Una macrofiesta rave reúne desde Nochevieja a miles de personas en el polígono del aeropuerto fantasma de Ciudad Real

No hay descanso para la música en la macrofiesta no autorizada Big Fucking Party 2025, que desde Nochevieja reúne a miles de personas en terrenos que estaban destinados a acoger un polígono industrial junto al aeropuerto de Ciudad Real, pero que se encuentran vacíos ante la inactividad de la instalación aeroportuaria.

Varios escenarios repartidos por la zona permiten a los participantes, llegados desde distintos puntos de España y Europa, disfrutar de manera ininterrumpida de sesiones de música tecno con DJ, que llega a escucharse en amplias zonas urbanas de Ciudad Real, a más de 15 kilómetros de distancia del lugar donde se celebra la macrofiesta.

Amantes de este tipo de música llegados desde otros países, como Italia, Francia, Alemania o Suiza, se unen a otros de distintas comunidades de España, convocados a través de grupos de Whatsapp y Telegram, según han explicado algunos de los asistentes. Estos han reconocido que conocían la fecha del evento, pero hasta el último momento no sabían el lugar exacto de España donde se iba a celebrar la macrofiesta.

En torno a los escenarios donde suena la música, que se encuentra en una zona ampliamente descampada, los organizadores, que no están identificados, dejan instalar puestos en los que se venden todo tipo de bebidas y de comidas: desde comida rápida a platos vegetarianos, además de ropa, artesanía o souvenirs.

En esta ocasión, los 5.000 participantes desafían sin temor las gélidas temperaturas que se registran en estos días en Ciudad Real, por debajo incluso de los cero grados, que incluso se ven agravadas aún más por una sensación térmica más baja debido a las persistentes nieblas.

Cientos de autocaravanas y furgonetas camperizadas, aparcadas en las inmediaciones de la zona del evento, sirven de lugar de descanso para quienes han viajado hasta Ciudad Real, y otros también han instalado tiendas de campaña donde dormir.

La macrofiesta rave se ha convertido en el tema de conversación de muchos ciudadrealeños, quienes no dejan de hablar sobre ella en la calle, en bares y en comercios.

Aunque algunos se quejan del ruido que durante el silencio de la noche llega hasta sus casas, lo que no les permite conciliar el sueño, otros no ven mal que la fiesta se celebre en un descampado lejos de la ciudad y que la gente disfrute de la música techno. Alguno incluso llega a ironizar, asegurando que "la fiesta la han organizado para celebrar su cumpleaños".

La fiesta se desarrolla con normalidad, sin incidencias de seguridad ciudadana hasta el momento. Por el momento, no se prevé un desalojo debido a la complejidad del operativo y porque "no hay una orden judicial que indique que se debe proceder a ello". No obstante, el subdelegado del Gobierno, David Broceño, ha aclarado que, en caso de recibir una orden, la Policía actuará en consecuencia. Mientras tanto, ha resaltado que la principal preocupación es que todo transcurra "con la mayor seguridad posible y con la mayor tranquilidad dentro de lo que nosotros podamos".

La empresa propietaria del aeropuerto de Ciudad Real ha presentado una denuncia por la ocupación del espacio por parte de los organizadores de la fiesta

Además, Broceño ha confirmado que la empresa propietaria del aeropuerto de Ciudad Real ha presentado una denuncia por la ocupación de este espacio por parte de los organizadores de la fiesta. A raíz de esta denuncia, ha explicado que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado disponen de 72 horas para llevar a cabo las investigaciones. Si durante el proceso se encuentran indicios de que se ha cometido algún delito, la denuncia será remitida al juzgado para que se tomen las decisiones correspondientes.

La Big Fucking Party 2025 comenzó la pasada Nochevieja, cuando los primeros participantes llegaron hasta el lugar. A lo largo del primer día del año, fueron otros muchos los que se unieron a esta gran fiesta, que en pasadas ediciones se ha celebrado en Fuente Álamo (Murcia) y en La Peza (Granada), donde se prolongó hasta la noche de Reyes y que llegó a reunir a más de 8.000 personas.