudo un escándalo público", dice el presidente del Club Català de Naturisme, Joaquim Planas. "El Ayuntamiento afirma ha querido regular la moral. No es suficiente decir que no me gusta ver a alguien desnudo para poner en marcha una ordenanza como esta".
"La ordenanza no regula cómo se debe ir vestido", sostiene la concejala de Seguretat, Assumpta Escarp, que advierte que el nudismo y el seminudismo "no son conductas aceptadas" en Barcelona. Para la concejala, "no es un problema grande o pequeño. Simplemente damos cobertura jurídica a una demanda de la gran mayoría de los ciudadanos".
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