Los tres hombres que llegaron a Gran Canaria en el timón de un petrolero piden asilo y el Gobierno frena su expulsión

Los tres hombres que llegaron a Gran Canaria tras sobrevivir a una travesía de 11 días sentados en el timón de un petrolero han podido solicitar asilo. Tras ello, el Ejecutivo ha frenado su devolución a Nigeria hasta evaluar su situación y ha dado permiso al buque, el Alithini II, para que abandone el puerto y siga su ruta sin ellos, han informado a EFE fuentes de la Delegación del Gobierno.

Uno de ellos permanece ingresado en el Hospital Universitario Dr. Negrín de Las Palmas, donde se recupera de un cuadro de deshidratación. Desde allí ha reclamado protección internacional tras recibir la visita de un miembro del secretariado de migraciones de la Diócesis de Canarias, que le ha ofrecido la ayuda de la Iglesia y del colectivo Caminando Fronteras, según ha asegurado  una fuente directamente implicada en la visita.

Las otras dos personas se encontraban a bordo del buque, donde, tras recibir una visita de la Policía, también han pedido asilo. Hasta ese momento el capitán del petrolero era el responsable de su custodia y, hasta este cambio en la situación administrativa de los migrantes, tenía la orden de devolver a los polizones a Lagos.

La Iglesia, la comunidad africana en Canarias, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y Caminando Fronteras se habían movilizado para tratar de impedir la expulsión de España de los tres ciudadanos nigerianos. Unidas Podemos también había pedido suspender su repatriación mediante una serie  de preguntas parlamentarias formuladas al Ejecutivo por el dirigente de En Comú Podem Joan Mena.

Si, como parece, estos tres hombres embarcaron en la última escala en tierra del Alithini II, el 17 de noviembre en Lagos, los tres han sobrevivido a una travesía de más de 4.500 kilómetros de navegación. Y todo ello en un hueco bajo la popa del petrolero del que podían haberse caído al mar, que podría haberse inundado si el buque hubiera cabeceado sobre las olas en caso de mal tiempo o donde podrían haber muerto de hipotermia o falta de víveres, de haberse alargado el viaje algunos días más.