Este artículo se publicó hace 2 años.
Europa se pliega al 'lobby' del automóvil para no limitar más la contaminación de los coches
Una filtración del borrador de la próxima norma europea sobre motores, la Euro 7, revela que los niveles de emisiones permitidos a los coches diésel y gasolina se mantendrán como hasta ahora, a pesar de las indicaciones de los expertos que trabajan para l
Alejandro Tena
Madrid--Actualizado a
La Unión Europea está a punto de hacer público el nuevo estándar de emisiones Euro 7, con el que se regulará la contaminación de los motores diésel y gasolina de coches, furgonetas y camiones. Lo que en principio iba a ser un avance podría convertirse en un retroceso ambiental. Tal y como ha confirmado Público a través de una filtración del proyecto de ley que verá la luz el 9 de noviembre, el texto de la nueva norma podría dejar los niveles de contaminación permitidos prácticamente iguales a los de la normativa vigente, la Euro 6, aprobada antes del escándalo del dieselgate.
El texto establece algunas leves mejoras para los límites de las emisiones de partículas vinculadas a la fricción de los neumáticos y frenos. Por lo que respecta a las emisiones de los motores, únicamente se equiparan los valores del diésel, actualmente en 80 mg/km de óxidos de nitrógeno (NOx), a los de la gasolina, que se mantienen en los 60 mg/km de NOx.
Este cambio choca de manera frontal con las recomendaciones de CLOVE, el consorcio de expertos de la Comisión Europea que planteo rebajar los límites de emisiones de NOx hasta los 30 mg/km de NOx en la nueva normativa.
Tal y como ha avanzado Político, la Comisión Europea habría maniobrado en favor de la propia industria, que en los últimos años ha presionado para rebajar la ambición de la nueva norma, llegando a retrasar la aprobación del borrador desde 2021. De hecho, en la introducción, se vincula la revisión del texto inicial –mucho más ambicioso– a las "circunstancias geopolíticas y económicas" derivadas de la guerra en Ucrania y en cómo han afectado al sector de la automoción.
"Los beneficios de los fabricantes de automóviles tienen prioridad sobre la salud de millones de europeos"
En ese sentido, la reforma justifica los cambios en el elevado coste de la energía y de las materias primas y en cómo la búsqueda y el desarrollo de motores más sostenible y eficientes podría lastrar a la industria del automóvil. Todo ello, "ejerce una presión sin precedentes sobre la cadena de suministro automotriz y plantea problemas para los consumidores sobre la asequibilidad", advierten desde la Comisión Europea.
La revisión, por otro lado, no tiene efectos positivos para los consumidores, pues los precios no sólo descenderían sino que crecerían un 0,8% para los utilitarios de gasolina y un 2,2% para las motorizaciones diésel.
"Este es el propio dieselgate de la Comisión Europea", comenta a Público Anna Krajinska, responsable de Emisiones y Calidad del Aire de Transport & Environment (T&E). "El lobby de la industria del automóvil se ha opuesto ferozmente al Euro 7, utilizando una variedad de trucos sucios para influir en los tomadores de decisiones. Ahora la Comisión ha cedido a sus demandas. Los beneficios de los fabricantes de automóviles tienen prioridad sobre la salud de millones de europeos", denuncia la portavoz conservacionista.
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