El PP juega a ser la víctima de la 'Operación Cataluña' que impulsó
Las comparecencias de María Dolores de Cospedal y Alicia Sánchez-Camacho terminan en el Congreso sin ofrecer ninguna nueva información sobre la denominada policía patriótica.
Ambas han tratado de restar credibilidad a los audios de Villarejo y han sugerido que puedan haber sido manipulados. ERC, Junts y EH Bildu han pedido que se eleven esas declaraciones a la Fiscalía.

Madrid--Actualizado a
"No reconozco ningún tipo de audios". Es la cita que resume las comparecencias de María Dolores de Cospedal y Alicia Sánchez-Camacho en la comisión de investigación de Operación Cataluña que han tenido lugar este lunes en el Congreso de los Diputados. Ni la exsecretaria general del PP ni la que fuera líder de la formación en Catalunya —y que, actualmente, es diputada en la Asamblea de Madrid— han aportado nueva información.
De hecho, la línea estratégica, calcada en ambos casos, ha sido la de sugerir que los audios publicados en varios medios de comunicación durante estos años —los últimos, esta misma mañana en Rac1— podrían haber sido manipulados y que no cuentan con las garantías para gozar de alguna credibilidad.
Desde esa perspectiva, dando la espalda a todo el material sonoro publicado y sin aportar pruebas en contra, han insistido en que la Operación Cataluña es una "ficción". Sánchez-Camacho ha puesto sobre la mesa una y otra vez dos sentencias judiciales de 2014 a su favor en lo referente al caso de Vicky Álvarez, la examante de Jordi Pujol Ferrusola, a la que, según reflejan audios publicados, ella habría ofrecido un pago de 50.000 euros para que fuese a la Audiencia Nacional presentar las cuentas bancarias de los Pujol.
Son unas sentencias que no convencen de nada a la mayoría de los diputados presentes de la comisión. Pilar Vallugera, diputada de Esquerra Republicana, le ha explicado que ella "parte de la base" de que los tribunales "no son neutrales".
Constantemente tanto Cospedal, como Sánchez-Camacho han insistido en argumentar que cuestiones como la Operación Cataluña y la denominada policía patriótica, que ambas sostienen que no existe, deben dirimirse en el terreno judicial, pero los diputados presentes en la comisión —todos ellos menos los de PP y Vox— les han respondido que las comisiones parlamentarias de investigación no sirven para otorgar responsabilidades judiciales, sino políticas.
El diputado socialista Manuel Arribas ha tratado de persuadir a la exlíder del PP catalán para que diera explicaciones sobre los audios. Le ha dicho que, por mucho que ella no les dé crédito, "las voces que oímos son la suya, la de María Dolores de Cospedal y la de Villarejo". Además de por los supuestos 50.000 euros que, según los audios, podría haber prometido a Vicky Álvarez, también se ha interrogado a Alicia Sánchez-Camacho por supuestamente haber entregado listas en la trama de la policía patriótica sobre políticos y empresarios de ideología independentista. Lo ha negado todo.
En varios momentos de su comparecencia, la popular ha atacado a los diputados de Junts y ERC por no haber actuado en los momentos en los que ella considera que fue una "ciudadana de segunda" en Catalunya durante el procés. Así, al tiempo que ha negado que existiera una operación policial para perjudicar a líderes independentistas pese a los numerosos audios desvelados por Público, La Vanguardia, El Diario o Rac1 que lo evidencian, ha dibujado un escenario alternativo en el que las víctimas eran precisamente las figuras políticas del PP. Además, ha asegurado, en la línea de lo que dijo Mariano Rajoy semanas atrás, que "la única operación Cataluña que ha existido" es el procés independentista.
El 'error' de Cospedal
Antes de Alicia Sánchez-Camacho, ha comparecido María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP desde 2008 hasta 2018. Cospedal también ha calificado de "ficción" la Operación Cataluña y no ha entrado a valorar el material sonoro de Villarejo. Ni siquiera el que ha publicado Rac1 esta misma mañana y que revela, entre otras cosas, que el excomisario y ella habrían confabulado contra Artur Mas y Jordi Pujol.
No lo ha comentado, ha sugerido manipulaciones y ha pasado palabra. Sin embargo, durante sus respuestas, ha incurrido en una "equivocación" o "mentira", tal y como lo ha definido, con sorna, Jon Iñarritu, diputado de EH Bildu. El asunto tiene que ver con sus reuniones con José Manuel Villarejo.
Cospedal ha asegurado que Villarejo "nunca estuvo en activo" cuando se reunió con ella o que "estaba de excedencia". Es cierto que el excomisario cuenta en su historial con un período de excedencia, pero se produjo entre 1983 y 1993, mientras que los audios que prueban sus encuentros con Cospedal están fechados muchos años después. Hay, por ejemplo, audios de 2009 y, también, de 2014. El excomisario se jubilaría en 2016.
Por lo tanto, Villarejo estaba en activo todas las veces que se vio con ella. Cospedal, por otro lado, asegura que en esas reuniones se habló de cuestiones relacionadas con su partido y no con el procés. Ello, a pesar de que incluso en los audios publicados este mismo lunes por Rac1 se escucha su voz con nitidez en una conversación con el excomisario en la que se hablaba sobre presiones a jueces de la Audiencia Nacional para que investigasen al independentismo. Ione Belarra también la ha apretado sobre el falso 'informe PISA' y el montaje de la cuenta en Granadinas, pero Cospedal ha alegado no tener ningún tipo de información sobre ello.
La insinuación de que los audios aparecidos en los medios de comunicación en los últimos años pueda ser un monaje podría tener más recorrido que un simple salir del paso por parte de Cospedal. ERC, Junts y EH Bildu han pedido a la Mesa de la comisión que remita a la Fiscalía dichas declaraciones por si pudieran incurrir en un delito.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.