La Policía Nacional ha detenido a Ángel Hernández, de 70 años, acusado de haber suministrado una sustancia letal a su mujer, María José Carrasco, de 69, enferma de esclerosis en fase terminal, para ayudarla a morir en su domicilio, según han confirmado fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

La detención tuvo lugar este miércoles, cuando los agentes se personaron en un casa ubicada en la calle Federico Carlos Sáinz de Robles, en el distrito de Moncloa Aravaca. El SUMMA solicitó un indicativo porque en el interior de la vivienda había una mujer fallecida. De la investigación se encarga el grupo V de Homicidios de la Policía. El detenido se encuentra en los calabozos de la comisaría de Tetuán y está previsto que pase a disposición judicial este viernes.

El detenido, según las mismas fuentes, manifestó que le había suministrado una sustancia a su mujer para provocarle la muerte porque ella se encontraba en fase terminal. El caso recuerda al del gallego José Luis Sampedro, al que también ayudaron a morir hace unos años.

Este matrimonio madrileño llevaba años reclamando una ley de eutanasia y estaba esperando que el Congreso la aprobara, pero con el adelanto electoral todo se ha retrasado. Pedro Sánchez anunció el pasado 10 de marzo que si el 28 de abril el PSOE consigue una mayoría parlamentaria amplia sacará adelante el derecho a la eutanasia, a una "muerte digna".

Cuatro y Telecinco han emitido el vídeo del momento en el que Hernández le suministra el veneno a su mujer y también el momento en que ella se lo pide, el día anterior. De hecho, cuando los agentes de la Policía Nacional llegaron al domicilio familiar estaba presente un periodista de Cuatro.

Enferma desde los 32 años

Carrasco estaba enferma de esclerosis múltiple desde los 32 años y su marido ha querido ayudarla a morir porque así lo deseaba ella. Durante todo este tiempo, la mujer habría estado dependiendo de los cuidados de Hernández, que le administraba morfina para ayudarle a calmar los dolores.

Tras conocerse la detención, la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), organización a la que el arrestado pertenece, ha desvelado que Hernández evitó hace 23 años que Carrasco acabara ella misma con su vida. "Ángel ha estado aplazando esta decisión, pero su mujer no estaba dispuesta a aguantar más tiempo y no le quedó mas remedio que hacerlo", ha declarado Fernando Marín, vicepresidente de DMD.

Según el relato de Marín, la propia Carrasco pidió a la organización que acudiese a su casa para que le explicaran qué opciones tenía para poder morir, ya que llevaba años siendo totalmente dependiente. "No podía ni coger un vaso", asegura el vicepresidente de la asociación. 

Tras mucho tiempo solicitando a su marido que le ayudara a morir, y después de estar a la espera de la aprobación de la Ley de Eutanasia, y que finalmente no saliera adelante como consecuencia de la disolución de las Cortes, Hernández acudió al mercado negro a comprar pentobarbical sódico para ayudar a morir a su mujer. El producto se bebe y, según ha explicado Marín, tarda unos 30 minutos en hacer efecto.

Atenuante

DMD espera que se aplique el atenuante que contempla el artículo 143.4 del Código Penal. Dicho artículo se refiere a que en el supuesto de que una persona exprese su deseo de morir de forme reiterada, que sufra una enfermedad que le vaya a provocar la muerte o que le cause grandes padecimientos, las penas se rebajan en "uno o dos grados", lo que evitaría el ingreso en prisión de Hernández, según Marín.

El representante de la asociación, que desea que Hernández sea puesto en libertad este viernes, ha criticado que fuera sacado de su casa esposado por la Brigada de Homicidios de la Policía "vestidos con monos blancos y sin un mínimo de delicadeza" tras la muerte de su mujer. "¿Cuántas Marías Josés habrá en España, con un deterioro grave e irreversible, que desean morir y no pueden hacerlo porque la ley lo prohíbe y que necesitan una cooperación necesaria para llegar a su fin?", se ha preguntado Marín mientras urgía a los políticos a aprobar cuanto antes una Ley de Eutanasia.