Este artículo se publicó hace 4 años.
PAÍS VASCOLa vuelta a clase en Euskadi registra un bajo seguimiento en colegios e institutos
Según cifras del Gobierno Vasco, el 20% de los centros que imparten cuarto de la ESO y Bachillerato ha abierto sus puertas, al tiempo que defiende que cada uno ha definido sus "prioridades educativas". Los sindicatos vuelven a reclamar diálogo y el fin de
Bilbao-
La polémica vuelta a clase en Euskadi se ha saldado con fotos desiguales. Desde este lunes abrían –o podían abrir– institutos y centros de Formación Profesional (FP). Según datos oficiales del Gobierno Vasco, entre los primeros hubo solo un 20% de adhesión, mientras que en FP el número que retomó los cursos presenciales fue considerablemente más alto, aunque no se ha aportado una cifra concreta. Los sindicatos critican las formas empleadas por el Gobierno Vasco para abrir, en un caso y en otro, las puertas de las aulas.
Lo que ha ocurrido este lunes iba a suceder, según los planes iniciales del Ejecutivo autonómico, hace ahora siete días. Sin embargo, la falta de amparo jurídico –el Gobierno central se vio obligado a recordarle al Ejecutivo autonómico que la fase 1 no contemplaba la vuelta a clase– provocó que el Departamento de Educación acabase retrasando una semana sus planes.
La apertura de las aulas ha llegado este lunes, no sin polémica: durante los días previos, todos los sindicatos presentes en el ámbito educativo vasco reclamaron que se paralizaran estos planes. No obstante, el Gobierno autonómico hizo caso omiso a estas solicitudes y continuó adelante con sus planes, aunque con una salvedad: Educación dejó en manos de cada centro la posibilidad de volver a abrir los centros, con aforo reducido en las aulas y una combinación de días presenciales con otros de clases online.
"La vuelta a clase ha sido mínima. Los que han abierto lo han hecho solo para refuerzos o para la preparación de la Selectividad, e incluso en algún caso para hacer un examen presencial", afirmó a Público Irati Tobar, representante de Enseñanza del sindicato LAB.
"Los centros oficialmente están abiertos, pero han ido muy pocos alumnos y ha habido mucha resistencia por parte de los centros públicos", indicó por su parte Aitor Idígoras, portavoz del sindicato Steilas. En tal sentido, subrayó que las direcciones de los centros no veían "razones pedagógicas" para recuperar las clases presenciales.
Los reclamos de las organizaciones sindicales volvieron a sentirse este lunes, en esta ocasión frente a la sede del Gobierno Vasco en Vitoria. En un comunicado conjunto, los sindicatos STEILAS, ELA, LAB, CCOO y UGT calificaron como "muy grave e irresponsable" la gestión del Ejecutivo de Iñigo Urkullu "de cara a este atípico final de curso".
"El Gobierno está tomando constantemente decisiones unilaterales no consensuadas con los agentes educativos", criticaron las centrales. En esa línea, advirtieron que si bien el Departamento de Educación "pretende dejar en manos de cada centro la responsabilidad y el peso de las condiciones del retorno presencial", a día de hoy existe un amplio número de centros que "ni siquiera han recibido respuesta de la inspección educativa ante su plan de retorno", por lo que aún no saben si su plan de regreso a clase "cuenta con el visto bueno del Departamento".
"Además de estar atentos a este fin de curso y a las situaciones derivadas de la irresponsabilidad del Gobierno, exigimos al Departamento de Educación que negocie y acuerde con la representación de las trabajadoras la planificación y las condiciones de inicio del próximo curso escolar, así como las medidas y protocolos de seguridad y salud necesarias", subrayaron.
"Prioridades educativas"
Por su parte, la consejera de Educación del Ejecutivo autonómico, Cristina Uriarte, aseguró este lunes que la reapertura de los centros se había producido con "normalidad". Más allá de las críticas de los sindicatos y de las AMPAS, la responsable de esta área en el Gobierno Vasco defendió la decisión de recuperar la actividad presencial.
El departamento dirigido por Uriarte hizo público un comunicado en el que los centros educativos, "dentro de su autonomía pedagógica y organizativa, retornan a la actividad presencial estableciendo sus prioridades educativas, en función de sus características y las de su alumnado, y de forma escalonada".
"Siendo los centros educativos quienes mejor conocen a su alumnado, son ellos quienes han establecido su planificación y la organización de la actividad presencial hasta el final del curso", apuntó Educación. Habló además de una "amplia casuística", en el marco de la cual "hay centros que vuelven a la actividad docente habitual" o se centran en "actividades de refuerzo o de tutoría", mientras que otros "finalizarán el curso de manera telemática" o combinarán las dos modalidades. La polémica continuará.
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