Incidencias y falta de compromiso: claves para entender los problemas de Renfe con los nuevos trenes de Talgo

El último modelo de trenes Talgo a disposición de Renfe, los llamados Talgo Avril, comenzaron a operar el pasado 21 de mayo, fecha en que empezaron los problemas. Desde que se pusieron en marcha los servicios comerciales del modelo 106 de la empresa española, se han registrado 479 incidencias, lo que ha desplomado la puntualidad en los trayectos que cubren. Solo cuatro de cada diez trenes llegan en hora a su destino.

De media, los trenes de Renfe previos a la puesta en marcha del Talgo Avril –AVE, Avlo, Alvia e Intercity– que llegaban puntuales eran el 76,2%. A 31 de julio, este porcentaje disminuyó hasta el 40,7%, debido a la incorporación de los convoyes S106.

¿Qué son los trenes Avril?

Los trenes Avril, también llamados S106, son una familia de convoyes ideados por la empresa española ferroviaria Talgo. El concepto se presentó en 2008, pero no fue hasta 2016, con el Gobierno de Mariano Rajoy, cuando Renfe encargó la construcción de las primeras unidades comercializadas, que han entrado en servicio este año.

El objetivo de estos trenes era agilizar las conexiones entre Madrid, Galicia y Asturias. Desde su puesta en servicio hasta el pasado 5 de agosto, los S106 que cubren también el trayecto entre Madrid y Galicia han realizado 1.768 servicios, de los cuales un 27% de ellos, más de uno de cada cuatro, ha registrado alguna incidencia.

De las 479 incidencias, 352 produjeron retrasos de entre 10 y 30 minutos en la llegada o salida de los trenes; 99 provocaron demoras de entre 30 minutos y 60 minutos, y 28 llegaron más de una hora tarde. En 14 servicios fue necesario trasbordar a los viajeros.

Retrasos en su fabricación

El hecho de que los trenes de este modelo registren una gran cantidad de incidencias se suma a las polémicas surgidas desde que empezaron a circular el 21 de mayo de este año. Talgo se había comprometido a entregar los trenes en 2021, por lo que el retraso de la misma fue de tres años. Asimismo, en mayo solo llegaron 12 trenes de los 30 que conformaban el contrato.

¿Cuál es la respuesta de Renfe?

Tras una avería el pasado 5 de agosto, en la que casi 500 personas quedaron atrapadas en un túnel durante más de dos horas, sin luz ni agua suficiente, cerca de la estación madrileña de Chamartín, Renfe decidió pedir compensaciones económicas a Talgo por la gran cantidad de incidencias que sufren sus trenes. 

La empresa de transportes estatal no ha cifrado aún la penalización porque "está cuantificando el daño reputacional y en indemnizaciones a viajeros". Sin embargo, ha advertido de que podría interponer una demanda adicional a Talgo por daños y perjuicios. 

La avería del pasado lunes también ha sido el detonante de que Renfe haya pedido este martes, según ha podido confirmar El País, el cese formal de Javier Fernández Sánchez Del Peral, director general de Tarvia, empresa controlada por Renfe y Talgo y encargada del mantenimiento de los nuevos convoyes. La empresa pública ya ha trasladado la solicitud al consejero delegado de Talgo, Gonzalo Urquijo, sin pasar por el consejo de Tarvia.

La respuesta de Óscar Puente

El ministro de Transportes, Óscar Puente, se ha referido este martes al conflicto con los nuevos trenes Talgo, sobre los que ha advertido: "Las cosas llevan tiempo; los cambios no se producen de un día para otro y en ese proceso se sufre". Asimismo, ha asegurado que "las incidencias que se están produciendo en el ámbito ferroviario español no se producen precisamente por falta de inversiones".

"Desde el año 2010 no entra un nuevo tren de alta velocidad hasta la llegada del 106 en España. Llevamos muchos años sin renovar el material ferroviario y es urgente hacerlo, pero eso también tiene como consecuencia las incidencias en el tráfico ferroviario", ha declarado. Según el ministro, esta renovación conlleva "sufrir" lo que supone "alternar un sistema en funcionamiento con todas las obras necesarias para su mejora".

En una entrevista este lunes para Radio Nacional Española, Puente se ha referido también al compromiso de puntualidad de Renfe, por el que el operador ferroviario indemnizaba al pasajero, hasta el pasado 1 de julio, por retrasos de más de 15 minutos. El ministro y dirigente del PSOE ha explicado que "el ecosistema ferroviario de alta velocidad es un sistema que da pérdidas", por lo que mantener las compensaciones  era "un suicidio económico".

Las críticas de las autonomías y la oposición 

Ante las continuas incidencias, la senadora del BNG, Carme da Silva, remarcó el pasado jueves que Renfe y el ministro de Transportes no pueden "echar balones y pasarse el balón entre ellos y Talgo" con las incidencias acontecidas en los trenes de alta velocidad. Por ello, exigió "acciones contundentes" para solucionar los problemas "actuales, y no tan actuales", del servicio ferroviario estatal.

El BNG declaró que apoyaría una denuncia de Renfe a Talgo. Aún así, Da Silva también aseguró que considera ese movimiento una "mera declaración de intenciones", por lo que instó al ministerio de Transportes, y en consecuencia Renfe, a adoptar "inmediatamente" las actuaciones necesarias para que el servicio se ofrezca de forma eficiente y eficaz.

También desde la capital, la delegada de Economía, Innovación y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Engracia Hidalgo, ha llamado a Puente a que su ministerio elabore un plan de choque para solucionar la situación en Cercanías y Larga Distancia con "miles de personas afectadas" en un mes de agosto.

La delegada del PP ha apelado a la responsabilidad del ministro ante la situación que se está viviendo en el servicio de trenes, con diferentes averías, a pesar de que "todo el mundo tiene derecho a vacaciones". "Tenía que estar en el Ministerio trabajando con su equipo y buscando un plan de choque", ha sentenciado.