La crisis climática añadió una media de seis semanas de "calor extremo" a 2024
Según un informe presentado por un conglomerado de científicos, el 22 de julio registró el mayor número de personas expuestas a temperaturas extremadamente altas en la Tierra: 5.300 millones.
La crisis climática ha provocado un aumento promedio de 41 días de "calor extremo" en 2024 en todo el mundo, lo que afecta a la salud humana y a los ecosistemas, según el primer informe anual presentado por los científicos del grupo World Weather Attribution (WWA) y los expertos de Climate Central.
El estudio, que analiza los impactos de los fenómenos climáticos extremos en el último año, alerta que "todos los países" deben prepararse para el incremento de estos riesgos, con el fin de reducir las muertes y los daños en 2025 y en los años venideros.
De acuerdo con el informe, el año que está por concluir sumó una media de 41 días "extra" de "calor extremo". Este resultado se obtuvo al analizar las temperaturas más altas registradas entre 1991 y 2020 en diversas regiones del mundo, estableciendo un umbral local que luego se comparó con las mediciones obtenidas durante el año actual.
El análisis indica que el 21 de julio fue "el día más caluroso (en promedio) registrado en la Tierra, hasta que el 22 de julio superó ese récord", al registrar el mayor número de personas expuestas a temperaturas extremadamente altas: 5.300 millones.
Las regiones que anotaron el mayor número de días con "calor extremo adicional" fueron las más cercanas al ecuador, y la mayoría de ellas corresponden a los llamados SIDS (Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, por sus siglas en inglés). De hecho, 18 de los 20 países que vivieron estas altas temperaturas, con más de 130 días adicionales de calor, forman parte de este grupo.
Informe del grupo WWA: "Si el mundo no abandona con urgencia el petróleo, el gas y el carbón, el número de días de calor extremo continuará aumentando cada año"
El informe advierte que "si el mundo no abandona con urgencia el petróleo, el gas y el carbón, el número de días de calor extremo continuará aumentando cada año, lo que pondrá en mayor riesgo la salud pública".
El clima extremo deja más de 2.000 muertes en 2024
El documento también examina el impacto del clima extremo en el planeta, detallando diversos tipos de desastres: 79 olas de calor en el mundo, 54 inundaciones, 48 tormentas, 19 incendios forestales, 11 sequías y ocho olas de frío, en algunos de los cuales influyó el fenómeno de El Niño.
Según los datos del informe, a lo largo de 2024 se registraron un total de 219 eventos que cumplieron con los criterios de activación de WWA para identificar los fenómenos meteorológicos más impactantes. América (68) y Asia (63) fueron las regiones más afectadas, seguidas por Europa (28), África (26) y Oceanía (16), además de 18 fenómenos de carácter intercontinental.
Los científicos que analizaron las "lluvias extremas" en España relacionadas con la DANA encontraron "evidencia clara de la crisis climática"
Los científicos, que analizaron 29 de estos eventos, incluyendo las "lluvias extremas" en España, −relacionadas con la DANA de finales de octubre pasado que causó más de 230 muertes y graves daños materiales e infraestructurales−, encontraron "evidencia clara de la crisis climática" en 26 de ellos.
Entre los casos mencionados se incluyen las inundaciones en Sudán, Nigeria, Níger, Camerún y Chad, que figuran "entre las más mortíferas del año". Según sus cálculos, estos desastres causaron al menos 2.000 muertes y desplazaron a millones de personas.
Entre los principales responsables también se encuentra el huracán Helene, que provocó más de 200 muertos en seis estados de EEUU, y la sequía en la región de la Amazonía, donde se registraron incendios de gran magnitud.
Proteger a los países vulnerables
Las recomendaciones del estudio para 2025 incluyen un abandono "más acelerado" de los combustibles fósiles, la mejora de los sistemas de alerta temprana ante situaciones peligrosas, la implementación de informes en tiempo real sobre muertes relacionadas con el calor, y la provisión de financiación internacional para ayudar a los países en desarrollo a fortalecer su resiliencia.
Friederike Otto, líder de WWA y profesora titular de Ciencia Climática en el Imperial College de Londres, ha enfatizado que la sociedad cuenta con el conocimiento y la tecnología necesarios para abandonar los combustibles fósiles y avanzar hacia las energías renovables, reducir la demanda y frenar la deforestación.
Según Otto, es fundamental aplicar estas medidas y no distraerse con tecnologías como la captura de dióxido de carbono (CO2), que "no será efectiva sin primero implementar todas las demás acciones". En su opinión, "las soluciones han estado a nuestro alcance durante años", y ha instado a que, para 2025, todos los países deben intensificar sus esfuerzos para sustituir los combustibles fósiles por energía renovable y prepararse ante los eventos climáticos extremos.
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