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La Fiscalía pide dos años de prisión para un policía por una agresión racista en Madrid

La acusación relata que el joven recibió "varios puñetazos en la cara" que le llevaron tener que operarse de la mandíbula.

Policía Madrid EFE
Agentes de la Policía Local de Madrid en una imagen de archivo - EFE.

El Ministerio Público ha hecho definitiva la petición de la Fiscalía de Madrid, que solicita dos años de prisión para uno de los dos policías locales que golpearon a un joven negro en 2019, durante la Fiestas del Pilar en Madrid. Este miércoles, la Audiencia Provincial de Madrid ha comenzado el juicio contra los agentes, a los que el fiscal imputa un delito de lesiones con el agravante de discriminación racial.

La Fiscalía también solicita una indemnización para el joven de 450 euros por los días de hospitalización como consecuencia de la agresión, 4.200 euros por los días que precisó para curar sus heridas y 2.817 euros por las secuelas en la mandíbula. Dichas cantidades las abonaría el Ayuntamiento de Madrid, ya que los acusados se encontraban en el ejercicio de sus funciones cuando cometieron los hechos que se les imputa.

Este juicio ya se celebró en 2022, pero el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ordenó repetirlo, revocando una sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que absolvió a un agente y condenó al otro a un año y medio de prisión por un delito de lesiones motivado por el color de piel del joven. El Supremo consideró que se omitieron pruebas relevantes y testimonios de otros policías que podían exculpar al acusado.

La agresión

Los hechos ocurrieron durante las Fiestas de Pilar, en Madrid, el 13 de octubre de 2019. Sobre las 3.45 horas de la madrugada, los dos policías se encontraban en el ejercicio de sus funciones cubriendo la seguridad y control de acceso al espacio habilitado para las fiestas y, una vez llegado el cierre, estos vieron a varias personas saltando la valla para introducirse en el recinto. Según el escrito del fiscal, pese a que "fueron varias las personas que saltaron la valla", los agentes solo pidieron a un menor, la única persona negra del grupo, que saliera del lugar inmediatamente.

El joven se dirigió a los policías manifestándoles que "detrás de una placa somos todos muy graciosos" y, acto seguido, los dos agentes, junto con un tercero no identificado, le agarraron de los brazos y le llevaron a unos arbustos que impedían ver lo que estaba ocurriendo. Allí, "le propinaron varios puñetazos en la cara", según relata el ministerio público.

Durante el juicio celebrado este miércoles, la víctima mantuvo la versión de los hechos, que también fue ratificada por el resto de personas que saltaron la valla. Según el denunciante, los golpes le llevaron a ser operado de la mandíbula y permanecer hospitalizado varios días. 

El agente, por su parte, reiteró que no hubo agresiones, sino que se le llevó a un lugar más apartados, "utilizando la fuerza mínima indispensable", dado que el joven ya les había increpado anteriormente. Su abogado ha argumentado que la denuncia buscaba obtener dinero y ha negado el carácter racista de la agresión indicado que la víctima, según él, no es negra.

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