Este artículo se publicó hace 16 años.
Angelina Jolie y "Kung Fu Panda" llegan cargados de belleza, humor y energía
El Festival de Cannes se estremeció hoy de placer, optimismo y efervescencia mediática ante el estreno de "Kung Fu Panda", la nueva película de dibujos animados de DreamWorks que sus realizadores, promotores y protagonistas llenaron de humor, buena onda y, ante todo, conocimiento.
El estruendo, la belleza y la expectación llegaron con la actriz Angelina Jolie, dulce y sabia 'tigresa' y experta discípula practicante de Kung fu en esta cinta.
El héroe principal del film es un regordete oso panda, ex-camarero en el restaurante de pasta de su padre, que será encargado de salvar a su condado de la catástrofe.
Junto con Jolie brillará esta noche en la alfombra roja, como lo hizo en el filme, el actor Dustin Hoffman, la voz del maestro chino de la cinta, 'Shifu'.
También brilló en la rueda de prensa, riéndose, a veces a carcajadas, de algunas de las preguntas.
Les acompañaba su colega más bien gordito Jack Black, voz y alma del protagonista 'Po', imparable bulímico hasta que el destino -que no la casualidad, precisa bien el filme- le lleva a cumplir su ansiado sueño y le convierte en un experto en Kung Fu.
Es quijotesco, eso sí, como el ogro verde de "Shrek" y, a su manera, los animales huidos del zoo neoyorquino de "Madagascar", también de DreamWork.
La iniciática cinta tiene un trasfondo pedagógico y hasta terapéutico, entre otras razones por haber sido creada en un país donde la obesidad es tan extendida como mal vista.
Angelina Jolie lo resumió con concisión: el principal mensaje "es que lo que hace que se sea diferente es ser uno mismo", y hay que aceptarlo, "no intentar ser otra persona".
Sus co-realizadores, Mark Osborne y John Stevenson, nunca ocultaron, y el filme dio fe de ello, su intención de "hinchar de optimismo" esta fábula, en la que también hicieron gala de enorme respeto por la cultura que lo inspira, la china.
De principio a fin, a excepción de ciertos e inevitables momentos de violencia, la cinta rezuma delicadeza y profundidad, lo que el público del primer pase de prensa celebró con aplausos y permaneciendo hasta el final en la sala, donde les esperaban unas imágenes de propina.
Ante la prensa, Dustin Hoffman también aportó su granito de arena al mensaje fundamental del filme "la idea de que el antihéroe se convierte en héroe, porque es un ser humano, no algo idealizado".
Nadie necesita un superhéroe el "superhéroe se encuentra en usted", subrayó hablando de este filme de cuento de hadas con terrores diversos y final feliz.
"Es un poco como el Yin y el Yan, la armonía de los extremos", eso fue "muy importante para nosotros" ya en el rodaje, "la reconciliación de los contrarios, como las montañas rusas, hay altos y bajos, buscábamos esa combinación", explicó Osborne.
El resultado raya la perfección, las imágenes del filme, que tardó varios años en terminarse, son de gran belleza, así como la personalización de los animales con la ayuda de los actores Jackie Chan, Ian Mcshane, Lucy Liu y David Cross.
Según contó Dustin Hoffman, "el trabajo lo hicieron ellos", los realizadores y los dibujantes del equipo, primero en sus años previos de preparación, y luego, después de las grabaciones, trabajando para que los dibujantes pudiesen adaptar los personajes a su personalidad.
Los realizadores lograron su objetivo de rendir "homenaje a China", cuyo legado es, como recuerda el filme, extraordinario.
Fervorosos amantes de las películas de artes marciales, en las que el "sacrificio de uno mismo" está siempre presente, de las "historias que perduran, además de ser divertidas y populares", los directores recordaron que éstas "ya forman parte de nuestra cultura", como lo prueba el hecho de que tantos niños occidentales las aprendan.
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