La Iglesia recibe más dinero por la mejora de la economía, pese a que cada vez menos contribuyentes marcan su casilla del IRPF
Los ciudadanos que destinan la parte solidaria de su contribución fiscal únicamente a la confesión católica se reducen en un millón y medio, en la misma década en la que la aportación estatal pasaba de menos de 250 a más de 320 millones.
Zaragoza--Actualizado a
"Si cada español de más de 18 años que se declara católico pusiera un euro por cada misa dominical, la Iglesia podría autofinanciarse", sostiene Juanjo Picó, presidente de Europa Laica.
Su cálculo sale de proyectar ese donativo sobre el 18% de mayores de edad que se define como católico practicante en los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), una tasa que registra leves repuntes ocasionales como el 18,8% del último mes de abril.
Esa estimación arroja una cifra netamente superior incluso a la que, en otra de las chirriantes paradojas de un Estado oficialmente aconfesional, asigna anualmente el Estado a la confesión católica.
En concreto, el 18% de los 39,41 millones de residentes mayores de edad serían casi 7,1 millones de personas, que a un euro semanal sumarían una aportación anual de 368,9 millones de euros.
Con la tasa del último barómetro e incluyendo las ocho fiestas de guardar que contempla la liturgia católica la cifra se va por encima de los 444 millones de euros.
Ese número resulta bastante similar a la cuantía de la asignación que el Estado realizó el año pasado a la Iglesia católica tras detraerla de la recaudación del IRPF, que fue de 441 millones de euros.
Esa es la cifra más elevada desde que entró en funcionamiento este sistema de financiación basado en los Acuerdos Jurídicos suscritos en 1979 entre la Santa Sede y el Estado español.
Esa cifra, incluida como anexo en el último Informe Anual de Recaudación de la Agencia Tributaria, tiene algún matiz, ya que incluye los adelantos a cuenta y la liquidación de los ejercicios anteriores dentro de un periodo en el que también se produjeron algunas reducciones notables como la del 2021.
Los datos de Hacienda cifran la asignación recibida por la Iglesia católica del Estado en el último trienio en 1.059 millones de euros, 597 como adelanto y 462 como liquidación. Un volumen de dinero que, con una media de 353, supera claramente a la de cualquier periodo anterior.
"Esas cifras reflejan una cuestión contable y se refieren a la forma en la que el Estado liquida y ajusta esa asignación, que en realidad fue de 301 millones de euros en 2020, de 295 en 2021 y de 321 el año pasado", explica Picó.
El experto llama la atención sobre ese último registro y el que saldría de la aportación de un euro por creyente y misa dominical, prácticamente coincidentes.
Los nuevos contribuyentes apenas marcan la casilla de la Iglesia
Ese aumento de la asignación económica del Estado coincide con una clara tendencia decreciente del número de contribuyentes que en la declaración del IRPF destinan únicamente a la Iglesia católica su cuota solidaria.
En la campaña de 2021, dicha cifra caía por debajo de los 2,3 millones, algo más de la mitad que en 2007 (4,05) y un tercio menos que los 3,49 de 2013.
Esa pérdida, de más de un millón y medio de contribuyentes en una década, se ve compensada por el aumento de quienes optan por marcar tanto la casilla de la Iglesia católica como la de los fines sociales (ONG), con lo que destinan un 0,7% de su impuesto a financiar la actividad de cada uno de esos dos ámbitos.
Esa opción creció en 1,8 millones de contribuyentes entre 2011 y 2021, un volumen mayor que el del retroceso de la opción exclusivamente católica.
No obstante, dicha cifra es inferior al número de personas que no marcan ninguna de las dos casillas y dejan que la recaudación sea íntegramente administrada por el Estado, que son 2,2 millones más que hace una década y se consolidan como el grupo mayoritario.
El número de contribuyentes que destina un 0,7% de su IRPF a la Iglesia católica ha crecido en los quince años que lleva aplicándose el sistema acordado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la jerarquía eclesiástica. Eso sí, ha aumentado en menor medida de lo que lo ha hecho el número de contribuyentes.
Así, los 7,01 millones que marcan la casilla eclesial, ya sea en solitario o con las dos, son un 9,1% más que en 2007, un avance que se queda en poco más de la mitad del que ha registrado el número global de contribuyentes (+17,7%).
Esta cifra supone apenas la cuarta parte del incremento del 35,5% que ha experimentado el grupo de quienes no destinan la cuota solidaria ni a la Iglesia ni a las ONG, en el que se han concentrado casi dos tercios del aumento de los paganos del impuesto.
Menos creyentes y muchos menos entre los jóvenes
Esa evolución sintoniza con la que recogen los informes de la Fundación Ferrer i Guàrdia, una de las escasas entidades que analizan el panorama de las creencias en España.
Su último documento reseña que "el porcentaje de personas que declaran tener adscripciones de conciencia no religiosa se incrementa hasta el 39,9%. Se trata de la cifra más alta de la serie histórica".
El informe señala a las generaciones más jóvenes como las menos religiosas, con tasas del 60,3% en la franja de los 18 a los 24 años y del 57,9% en la de 25 a 34, unos registros que parecen sintonizar con las tendencias que se están dando entre los contribuyentes.
Por el contrario, añade, "en las franjas de población de más edad, la proporción de personas religiosas aún es mayoría", si bien "el relevo generacional puede provocar que en los próximos años haya cambios sustanciales" en estas proporciones.
En este sentido, los creyentes suponen el 50,6% en el grupo de los 35 a los 44 años, el 61,3 en el de 45 a 54, el 64,4% en el de 55 a 64 y el 73,8% entre quienes superan los 65. Unos datos que reflejan una tendencia a la baja que se intensifica cuanto menor es la edad.
A ello se añade otro factor: "A partir de 2019 se ha acelerado el crecimiento de las personas no religiosas, con un incremento de casi 12 puntos porcentuales en los últimos cuatro años".
"El 68% de los contribuyentes no marca la casilla de la Iglesia"
"Al final, el 68% de los contribuyentes no marca la casilla de la Iglesia y el número de quienes solo ponen la cruz en la suya está cayendo en picado. Lo que les salva es el crecimiento del grupo de los que marcan las dos", destaca el presidente de Europa Laica.
Sin embargo, la aportación que sale del IRPF hacia el episcopado sigue creciendo al haberse visto compensada la caída de 132,9 a 109 millones de la última década en la casilla exclusiva.
Esto se debe al aumento de 92,1 a 188,7 millones de la doble, que eleva su parte de 46 a 94. Así, el dinero reservado para la asignación ha pasado de 179 a 203 millones (+13,4%).
"La recaudación está subiendo porque en los últimos años las rentas están subiendo en general en España, pero es que además quienes marcan solo la casilla de la Iglesia se encuentran en el grupo de quienes perciben ingresos más elevados", anota Picó.
Los datos ratifican esa impresión, ya que la aportación media de quienes solo marcan la casilla de la Iglesia se sitúa en 47 euros. Una cifra que supera en trece a la de quienes únicamente tachan la de las oenegés y que duplica con creces las veinte por ámbito de quienes optan por la doble.
Se trata, en todos los casos, de un 0,7% de la cuota íntegra resultante de la declaración del IRPF, que alcanzaría un promedio de 6.714 euros en el primer caso, de 4.857 en el segundo y de 2.857 en el último.
Asignación tributaria de las empresas
La financiación de la actividad de las ONG tiene un segundo vector en las aportaciones de las empresas a través del Impuesto de Sociedades, una opción que solo han aplicado entre 10.955 y 17.711 compañías por ejercicio desde su puesta en marcha en 2018.
En estos cuatro años, la aportación total ha sido de 142,2 millones de euros con un máximo de 43,7 en 2021.
"La mayoría de ese dinero va a parar a organizaciones del entorno de la Iglesia católica, ya que una de las condiciones para acceder al reparto es operar a escala estatal y ese requisito solo lo cumplen Cáritas, Manos Unidas y alguna más", añade el presidente de Europa Laica.
La Conferencia Episcopal, que indica en el apartado de transparencia de su web que la asignación tributaria cubre el 23% de su presupuesto y que cuatro de cada cinco euros que le llegan por esa vía son directamente transferidos a las diócesis para pagar sus gastos de funcionamiento, declinó responder a las consultas planteadas por este diario para elaborar esta información.
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