Este artículo se publicó hace 13 años.
Las acciones de antinucleares alemanes paralizan el avance del tren con basura radioactiva
Las sucesivas acciones de protesta de los activistas antinucleares alemanes bloquearon hoy el avance del tren cargado de basura radiactiva en su ruta hacia el depósito de Gorleben (norte del país), pese a las fuertes medidas de seguridad.
El convoy, con 11 contenedores tipo "castor" y 2.500 toneladas de residuos tóxicos, apenas ha conseguido avanzar durante toda la noche y las primeras horas de la mañana, según la cadena de noticias germana N-TV.
Las fuerzas de seguridad lograron neutralizar la última gran acción de los ecologistas sobre las 07.00 GMT, cuando retiraron en volandas al último activista de un grupo de hasta 2.500 personas que había organizado una gran "sentada" sobre las vías en la localidad de Harlingen, próxima a Gorleben.
No obstante, minutos después los antinucleares lograban romper el cordón policial por dos puntos, junto a las localidades de Hitzacker y Vastorf, según la cadena de televisión estatal ZDF.
En ambos lugares, próximos al depósito temporal de residuos radiactivos de Gorleben, sendos grupos de cuatro activistas habían bloqueado las vías con hormigón.
Cerca de allí tuvo lugar ayer por la noche una acción del grupo ecologista Greenpeace, que consiguió encadenar a varios de sus miembros a las vías, y a los que la policía tardó más de seis horas en desencadenar.
Desde el pasado jueves, un día antes de que partiera desde la planta de tratamiento de residuos de Le Hague (Francia) el tren "castor", las manifestaciones, las acciones de protesta y los enfrentamientos entre activistas y policías han sido frecuentes en las localidades próximas al cementerio nuclear alemán.
La policía, que ha movilizado a 20.000 efectivos, ha señalado que sus agentes han sido atacados con cócteles molotov, bengalas y piedras, mientras que los activistas y los medios de comunicación han destacado el abundante uso de cañones de agua, pelotas de goma y gases lacrimógenos por parte de las fuerzas de seguridad.
La policía alemana ha aplicado este año una estrategia de "tolerancia cero" frente a los activistas, opuesta a la táctica de anteriores años de "rebajar" la tensión, según varios medios alemanes.
Aunque oficialmente se apuntó al domingo, aún se desconoce cuándo llegará el controvertido transporte a Dannenberg, última parada del trayecto en tren y donde los contenedores "castor" deben ser reubicados en camiones para recorrer los últimos kilómetros por carretera hasta Gorleben.
Desde hace años, los transportes de desechos radiactivos por Alemania generan fuertes protestas del colectivo antinuclear, con recurrentes cortes de las vías en su trayecto al depósito de Gorleben.
Tras las multitudinarias concentraciones del año pasado, las más concurridas en décadas, las protestas de 2011 son las primeras tras la aprobación del "apagón" nuclear de la canciller federal, Angela Merkel, bajo el impacto de la catástrofe de la central atómica japonesa de Fukushima.
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