Este artículo se publicó hace 7 años.
Juicio a La ManadaTres miembros de 'la manada' reconocen que no hubo consentimiento expreso de la joven
El primero en declarar afirmó ante el tribunal que hubo consentimiento de palabra por parte de la joven que acusa a cinco hombres de violarla. Otros dos no han sido capaces de explicar ante el fiscal en qué consistió ese consentimiento. Una concentración ante el Palacio de Justicia obliga a parar la declaración de los acusados.
El primero de los acusados en declarar en el juicio que se sigue en Pamplona por la de violación grupal en los Sanfermines de 2016, ha admitido a preguntas de la acusación que no existió consentimiento verbal por parte de la joven para mantener relaciones sexuales con los cinco acusados. A pesar de esto, se ratificó en su primera versión de los hechos en la que afirmaba que la relación había sido consentida. Sin embargo, no pudo explicar en su declaración en qué consistió ese consentimiento. El abogado Agustín Martínez Becerra, que ejerce la defensa de éste y otros dos de los acusados, ha explicado a medios de comunicación en un receso del juicio, que existen muchas formas de mostrar consentimiento, sin aclarar más.
Los otros dos acusados defendidos por Becerra también han declarado a preguntas del fiscal que la relación fue consentida, aunque tampoco fueron capaces de explicar en qué consistió ese consentimiento.
Becerra que afirmó que sus clientes están "tensos" porque se juegan 25 años de cárcel, ha calificado de "puntilloso" el interrogatorio de la fiscal (que ejerce una de las acusaciones y que pide para cada uno más de 22 años de prisión), una concreción que puede ser la causa, ha ironizado, de la actitud del resto de acusaciones.
Según ha añadido, su defendido ha respondido al interrogatorio "con educación y respeto", aunque, al igual que tienen previsto hacer el resto de acusados, se ha negado a responder a las acusaciones populares ejercidas por el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona (que también se han personado como acusación en la causa)
Una concentración detiene el interrogatorio
Los gritos y lemas lanzados por medio millar de personas este mediodía ante el Palacio de Justicia de Pamplona, donde se juzga a cinco acusados de una violación grupal a una joven en los Sanfermines de 2016, han obligado al tribunal a hacer un receso en la vista, en la que hoy declaran los imputados.
La Sección Segunda de la Audiencia de Navarra juzga desde el pasado día 13 a los cinco jóvenes denunciados por una violación en grupo por una joven que tenía 18 años en el momento de los hechos, vista de la que hoy se celebra la octava sesión.
El tribunal aceptó en los primeros días del juicio que se sumase a la causa un informe presentado por la defensa de los acusados y elaborado por detectives sobre la actividad de la denunciante en las redes sociales pero rechazó la inclusión de los mensajes enviados por móvil por los imputados, que se hacen llamar "la Manada".
Los concentrados, convocados por las asociaciones feministas Lunes Lilas y "Andrea", portaban una pancarta con la frase "¡No es no!, ¡Justicia!" en castellano y euskera y carteles con lemas como "Juicio a los imputados, no a las víctimas" y "La violencia sexual es violencia machista".
Las componentes del colectivo "Lunes Lilas" Eloisa Urritikoetxea, Lorea Irisarri y Nekane Merino han leído un comunicado en el que han criticado que el tribunal aceptara como prueba documental el informe de los detectives, que exista "un sistema judicial machista que cuestiona la versión de la víctima" y juzgue "su vida posterior a un proceso traumático como es una violación".
En el manifiesto se señala que "este juicio es un ejemplo claro de lo que significa la cultura de la violación" y que en la vista "está en juego la respuesta que el Estado y el poder judicial, en concreto, vayan a dar a una agresión especialmente brutal".
Las portavoces de los convocantes han recordado el proceso judicial del asesinato de la joven Nagore Laffage a manos del navarro José Diego Yllanes en los Sanfermines de 2008.
En opinión de estos colectivos, aquel fue "un juicio injusto que despreciaba los derechos de las mujeres, ya que se concedió credibilidad absoluta al acusado".
En el texto se indica que "no solo fueron" los cinco acusados de la supuesta violación grupal quienes participaron en el "acto salvaje" que juzga la Audiencia, sino que fueron 21, ya que otras 17 personas, en los grupos de whatsapp, "se rieron, se mofaron y se callaron ante los vídeos y conversaciones compartidas" sobre estos hechos.
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