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Parques naturales de Castilla-La Mancha, naturaleza que siempre sorprende

Más de un centenar de áreas naturales protegidas podemos encontrar en Castilla-La Mancha, una región que también alberga parajes verdes y boscosos como Cabañeros o Las Tablas de Daimiel, ideales para empaparse de naturaleza y realizar todo tipo de actividades al aire libre.

Chorro Navalucillos
Chorro Navalucillos. © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez

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Castilla-La Mancha es una tierra fascinante que sorprende a algunos viajeros porque solo conocen la enorme planicie manchega, que no está exenta de atractivos. La región es mucho más y también alberga parajes verdes y boscosos. De hecho, la naturaleza es protagonista en Castilla-La Mancha y lo es más en los meses menos calurosos, ya que surge en todo su esplendor.

Es esta tierra que derrocha biodiversidad y contrastes paisajísticos, sorprende la inmensidad de sus espacios naturales que además permiten practicar todo tipo de actividades en contacto con el medio natural. El turismo activo y el ecoturismo son grandes alternativas en esta tierra, que es ideal para disfrutar de un viaje en contacto con la naturaleza, en espacios donde se respira como en ningún otro lugar y se relaja la mente.

La emblemática llanura manchega de horizontes infinitos es solo una parte importante de la región, que habla por ella, lo que muchos desconocen es que más del 40% del territorio de Castilla-La Mancha es montañoso, y un 23% del espacio de la región lo ocupan 110 áreas naturales protegidas.

Entre el más de un centenar de espacios protegidos en la región castellano-manchega sorprenden sobremanera dos parques nacionales excepcionales, como son el Parque Nacional de Cabañeros y el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, verdaderos exponentes de naturaleza repletos de flora y fauna.

Cabañeros, la inmensidad del bosque mediterráneo

El Parque Nacional de Cabañeros se encuentra a poco más de una hora de Madrid y lo comparten las provincias de Ciudad Real y Toledo. Es un enorme parque que parece de cuento, un auténtico bosque perfectamente definido y accesible con montones de rutas, caminos y senderos que permiten empaparse de naturaleza.

Cabañeros es todo un exponente de bosque mediterráneo que recibe incluso el apelativo de 'El Serengueti español'. Es habitual poder contemplar águilas imperiales, buitres, lechuzas y otras rapaces; ciervos, corzos, jabalíes zorros e incluso linces ibéricos, entre muchos otros animales.

Cabañeros
Cabañeros. © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez

La berrea de los ciervos es, de hecho, uno de los grandes reclamos del parque, como lo es también la flora. Hay más mil especies vegetales, pero, además, los fósiles del Ordovídico y las cabañas de carboneros, que dan nombre al parque, son otros de los grandes atractivos de este parque de ensueño.

En Cabañeros es posible incluso alojarse en cabañas que tocan las copas de los árboles, como si de un cuento se tratase, y es un parque ideal para la observación de la fauna y la flora a través de rutas a pie, que están perfectamente señalizadas; senderismo, rutas en bici o itinerarios en 4x4.

Las Tablas de Daimiel, paraíso para las aves

Visitar el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, en la provincia de Ciudad Real, es entrar en contacto directo con la naturaleza, con la flora y la fauna . El parque es conocido por ser uno de los humedales más transitados por aves migratorias de la Península y sin duda ese es uno de los grandes atractivos de este enclave natural.

Tablas de Daimiel
Tablas de Daimiel. © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez

Las Tablas de Daimiel es un auténtico paraíso para los amantes del
turismo ornitológico y la meca para los que gustan de la observación de la flora y la fauna. Además, de día y de noche, porque el lugar es perfecto también para contemplar los cielos despejados repletos de estrellas.

Este parque natural manchego, declarado Reserva de la Biosfera. es único en Europa, el último representante del ecosistema denominado tablas fluviales, que antaño era característico de la llanura central de la Península. Se trata de un ecosistema bastante complejo que mezcla las características de una llanura de inundación, producida por los desbordamientos de los ríos Guadiana y Gigüela en su confluencia, con un área de descarga de aguas subterráneas procedentes de un acuífero de gran tamaño.

Así, los desbordamientos, favorecidos por la escasez de pendiente del terreno, hacen que se desarrolle una característica cubierta vegetal que es un excepcional hábitat para toda la fauna ligada al medio acuático. Desde que fuera declarado Parque Nacional hace más de 50 años, ha sido prioritaria la conservación de este ecosistema, uno de los más valiosos de Castilla-La Mancha y una Zona Integral de aves acuáticas donde anidan e hibernan.

Siete parques naturales para no perderse

Si bien los parque nacionales de Cabañeros y Las Tablas de Daimiel son dos de los parques más extensos y característicos de Castilla-La Mancha, existen otros parques naturales que no se quedan atrás y que albergan numerosos atractivos imposibles de observar en otros lugares y donde se pueden practicar numerosas actividades en contacto con la naturaleza, observar cielos nocturnos privilegiados y disfrutar de experiencias únicas.

Ruidera
Ruidera. © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez

Parque Natural de las Lagunas de Ruidera. Se encuentra en el Alto Valle del río Guadiana, entre las provincias de Ciudad Real y Albacete. Es, nada menos, que una concatenación de 15 lagunas comunicadas entre sí por saltos de agua provocados por barreras tobáceas, que componen un paisaje único en Europa. Este parque es ideal para contemplar la naturaleza, pero también para disfrutarla a través de rutas de kayak o buceo en agua dulce. Las Lagunas de Ruidera son naturaleza en estado puro.

Parque Natural del Alto Tajo. Este geoparque de la provincia de Guadalajara está formado por un extenso sistema de hoces y cañones naturales dibujadas por el curso alto del río Tajo y sus afluentes. Abundan los bosques frondosos de pinos, quejigos, sabinas y encinas. El agua es protagonista en esta zona donde se puede navegar en kayak.

Alto Tajo
Alto Tajo. © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez

Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara. Este parque es un lugar privilegiado para la observación de la naturaleza. Es conocido porque contiene el que es el hayedo situado más al sur de Europa, que recibe el nombre del Hayedo de Tejera Negra. El paraje está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en la categoría de naturaleza.

Parque Natural del Barranco del Río Dulce. Enclavado en la provincia de Guadalajara, el valle de este río ofrece una enorme riqueza geológica y paisajística. El senderismo y las rutas en bici son protagonistas en este parque, ubicado muy cerca de localidades de gran interés como Sigüenza.

Parque Natural de La Serranía de Cuenca. Este parque conquense es una de las masas forestales más destacadas del centro de la Península Ibérica. Contiene extensos bosques mixtos de pinares y sabinas y en el se encuentra el nacimiento del río Cuervo. Se trata de un destino con certificación Starlight por la calidad en la observación de sus cielos.

Río Cuervo
Río Cuervo. © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez

Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Se encuentra al sur de la provincia de Ciudad Real, repleto de amplias extensiones dehesas de encinas y pastizales. En este parque manchego anida el águila imperial ibérica y el águila real, el buitre negro y cigüeña negra, el buitre leonado, el halcón peregrino y el búho real. Tiene también la certificación Starlight por sus cielos.

Parque Natural los Calares del Río Mundo y de la Sima. El parque acoge el nacimiento del río Mundo, en la provincia de Albacete, acoge un salto espectacular de agua que tras cada ciclo de lluvias intensas sorprende con un fenómeno conocido como 'El Reventón', que consiste en la salida de golpe de una gran cantidad de agua.

Tres enclaves de enorme valor geológico

Existen, además, otros lugares en Castilla-La Mancha de gran interés por su alto valor geológico y natural, como el Volcán Cerro Gordo, que permanece inactivo en la comarca del Campo de Calatrava (Ciudad Real) y es el único volcán visitable de la Península Ibérica.

Mención especial merecen igualmente dos espacios naturales declarados Reserva de la Biosfera por la Unesco: Las Hoces del Cabriel y los Humedales de La Mancha.

Las Hoces del Cabriel, entre las provincias de Cuenca y Albacete, también de gran riqueza geológica y natural, son así nombradas por sus hoces fluviales conocidas como 'cuchillos', mientras que los Humedales de La Mancha, ubicados en el corazón geográfico de Castilla-La Mancha, son un lugar de tránsito y anidamiento de aves, y todo un paraíso para los amantes de la ornitología.

Turismo activo y ecoturismo

Esos espacios naturales protegidos de Castilla-La Mancha están repartidos por toda la región y, dada su estratégica situación en la Península, quedan casi siempre muy cerca. Por eso, antes de viajar, es muy recomendable consultar las páginas web oficiales de Turismo y de Áreas y Espacios protegidos de Castilla-La Mancha para no perdernos ningún detalle de interés.

Las empresas de turismo activo, unas 260 en la región, ofrecen una amplia variedad de actividades en distintos entornos naturales, respetando siempre el medio natural como premisa primordial.

Acudir a alguna de estas empresas de turismo activo facilita mucho poder realizar todo tipo de actividades con la confianza de contar con iniciativas guiadas siempre por monitores expertos e intérpretes de la naturaleza.

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