Sanidad se prepara para restringir los aromatizantes en el tabaco y regular las bolsas de nicotina y los vapeadores
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha recordado que 140 personas mueren al día por culpa del tabaco. Estas iniciativas son fundamentales para llegar en 2030 a una generación libre de humo.
Madrid--Actualizado a
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha informado este jueves de que ha salido a consulta pública el proyecto de real decreto que regula las bolsas de nicotina, los vapeadores con o sin nicotina, restringe los aromatizantes y establece la obligatoriedad del etiquetado genérico en cajetillas y tabaco de liar.
En una intervención en el acto "Proyecto Zero-Jóvenes sin tabaco", organizado por la Asociación Española contra el Cáncer, la ministra ha considerado que los vapeadores y las nuevas formas de tabaco "no son un control de daños para la gente que quiere dejar de fumar" y sí la puerta de entrada para iniciarse en la adicción tabáquica.
Mónica García ha recordado que 140 personas mueren al día por culpa del tabaco y que este es responsable del 30% de los tumores, por lo que estas iniciativas –ha asegurado la ministra– resultan fundamentales para llegar en 2030 a esa generación libre de humo.
En cuanto a los espacios libres de humo, la ministra se ha limitado a decir que Sanidad sigue trabajando y "está pendiente una ley para regular estos espacios".
El proyecto, que se somete a audiencia pública y actualiza la normativa sobre productos de tabaco y relacionados, introduce dos nuevas categorías de productos: las bolsas de nicotina (se limita su contenido a una dosis máxima de 0,99 mg por sobre) y los productos a base de hierbas calentadas, estableciendo requisitos de seguridad, etiquetado y comercialización.
Se limita también el uso de aromatizantes en los cigarrillos electrónicos, permitiendo solo los aromas de tabaco para evitar que los sabores artificiales resulten atractivos a los jóvenes.
Además, establece la obligatoriedad de la apariencia uniforme para cigarrillos y tabaco de liar, eliminando elementos de diseño y colores atractivos que puedan incentivar el consumo.
El proyecto establece requisitos de etiquetado como la inclusión de ingredientes, advertencias sanitarias ("Consumir este producto es nocivo para la salud") y un folleto informativo sobre el uso, almacenamiento, contraindicaciones y posibles efectos adversos.
El proyecto de real decreto abre dos plazos en su disposición transitoria única: los fabricantes tienen diez meses para adaptarse a las nuevas normas de etiquetado, envasado y fabricación, mientras que los comercios disponen de doce meses para vender los productos que aún tengan en stock bajo la normativa anterior.
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