Este artículo se publicó hace 5 años.
CIE ZapadoresEl joven fallecido en el CIE de València advirtió por escrito al director de sus dolores una hora antes de su muerte
La campaña CIEs NO revela que Marouane Abouobaida redactó una diligencia de información desde la habitación en la que estaba aislado tras una agresión que también denunció. Afirmaba que no tenía visión en el ojo izquierda y adjuntaba un informe médico de sus lesiones. Los activistas critican que se le aislara pese a sus advertencias.
Madrid--Actualizado a
El día antes de morir, Marouane Abouobaida, el joven marroquí que fue encontrado sin vida el pasado 15 de julio en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores, en València, redactó una diligencia de información al director de centro, Carlos Llorca Ponce, en la que advertía de sus dolencias tras la pelea en la que se había visto envuelto y denunciaba que había sufrido una agresión.
Así consta en el documento difundido este lunes por la campaña CIEs NO, que exige el cierre de los CIE en todo el Estado y el fin de las deportaciones de los migrantes encerrados en estos opacos y criticados centros de detención. La notificación fue entregada al día siguiente, el 15 de julio, a las 14.00 horas, una hora y nueve minutos antes de que Abouobaida se quitara la vida ahorcándose con su camiseta, tal y como quedó registrado por la cámara de seguridad de la estancia en la que había sido aislado tras la agresión.
Las grabaciones han sido entregadas al juzgado que investiga la muerte del joven y también han sido revisadas durante la investigación que está realizando Jefatura Superior de Policía de València. Según informó el diario Levante, citando fuentes de la investigación, no fue hasta las 15.28 horas cuando los policías que custodian a los internos detectaron que el joven se había suicidado, 19 minutos después de que las cámaras registraran ese instante.
En la diligencia remitida al director del CIE, en la que Abouobaida adjuntaba un informe médico de sus lesiones y solicitaba denunciar la agresión sufrida por uno o varios internos de nacionalidad colombiana, el interno aseguraba que sufría dolores en la cabeza y que no tenía visión en el ojo izquierdo. Junto a este documento, la plataforma por el cierre de los CIE ha difundido una fotografía en la que el joven aparece con contusiones en la cara, el ojo izquierdo hinchado y amoratado, al igual que los labios. Según fuentes de la plataforma, la imagen fue enviada el día de su muerte a Malika, una tía del fallecido que reside en Madrid y que ha relatado a los activistas que, una semana antes del deceso, había viajado a València para ver a su sobrino.
"Lo estaba pasando muy mal y no iba a poder aguantar mucho más", afirma la tía del fallecido
"Nos escribió a su madre, que vive en Rabat, y a mí para que lo sacáramos de allí porque lo estaba pasando muy mal y no iba a poder aguantar mucho más. Me asusté y vine a València. Cuando le vi, me pidió que hablara con un abogado y que hiciera todo lo posible por sacarlo del CIE”, ha asegurado a los miembros de CIEs NO.
Según CIES No, la notificación del interno al director "probaría que los responsables del centro conocían las precarias condiciones físicas y psicológicas" en las que se encontraba Marouane "y su respuesta fue encerrarlo en una celda de aislamiento sin vigilancia y sin prestarle la atención que él mismo reclamaba". En declaraciones a Público, Adrián Vives, portavoz de CIEs NO, afirma que el interno pedía "ayuda desesperada para salir del aislamiento y mejor asistencia médica" y pone en duda que el centro disponga de protocolos para prevenir los suicidios y que, en caso de tenerlos, no han funcionado.
Según Vives, "había indicios de que Marouane se podía suicidar" y no se tomaron medidas para evitarlo. El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, reconoció en unas declaraciones que los agentes notaron al fallecido "desanimado", por lo que solicitaron que le viera el médico del CIE la mañana antes de su muerte. También le visitó el doctor del turno de tarde, aunque Vives desconfía de que pudieran comunicarse correctamente, ya que no hay traductores en el centro, denuncia. Según este activista, más que "desanimado", Marouane se sentía "humillado", según algunos de sus compañeros con los que han tenido la oportunidad de hablar. Los mismos han explicado a la plataforma que el joven "estaba angustiado y triste desde hacía días".
De hecho, exigen que se paralicen las posibles deportaciones de internos que puedan aportar testimonios de las circunstancias que rodearon la muerte del joven. "Varios internos están diciendo a Policía y al personal de Cruz Roja que trabaja dentro que les gustaría ser escuchados por el juez, pero me consta que no se les está haciendo caso", denuncia Vives.
¿Pelea o paliza?
Las primeras informaciones sobre las causas que llevaron al joven a acabar en aislamiento hablaban de que había protagonizado el día anterior una pelea, al parecer, entre un grupo de internos marroquíes y otro de latinoamericanos. Sin embargo, según Vives, los relatos y detalles hacen pensar más en que Marouane fue víctima de una paliza en grupo. Incluso el propio delegado del Gobierno dejó entrever esta posibilidad al día siguiente del fallecimiento, cuando habló de una agresión de un grupo rival se había centrado sobre él.
"La madre de Marouane está destrozada, no come, no bebe, no habla"
Marouane llevaba menos de dos semanas en el CIE, según calcula la plataforma CIEs NO, que tenía previsto visitarlo para hacerles seguimiento jurídico y psicológico la semana en la que se decidió quitarse la vida. Llegó al centro valenciano tras ser interceptada la patera en la que intentaba cruzar el Estrecho y por orden del Juzgado de Instrucción número 2 de Algeciras. Según ha explicado la familia del fallecido, el joven se dedicaba en Marruecos a hacer trabajos de soldador y “otras chapuzas” tras terminar los estudios de bachillerato y que decidió probar suerte en España para ayudar económicamente a su madre, "viuda, en una situación económica precaria". "La madre de Marouane está destrozada, no come, no bebe, no habla”, ha explicado la tía del fallecido a los activistas.
"La muerte de una persona bajo tutela del Estado y bajo custodia policial no puede y no debe quedar impune", sentencia Vives, que recuerda que deben comparecer para explicar con todos los detalles el suceso el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y del delegado de Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio. También exigen la destitución del director del CIE de Zapadores.
Por su parte, el grupo parlamentario de Unidas Podemos ha pedido en el Congreso información sobre las circunstancias que rodearon esta muerte, el pasado 15 de julio, de un ciudadano marroquí en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores en Valencia.
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