Este artículo se publicó hace 14 años.
Las aerolíneas esperan beneficios y presión fiscal
La industria de las aerolíneas esperaba el lunes dejar atrás dos años de miseria con un rotundo cambio de previsiones, aunque un euro en caída, unos mercados atemorizados y una inesperada propuesta tributaria en Alemania desinflaron las celebraciones.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, en sus siglas en inglés) dijo que ahora espera que las aerolíneas del grupo registren en total unos beneficios de 2.500 millones de dólares este año, después de predecir unas pérdidas de 2.800 millones de dólares hace tan solo tres meses.
El consejero delegado del grupo, Giovanni Bisignani, señaló que la economía global está mejoran más deprisa de lo que nadie esperaba, impulsando de forma drástica el tráfico y los rendimientos, algo impensable hace incluso dos meses durante la crisis de las cenizas volcánicas en Europa.
Pero se espera Europa, sumida en deudas y en resentimientos por la cancelación de vuelos durante la crisis de la ceniza, se quede rezagada, especialmente si un verano de huelgas paraliza los viajes aéreos.
"Tenemos un problema de moneda, tenemos el volcán (islandés) que golpeó en abril (...) y tenemos algo de tensión con los sindicatos, así que esos tres aspectos están marcando la diferencia", dijo Bisignani a Reuters Insider TV, en un aparte del AGM.
IMPUESTOS Y HUELGAS
Apenas horas antes de que hablara Bisignani, el Gobierno alemán sorprendió a los delegados del grupo al proponer un nuevo "impuesto medioambiental" sobre los pasajeros del transporte aéreo, para recaudar mil millones de euros al año.
El impuesto a los viajes aéreos se impondría a todos los pasajeros que salieran de aeropuertos alemanes, y estar sujeto al consumo de combustible, el precio y el ruido, según el borrador de la propuesta.
Las aerolíneas se apresuraron a condenar la idea.
"Es absolutamente incomprensible que el Gobierno quiera disminuir la capacidad de competir con operadoras extranjeras", afirmó un portavoz de Air Berlin.
También la posibilidad de que las huelgas actuales empeoren y aparezcan otras nuevas se cernía sobre la conferencia.
British Airways está sufriendo huelgas de la tripulación de la cabina, y hay protestas laborales en Lufthansa.
El consejero delegado de BA, Willie Walsh, que se encontraba en Berlín pese a las críticas de los líderes sindicales por no quedarse a negociar y poner fin a la amarga disputa sobre las condiciones laborales, criticó duramente al sindicato Unite, que representa a la tripulación de cabina.
"Han fracasado en sus esfuerzos y seguirán fracasando (en cerrar la línea aérea)", dijo Walsh a Reuters en un aparte de la presentación de la alianza de aerolíneas Oneworld.
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