Este artículo se publicó hace 16 años.
Álvarez amenaza al PP con una demanda
Los conservadores la acusan de haber filtrado datos del MD-82
Los reproches y acusaciones volaban ayer en el Congreso. Lo que en principio parecía una tranquila, casi insulsa, sesión de control al Gobierno se convirtió en un cruce de gritos e improperios cuando el PP interrogó a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, sobre su gestión en el accidente de Barajas. Las peticiones de dimisión y acusaciones del PP consiguieron sacar de quicio a la ministra. Indignada, amenazó con llevar a los tribunales a uno de sus interlocutores si repetía sus denuncias sin la protección legal de la Cámara.
No fue casual. Las preguntas de los dos diputados conservadores eran agrias de por sí. Solo unos segundos después de comenzar su intervención, María del Carmen Guerra ya había acusado a la ministra de mezquindad. Aseguró que en su comparecencia a final de agosto, Álvarez se preocupó más de destacar "lo bien que lo hace" que de explicar el accidente.
FiltracionesA continuación introdujo a las víctimas en su discurso. La diputada responsabilizó a Álvarez de las filtraciones sobre el desastre a la prensa. "Mientras paseaba diciendo lo bien que lo hace, las familias tenían la oportunidad de ver imágenes escalofriantes del accidente", le afeó.
Retomó los ataques su compañero Andrés Ayala. Esta vez el tono fue aún más duro, acusando directamente a la ministra: "Mire, ha filtrado todo lo que le ha interesado: el cambio de avión, las conversaciones, las averías, el vídeo...".
Ayala prosiguió: "A usted solo le interesa el sillón, sin respeto alguno por las víctimas que, como le ha recordado mi compañera, sufren cada vez que ven el vídeo que usted filtró". "Tiene dos opciones: cesar a los responsables o dimitir por higiene democrática", concluyó.
"Le pongo en los tribunales"Álvarez, que a la primera pregunta había contestado con un neutral "la verdad la sabrán los ciudadanos a través del juez", no pudo más. Se tomó dos segundos para respirar mientras los diputados conservadores gritaban y estalló. "¿Cómo se atreve a hacer esa acusación tan grave sin pruebas?", preguntó. "Usted se atreve a decirlo aquí, pero dígalo fuera y le pongo en los tribunales". Según Álvarez, los conservadores tratan de restar credibilidad a la comisión y que no se investigue, "la misma estrategia que con el Yakolev".
No fue la única alusión de una airada Álvarez a los gobiernos del PP. "Le recuerdo que en el 11-M no era ETA y que en Irak no había armas de destrucción masiva", espetó. Poco antes, a Guerra se le había escapado una frase que remitía al pasado reciente de su propio grupo. "Queremos saber la verdad". Poco a poco se tranquilizó: "Ustedes se tendrán que retractar y pedirme perdón". Su grupo la premió con un aplauso.
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