El 70% de las situaciones de racismo en Catalunya no se denuncian
Según el informe anual de SOS Racisme, se han intensificado las identificaciones policiales por perfil racial en la calle, a pesar de ser ilegales. La entidad alerta del riesgo que supone el auge de la extrema derecha.

Barcelona--Actualizado a
SOS Racisme identificó un total de 316 situaciones de racismo en Catalunya durante 2024. Así lo ha revelado la entidad este viernes en el Centro Cívico Pati Llimona de Barcelona, en el marco de la presentación de su informe anual (In)visibles. Y no es casual que este sea el título del estudio, porque, según sus cálculos, un 70% de estas situaciones no se denuncian por diversos motivos, entre ellos la desconfianza en las instituciones, el temor a represalias o a la revictimización, la falta de apoyo y recursos, las limitaciones legales o la dificultad para identificar al agresor.
Si concretamos aún más las cifras, 105 de las situaciones fueron casos nuevos para seguimiento, mientras que 211 no derivaron en ninguna denuncia formal. "El 50% de las víctimas no presentan denuncia por sí mismas. Si no tuvieran el apoyo de la sociedad civil organizada, el número sería aún menor", ha apuntado la coordinadora del Servicio de Atención y Denuncia (SAiD) de SOS Racisme, Paula Rossi.
En total, el SAiD atendió 647 situaciones de racismo en más de 100 municipios catalanes y 427 personas acudieron por primera vez. Cabe destacar, sin embargo, que debido a una crisis económica pasajera, el servicio tuvo que cesar parcialmente su actividad durante tres meses, lo que dificultó aún más la atención a las víctimas.
A pesar de ello, las cifras fueron ligeramente superiores a las de 2023, año en el que se atendieron 628 personas de 83 localidades diferentes. "La situación del racismo en Catalunya es grave y no puede quedar en manos de la sociedad civil. Las administraciones deben actuar", ha añadido Rossi.
Las agresiones policiales, las menos denunciadas
Otro factor que estudia la entidad es la tipología del racismo, es decir, en qué ámbito ocurren o quién perpetra las agresiones. De los 105 casos nuevos, el 32% de las discriminaciones registradas se produjeron entre particulares, lo que representa diez puntos más que en 2023.
La segunda cifra más alta (21%) corresponde a las discriminaciones en el acceso a derechos sociales (educación, vivienda, salud), seguida de las agresiones por parte de los cuerpos de seguridad pública (14%). Estas son las que tienen un mayor nivel de infradenuncia (71,15%).
Mientras que en 2023 el cuerpo más denunciado fue la Guardia Urbana, en 2024 fueron los Mossos d'Esquadra. Percibimos una intensificación de los controles vinculados al control de extranjería. No paran a las personas por lo que hacen, sino por lo que son. En el metro, por ejemplo, vemos cómo algunas pasan como si hubiera una alfombra roja y otras son apartadas por su perfil racial", ha alertado Rossi.
La coordinadora del SAiD ha criticado la falta de respuesta institucional y la falta de responsabilización por malas prácticas, lo que legitima ciertas situaciones. Y es que, cabe recordar, las identificaciones policiales por perfil racial son ilegales, pero siguen ocurriendo.
La legitimación de la extrema derecha
Los discursos de odio en medios, redes sociales y política representaron el 12% de las nuevas situaciones registradas, el racismo laboral el 6% y la discriminación en el acceso a servicios privados (ocio, transporte, bancos) también el 6%. Con todo, SOS Racisme ha determinado que el espacio público (la calle) es el ámbito principal de las agresiones y argumenta que esto puede deberse a la "normalización de los discursos de odio".
Según Rossi, las agresiones por parte de la extrema derecha son "más brutales" y basadas en la "impunidad". Además, suelen ser perpetradas por personas o grupos que "repiten sistemáticamente" y que sienten "orgullo" de hacerlo. "Cuanto más se legitime, más se trasladará a otros espacios de la sociedad", ha añadido.
De los discursos de odio, el 50% corresponden a discursos políticos y el 30% a violencia cultural, es decir, a situaciones de blackface —cuando una persona blanca se pinta la cara para caricaturizar a una persona negra— o a manifestaciones "consideradas tradicionales, pero que vulneran la dignidad de personas racializadas y migrantes".
En cuanto a los perfiles de las víctimas, un 38% tenían la nacionalidad española, un 32% eran personas extranjeras en situación regular y un 11% en situación irregular. En relación con el género, un 47% de las víctimas fueron mujeres y un 42%, hombres.
"La estabilidad neutraliza la infradenuncia. Por eso es importante la regularización de las personas migrantes", ha argumentado Rossi. Sobre el origen étnico, un 32% eran de Latinoamérica o el Caribe, un 28% del Magreb y un 13% del África Subsahariana.
Por último, la coordinadora de comunicación de SOS Racisme, Jennifer Molina, ha leído una carta de una víctima que fue atendida por el SAiD y a la que han acompañado durante muchos años. Esta persona fue agredida por dos miembros de un colectivo de extrema derecha reincidentes en el espacio público. "Donde hay agresión debe haber respuesta. Tenemos miedo de que el simple hecho de existir se convierta en una amenaza", decía el texto. El reconocimiento del motivo racista llegó ocho años después de la agresión.
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