Demi Moore más allá de 'La sustancia'

Todo el mundo habla de Demi Moore. La actriz estadounidense de 62 años consiguió el pasado fin de semana el primer Globo de Oro de toda su carrera. Los miembros de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood le concedieron el premio a mejor actriz por su interpretación en La sustancia, la película gore de Coralie Fargeat que se llevó el galardón a mejor guion en Cannes.

“Estoy en estado de shock. Llevo mucho tiempo en esto, más de 45 años, y es la primera vez que gano algo como actriz. Me siento muy agradecida”, empezó diciendo Moore en su discurso de agradecimiento. 

La actriz aprovechó para lanzar un dardo a aquellos que le hicieron creer que nunca recibiría el reconocimiento que merecía. “Hace 30 años un productor me dijo que era una popcorn actress (actriz de películas comerciales), lo que en aquel momento no me hacía merecedora de este premio. Significaba que podía hacer películas exitosas y que recaudaran mucho dinero, pero que no podía ser reconocida. Y yo lo creí, hasta el punto de que hace unos años pensé que tal vez esto era todo”.

Para muchos, la victoria de Moore en los Globos de Oro llega tarde. La actriz comenzó su carrera en el mundo del cine en 1981, cuando obtuvo su primer papel en la película Obsesión. Años después se convirtió en una de las intérpretes más importantes de Hollywood, con largometrajes de éxito internacional a sus espaldas. Sin embargo, hemos tenido que esperar hasta 2025 para verla recoger su merecida estatuilla dorada.

El despegue después de‘Ghost’

Aunque la primera película en la que participó se estrenó en los ochenta (Obsesión, 1981), no fue hasta una década más tarde cuando Moore saltó a la fama. Fue gracias a Ghost (1990), película en la que la actriz interpretaba a la escultora de cerámica Molly Jensen, protagonista de la historia. El filme fue el más taquillero de aquel año y, treinta años después, sigue siendo recordada como una de las películas más míticas de la historia del cine reciente.

Gracias a su interpretación, Moore recibió una nominación al Globo de Oro a mejor actriz, que acabó llevándose Julia Roberts por su papel en Pretty Woman. Sin embargo, a nuestra protagonista no le hizo falta llevarse el premio para que su carrera despegara con fuerza. Para 1995, la actriz era la mejor pagada de Hollywood (recibiendo hasta 12 millones de dólares por película, rompiendo un récord en aquel momento).

Sin embargo, el paso del tiempo le fue jugando una mala pasada. Su popularidad empezó a desplomarse a finales de los 90 por culpa de algunos fracasos en taquilla, y la prensa empezó a centrarse más en sus relaciones personales y su aspecto físico que en lo verdaderamente importante: su carrera como actriz. Aún así, Moore ha dejado películas memorables que seguro recordaremos aunque pasen los años.

De ‘Striptease’ a la teniente Jordan O'Neil

Una de sus películas más conocidas es Una propuesta indecente (1993), en la que la actriz interpreta a Diana Murphy, una mujer cuya vida se ve puesta a prueba cuando un millonario le ofrece un millón de dólares para pasar una noche con ella. Esto genera un dilema moral y emocional tanto para ella como para su marido.

Tres años más tarde, en 1996, Moore participó en Striptease, dirigida por Andrew Bergman. Con ella rompió el récord y se convirtió en la actriz mejor pagada al recibir más de 12 millones de dólares. La película cuenta la historia de una madre soltera que trabaja como stripper para mantener a su hija, pero eso la lleva a involucrarse en una situación peligrosa.

No podemos olvidar tampoco su papel como teniente Jordan O'Neil. En la película, dirigida por Ridley Scott, Moore interpreta a una mujer que se somete a un riguroso y desafiante entrenamiento militar en la Marina de los Estados Unidos para convertirse en la primera mujer en pasar por un programa de entrenamiento de élite. Es uno de sus papeles más recordados porque la actriz tuvo que hacer un gran esfuerzo físico para interpretar a su personaje.

Alabanzas por su papel más ‘gore’

Este 2025, Moore por fin ha recibido su primer premio como actriz. El galardón llega gracias a su papel más gore: la interpretación de Elisabeth Sparkle en La sustancia. En la película, la actriz interpreta a una estrella de un programa de televisión de deportes a la que despiden por culpa de su avanzada edad. Sparkle atraviesa una crisis como consecuencia de este suceso y decide consumir una droga del mercado negro que crea una versión mucho más joven de sí misma.

Esta droga tiene unos efectos secundarios inesperados que convierten la película de Fargeat en un brutal body horror. Hay mutaciones, sangre y muchas escenas bizarras, pero detrás se esconde una potente reflexión sobre los estereotipos de belleza y la eterna juventud que se le pide a las mujeres.

Qué mejor manera de cerrar el círculo para Demi Moore que llevarse el Globo de Oro con esta historia.